José Alejandro Lemus era un paciente terminal de cáncer y, bajo la Ley de eutanasia de California conocida como «opción de fin de vida», pudo acelerar su muerte con la ayuda de medicamentos especiales.

El hondureño José Alejandro Lemuz murió en su casa de Wilmington, California, al acogerse a la muerte asistida bajo la ley de California que da la opción de poner fin a la vida (End of Life Option Act).

Él tenía 60 años de edad y sufría de un cáncer de próstata con metástasis en los huesos.

Pereció el Domingo de Pascua a las 4:09 de la madrugada, tras tomarse el medicamento que le recetaron.

La campaña Compassion & Choices detalló que don José estaba rodeado de sus hijos y seres queridos y se escuchaba de fondo la canción «La Última Caravana», que él mismo pidió.

Él fue el primer latino con una enfermedad terminal en Estados Unidos en anunciar públicamente sus planes de utilizar la ayuda médica para morir.

Uno por uno fueron llegando amigos y vecinos al pequeño departamento de don José en California.

Algunos llevaron rosarios, otros llegaron con botellas de agua bendita y encendieron veladoras blancas

mientras se escuchaba caer la lluvia afuera de la recámara del hondureño.

«Estoy muy agradecido por esta ley que me da la oportunidad de irme porque ya no voy a sufrir más», afirmó.

«Por mucho que yo quiera vivir para ver crecer a mis hijos, ya no puedo soportar más este sufrimiento», agregó.

Él hizo la petición

«Ya estoy preparado para esto. Lo bueno es que hay esta opción para tanto sufrimiento y dolor. Ya no tengo cura de este cáncer. Ya pedí perdón a las personas que he dañado y ofendido, y pedí perdón a mi Dios. ¡Ya estoy listo!», declaró dos días antes de su fallecimiento.

«Los tratamientos y los medicamentos no me ayudan en nada. Casi no me puedo levantar de la cama. Traigo convulsiones y temperaturas. No puedo hablar mucho porque me canso y me quedo dormido», añadió en aquel momento.

M°1

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