México avanza como uno de los países que más gas quema y Pemex está detrás de estas cifras. Pese a los esfuerzos de la petrolera por mejorar su perfil en cuanto al cuidado al medio ambiente, a medida que los inversionistas aumentan sus demandas, la petrolera y el gobierno mexicano continúan ganando notoriedad por sus prácticas de quema de gas natural y la contaminación que esto genera al medio ambiente.

El Banco Mundial ha situado a México como el séptimo país que más gas quema –en un listado liderado por Rusia, Irán e Irak– y con ello que más contaminantes envía a la atmósfera. Desde 2012, cuando el organismo comenzó a hacer estas mediciones, México ha aparecido dentro de los 10 primeros lugares. Pero en 2018, antes del inicio del sexenio, el país estaba en el noveno sitio.

La quema de gas es una práctica común en la industria petrolera, que tiene altos costos ambientales. Ésta se genera cuando las petroleras, por decisiones comerciales o por falta de infraestructura, deciden quemar el gas contenido en los campos petroleros en lugar de procesarlo y entonces comercializarlo o utilizarlo como combustible. El gas se convierte en dióxido de carbono y otros contaminantes una vez emitido al ambiente. Las estimaciones del Banco Mundial dicen que por cada metro cúbico de combustión de gas se producen aproximadamente 2.8 kilogramos de emisiones equivalentes de dióxido de carbono.

Pemex, con la política de crecer su producción de crudo, ha aumentado su actividad en grandes campos de condensados –un tipo de crudo muy ligero– y gas y al priorizar la producción de los primeros y no contar con infraestructura para procesar el segundo, ha aumentado la cantidad de gas que decide quemar, aunque las cifras más recientes –del primer semestre de este año– hablan ya de un retroceso en estas últimas cifras.

¿Cuánto gas quema Pemex?
En 2022, la petrolera estatal quemó un promedio de 449 millones de pies cúbicos por día, desde 178 millones de pies cúbicos que quemaba en 2018, según sus propios reportes. Las cifras del Banco Mundial indican una quema aún más grande. El organismo estima que el país quemó el año pasado 548 millones de pies cúbicos de gas por día. La disparidad en los números reportados se da porque éste último toma en cuenta también el gas quemado durante la producción de los hidrocarburos que México importa desde el extranjero.

El Banco Mundial ha catalogado a México dentro de sus “casos de preocupación” después de que en 2021 la quema de gas en el país tocó una cifra récord. El organismo internacional ha encontrado una explicación al fuerte aumento en las cifras de la producción mexicana: dice que el país ha incrementado su actividad en pozos el gas es quemado por falta de infraestructura y que en la región marina Pemex está utilizando altas cantidades de nitrógeno para el levantamiento artificial de crudo lo que resulta en producción de gas con altos niveles de nitrógeno, que no puede ser procesado debido a esta característica.

“El enfoque de México en los últimos años ha sido la seguridad energética, sin embargo, el aumento en la quema de gas ha ocurrido mientras que México también ha aumentado constantemente las importaciones de gas natural, destacando la recuperación potencial de la quema de gas podría jugar en su independencia energética”, dice en uno de sus reportes.

México y Pemex han escalado en el ranking pese a que las cifras indican una disminución anual en la quema del hidrocarburo –de alrededor de 13% durante el año pasado– porque el resto de las petroleras también han decidido aumentar sus acciones para evitar la quema a medida de que aumenta la presión por evitar un aumento en la temperatura global aún mayor.

Nigeria y Estados Unidos descendieron en el listado del Banco Mundial, haciendo así espacio para que México subiera en el ranking. El organismo dice que durante el año pasado la quema de gas disminuyó a nivel mundial en 3% pese a un aumento de 5% en la producción de crudo. Sin embargo, ejemplifica, “el mundo aún quema suficiente gas para generar aproximadamente casi dos tercios de la generación neta de electricidad doméstica de la Unión Europea”.

Pemex ha convertido la quema de gas en uno de los principales puntos en su relación con inversionistas. Para estos últimos el manejo de los riesgos ambientales ha sumado importancia y se ha convertido en una de las principales métricas para medir el riesgo de una compañía. En su última conferencia sobre sus resultados financieros, la estatal habló de una disminución de 17.6% en la emisión de dióxido de carbono equivalente durante el primer semestre derivado de “proyectos de infraestructura para incrementar el aprovechamiento de gas”.

Los mercados no tienen mucha confianza en las acciones de la petrolera, sobre todo derivado de los últimos incidentes en sus instalaciones. Pero el seguimiento del Banco Mundial indica una disminución de la quema de gas en el complejo Cactus en Chiapas y en Perdiz, en el campo de Ixachi, en Veracruz. El segundo –ubicado en lo que Pemex considera como uno de sus activos más importantes– se colocó el año pasado como en el lugar 36 de los “sitios individuales de quema de gas” a nivel mundial, un año antes se colocaba en el sitio 10.

“Este gas desperdiciado (a nivel mundial) podría desplazar las fuentes de energía más sucias, aumentar el acceso a la energía en algunos de los países más pobres del mundo y proporcionar a muchos países la seguridad energética que tanto necesitan. Si se utiliza para fines productivos, la cantidad de gas quemado en 2022 podría generar tanta electricidad como el África subsahariana produce actualmente en un año”, dice el Banco Mundial.

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