En esta segunda parte de la conversación, Francisco Galán habla de su formación, tanto en JazzUV como en Guadalajara y Miami, habla también de los músicos que lo han sido determinantes para su carrera, y de su ingreso a Xalli Big Band.
Época Florida
El 2015, me gané dos becas, la primera fue cuando fui a tocar con Guacamole a la Cumbre Tajín, en esa ocasión Berklee ofreció becas de talento, seleccionaron gente para que fuera a un programa que se llama Five Week. Gaby Moncayo se ganó la beca para ir a Boston y yo me gané la de Los Ángeles, California. A los tres o cuatro meses, fui al seminario que hace la fundación Tónica en Guadalajara y me gané una beca para ir a un intercambio de unas semanas a la escuela Frost School Of Music de Miami.
En el seminario de Tónica, tuve la oportunidad de tomar clases con Charlie Hunter. También tomé clases con Dave Douglas, un trompetista famosísimo que tocó en el San Francisco Jazz Collective, y él fue el que me recomendó para que quedara en el ensamble que iba a ir a Estados Unidos.
También tuve la oportunidad de tomar clases y tocar con Brian Lynch, que es uno de los trompetistas que yo veía, cuando empezaba a conocer el jazz, tocando con Art Blakey en las últimas épocas. Conocer a esa gente, es como estar a un paso de la verdad. Con él tomé lecciones hasta de vida porque me acuerdo que íbamos caminando en la calle, estaba sonando una cumbia en un bocina de una Farmacia de Similares y nos dijo oigan, hay que tocar una cumbia, y todos dijimos ¿cumbia?, ¿cómo crees? En el ensayo tocamos When Will The Blues, de Ornette Coleman, en un arreglo de cumbia, sonaba bien loco y el bato estaba entregándose en la trompeta.
También me acuerdo que Dave Douglas, en uno de los últimos ensayos llegó y dijo oigan, mientras estaba comiendo unos músicos estaban tocando en el restaurante, escuché una canción que me gustó y les pregunté su nombre, se llama La Bruja, hay que que hacerle un arreglo y montarla. A mí se me hizo bien loco porque este cuate llegaba con sus playeras de París Jazz Fest y de todos los festivales en los que ha tocado, y dijo hay que tocar esta rola, me gustó mucho.
Ese tipo de cosas me marcaron y me enseñaron que hay que estar abiertos a toda música, por eso, si me invitan a tocar salsa, toco salsa, si me piden que toque cumbia, la toco; no le hago el feo a nada que tenga que ver con la música.
Como mis posibilidades económicas no me daban para cubrir las dos becas, porque una era en enero y la otra era en junio, tuve que elegir y me decidí por la de Miami. Esa escuela está increíble, me acuerdo que cuando llegamos vi la oficina de Rubalcaba y dije no manches, bajamos y nos encontramos a Dafnis Prieto que iba a dar un recital para finalizar la maestría. Esa beca me dio la oportunidad de tomar clases con Dante Luciani, un trombonista de Miami.
También nos invitaron a participar al JEN —Jazz Education Network—, y ahí tuve la oportunidad de ver a [John] Patitucci, a Wycliffe Gordon, a John Alfred, a un montón de trombonistas. También tuve la oportunidad de tocar con Bobby Sanabria en una jam que coincidió con el día el día que murió Chocolate Armenteros, esa vez también estaba Brian Lynch y otros músicos que no recuerdo, me subí y empezamos a tocar puro latin.
Toques
Yo creo que la clínica que más me ha marcado ha sido la de Michael Dease, ese hombre toca la pura verdad, toca todos los estilos de jazz, tiene el swing, tiene una técnica increíble. También me tocó la clínica de Jeff Galindo, vino hace años, cuando vinieron Giovanni Hidalgo, David Sánchez y Melón [Iván Lewis]. Otro que me marcó fue Steve Turre.
Aparte de ir a clínicas de trombonistas, yo creo que de las cosas que más me han marcado es tocar con Miguel Zenón, es una persona a la cual admiro no solamente como músico sino como una persona que puede compartir tu idioma, las carencias que se pueden presentar en tu país. Me marcó mucho tratarlo, estar conviviendo con él haciendo música, montando sus arreglos y ver que es una persona seria y tranquila
Otra de las cosas que me marcó y me hizo decidirme por el jazz fue el concierto que dio el trío de John Patitucci en el Festival del Ayuntamiento, yo creo que es de los conciertos que más me han impactado, me parece memorable, Chris Potter haciendo maravillas, una comunicación entre ellos increíble, sales bajoneado (risas) pero con ánimos de seguir adelante.
Esas han sido algunas de las cosas que también me han marcado mucho.
Xalli
Cuando regresé de Estados Unidos continué en JazzUV y me titulé el 13 de junio de este año, mi concierto fue en el Teatro J. J. Herrera. Mis maestros de trombón en JazzUV fueron Jakub Dedina, Víctor Correa, Manuel Hernández y Héctor Díaz. También tomé clases con John Stringer un tiempo.
Empecé a trabajar con la Xalli [Big Band] el 1 o 2 de agosto. Ya conocía al maestro Raúl [Gutiérrez] porque daba clases en JazzUV hace muchos años y alguna vez lo fui a ver tocar con un proyecto que tenía que se llamaba los Seven Brothers. En septiembre del año pasado tenía un concierto con la Xalli, hacía falta un trombón y me invitó. Esa vez nada más fui de invitado, en enero de este año me llamó para decirme que había audiciones para entrar a la orquesta, pero yo andaba de gira en Chihuahua con Jazz House, no pude llegar a la audición y entró otra persona. A fines de julio se liberó un espacio y ya ingresé.
(CONTINÚA)
PRIMERA PARTE: Ver con el trombón
TERCERA PARTE: El dios de los vientos
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