La ciudad de Chicago, conocida como la “ciudad de los vientos”, enfrenta desafíos significativos para acoger a los solicitantes de asilo que llegan en autobuses desde Texas, mientras las bajas temperaturas empeoran la situación.

Con temperaturas por debajo del punto de congelación, decenas de solicitantes de asilo buscan refugio en el piso superior de una biblioteca, mientras la falta de un plan a largo plazo genera preocupación entre voluntarios, grupos sin fines de lucro y los propios migrantes.

El crudo invierno que azota a gran parte del país ha exacerbado la situación, con temperaturas que han alcanzado los -15°C. Las imágenes y videos compartidos en redes sociales muestran una ciudad sumida en una especie de “apocalipsis”, con neblina en el Lago Michigan y calles desiertas en comparación con lo habitual.

No hay refugios suficientes para las personas en Chicago

La improvisación ha sido la estrategia principal de Chicago durante más de un año para acomodar a los recién llegados, utilizando desde autobuses estacionados hasta vestíbulos de aeropuertos y cuarteles de policía. Esta respuesta desordenada ha agotado a voluntarios y ha generado desconfianza entre los migrantes, quienes demandan un enfoque más estructurado y sostenible.

Más de 33,000 migrantes, principalmente venezolanos, han llegado a Chicago desde 2022, y casi 15,000 viven actualmente en 28 albergues. La falta de coordinación en la llegada de autobuses desde Texas ha complicado aún más la situación, generando caos en la distribución de los migrantes en la ciudad.

La educación también ha sido afectada, con la cancelación de clases en diversas regiones, incluyendo Portland, Chicago, Denver, Dallas, Fort Worth en Texas y en toda Nueva Inglaterra. Además, las cifras de mortalidad se han elevado con la trágica noticia de siete personas fallecidas debido a las gélidas temperaturas. Las autoridades instan a los ciudadanos a evitar la exposición en lugares abiertos y a abstenerse de utilizar el transporte público.

¿Qué pasa en Chicago con las bajas temperaturas?

Una gélida ola de frío ha sumido a gran parte de Estados Unidos en un invierno implacable, dejando calles congeladas y ríos convertidos en hielo, con temperaturas descendiendo incluso por debajo de los 30 grados bajo cero. Chicago se destaca como epicentro de la crisis, con imágenes apocalípticas que muestran un paisaje congelado.

La situación crítica ha provocado la implementación de operativos de emergencia, la pérdida de electricidad en unos 85 mil hogares y empresas, la cancelación de clases en varias regiones y, lamentablemente, siete muertes atribuidas a las extremas condiciones climáticas. Las autoridades instan a la precaución y a evitar la exposición al frío, mientras que el Servicio Nacional de Meteorología advierte que la tormenta invernal persistirá y se extenderá hacia el norte.

aztecachihuahua.com

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