Entre tanta deuda pública y problemas financieros del estado Veracruz, es raro encontrar un gobierno municipal que no se encuentre en crisis, sobre todo el último semestre de las actuales administraciones.

A estas alturas, no hay ayuntamiento cuyo alcalde no se truene los dedos por los problemas relacionados con las deudas, y con los compromisos de fin de año.

No es el caso de Tuxpan, donde las finanzas municipales se mantienen estables gracias a un programa de ahorro gubernamental, a la racionalidad del gasto, y al pago de pasivos que el ayuntamiento arrastraba desde hace varias administraciones.

Surge el tema porque ayer la agencia Fitch Ratings aumentó la calificación de calidad crediticia de ese municipio veracruzano, que hasta la pasada administración era muy conocida por el elevado endeudamiento y por el gasto irresponsable de los recursos públicos.

Fitch Ratings argumenta que el aumento en la calificación del municipio gobernado por Raúl Ruiz Díaz obedece, entre otros factores, a la flexibilidad financiera derivada del “incremento en los ingresos de libre disposición y en la reducción del gasto operacional (GO; gasto corriente más transferencias no etiquetadas). Asimismo, contempla la mejora en la posición de liquidez gracias a la depuración de pasivos no bancarios”.

En pocas palabras, el hecho de que Tuxpan haya cumplido a tiempo con todos sus créditos; y cubierto deudas heredadas, como la que mantenía con el Instituto Mexicano del Seguro Social, fue determinante para este reconocimiento al manejo de sus finanzas.

La calificadora, por cierto, habla de un “desempeño presupuestal satisfactorio” en ese ayuntamiento, ya que a diciembre del año pasado, los ingresos de libre disposición sumaron 426.3 millones de pesos, 13.4% más que lo registrado en 2015.

Ese factor, más el fortalecimiento en la recaudación propia y la reducción significativa en el gasto operativo (6.5 por ciento) fue determinante.

No es todo: ese ayuntamiento logró un ahorro interno de 73.4 millones de pesos en 2016; al tiempo que depuró; es decir, pagó el pasivo de administraciones pasadas.

Por otro lado, si al cierre de 2016 la deuda de ese ayuntamiento totalizó 251 millones, al concluir el primer semestre del presente año, la cifra se había logrado reducir de manera importante, para ubicarse en 237.3 millones de pesos.

El ayuntamiento tuxpeño sigue pagando los créditos contratados por la anterior administración; en 2013, por ejemplo, Tuxpan pidió cuatro créditos, por un monto de 192.3 millones de pesos.

El comunicado de Fitch señala destaca también que Tuxpan no presenta “contingencias en materia de pensiones y jubilaciones”, y que el municipio continúa haciendo frente a sus obligaciones por estos rubros a través del Instituto de Pensiones del Estado de Veracruz”.

Inversión por casi 3 mil millones de dólares

Por cierto, en cuanto al tema del desarrollo económico, Tuxpan se ha destacado por la llegada de una cuantiosa inversión: 2 mil 100 millones de dólares del gasoducto submarino que irá de Texas a este municipio del norte veracruzana (empresas IEnova y TransCanada); y 800 millones de dólares del proyecto Caoba (empresa mexicana Sierra Oil & Gas), a iniciar en la segunda mitad de 2017 y que está destinado al transporte y almacenamiento de productos derivados del petróleo.

Lo destacable del caso Tuxpan, al margen de la impresionante inversión pública y sobre todo privada, es que ese municipio no sólo despegó en el económico, sino que se convirtió en ejemplo de responsabilidad en el manejo de recursos; de ahí la alta calificación crediticia; porque mientras muchos alcaldes ya piden esquina a estas alturas de las administraciones, en este lugar de la huasteca baja veracruzana hay inversión, empleo y pago de las deudas heredadas por parte del gobierno local. @luisromero85