El término, síndrome de alienación parental (SAP), surgió entre 1960 y 1970, fue presentado por el psiquiatra y psicoanalista estadounidense, Richard Gardner quien, explica que se trata de un trastorno infantil que surge prioritariamente en el contexto de disputas por la custodia de los hijos ante un divorcio. En otras palabras, se trata del resultado de la combinación de una programación, adoctrinamiento parental y de las propias contribuciones del niño.

En entrevista, la psicóloga forense del Sistema Municipal DIF, Patricia Alburo González compartió que mensualmente atiende a más de 20 pacientes con este síndrome. Explicó que una de las formas de detectarlo es a través del rechazo que presenta el infante hacia uno de sus padres.

Comentó que fue hasta la década pasada cuando se empezó a conocer de este tema en los jurados de México. Además, indicó que actualmente llegan a su consultorio padres en proceso de separación que buscan que se detecte si sus hijos presentan o no este síndrome.

Puntualizó que uno de los principales factores que derivan en esta situación es la desesperación de alguno de los dos progenitores para mantener la preferencia del hijo, así como, la falta de autoestima, dependencia emocional, y en casos de maltratadores, se refleja en alguna situación de violencia de género o violencia doméstica.

Es de los 6 años hasta la adolescencia cuando los menores de edad son más vulnerables a la alienación parental.

Principales características

Entre las formas de detectar el SAP se encuentran: el posicionamiento de forma “obligada” a favor del padre o madre alienador, el niño o niña sufre un conflicto de lealtades, asimismo, puede creer que su comportamiento influye en la disputa de sus padres.

“Se nota que no son argumentos característicos de los niños, sino que son insertados por el otro progenitor”, mencionó Alburo González.
La psicóloga compartió que incluso los padres suelen recurrir a “falsas memorias”; es decir, hablarle al menor sobre acciones o acontecimientos que no pasaron. Por lo que, para comprobar que se presenta esta condición dentro del núcleo familiar, se debe recurrir a evaluaciones psicológicas.

Aunque indicó que la mayoría de los casos se da en medio de divorcios, no descartó que exista dentro del matrimonio. Por tal motivo, reiteró que la alienación parental puede ser ejercida por ambos padres por igual, ello pese a que el estudio de Gardner establece a la madre como principal alienadora.

Algunos ejemplos de comportamientos del progenitor alienador son, utilizar palabras negativas contra el otro tutor, mentir sobre lo que el padre o madre sufre, rechazar las visitas o la convivencia, así como no informar al otro sobre la vida del menor.

Graves consecuencias

Las y los infantes que padecen de este síndrome, tienen consecuencias relacionadas con el desarrollo físico y psicológico como: problemas de autoestima, dificultades de socialización, conflictos de pareja y amistades, bajo rendimiento escolar, sensaciones de miedo o violencia sin causa.

Entre los efectos más graves se encuentra la depresión infantil y la aparición de conductas de manipulación hacia los demás.

“Se convierten en adultos desconfiados, resentidos con el otro padre. Además, de pequeños los niños desarrollan síntomas de regresión y ansiedad”, puntualizó la especialista.
Por lo anterior, la psicóloga Alburo González, exhortó a los padres de familia a no ejercer estas acciones contra sus hijos. Recomendó que en caso de separación, ambos tutores deben informar a los niños en un momento de calma y donde predomine una buena comunicación.

Es importante que se atiendan las dudas de los menores y se escuchen sus opiniones, así como recordarles el cariño que ambos le tienen.

La especialista en salud mental, expresó que cuando una pareja se divorcia, ambos se convierten solamente en padres, por lo que deben priorizar ejercer ese papel de la mejor manera en beneficio de sus hijos.

Hasta el momento, en el sistema penal de nuestro país, la implementación de alienación parental sobre las infancias no es considerada un delito.

Al Smdif cotidianamente llegan padres, madres y menores buscando ayuda para tratar este síndrome; la atención es totalmente gratuita en las instalaciones de la Unidad Médica Integral, ubicada en San Baltazar Campeche, además, en la plataforma equilibrate.puebla hay asesorías para todos los integrantes de la familia.

Milenio

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