Las muestras del oso confirmaron la presencia del virus en el tejido corporal del animal el día 6 de diciembre, señalan las autoridades de Alaska.

Los científicos han encontrado en el norte de Alaska, concretamente cerca de Utqiagvik, a un oso polar muerto por influenza aviar altamente patógena. De esta manera, se confirma el primer fallecimiento por esta causa en esta especie animal.

Los tejidos de oso polar fueron recolectados el 1 de octubre de 2023 y sus muestras fueron procesadas y confirmaron la presencia del virus en el tejido corporal del animal el día 6 de diciembre, señala la Oficina del Veterinario del Estado de Alaska (OSV).

“Si bien los osos polares normalmente comen focas que cazan en el hielo marino, parece probable que este oso estuviera hurgando en aves muertas e ingiriendo el virus de la influenza de esa manera”, señala Bob Gerlach, veterinario estatal de Alaska, en el medio Alaska Beacon.

Sin embargo, el veterinario explica que no es necesario que el oso haya comido directamente un ave infectada para enfermarse. «Si un ave muere a causa de esto, especialmente si se mantiene en un ambiente frío, el virus puede mantenerse por un tiempo en el ambiente», explica.

La OSV publica que desde 2022 ha habido “miles de casos de influenza aviar altamente patógena (HPAI) en los Estados Unidos tanto en aves silvestres como domésticas. La cepa de IAAP detectada en EE.UU. es la misma que se está propagando en Europa y Asia y ha provocado la muerte de muchas aves silvestres, aves domésticas e incluso se ha encontrado en algunos mamíferos salvajes”.

Además, destacan que, “aunque la mayoría de las aves acuáticas migratorias, que son los principales portadores del virus, han migrado al sur durante los meses de invierno, todavía hay algunas aves silvestres residentes que son portadoras del virus HPAI”.

 

M°1

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