La frase “¿con Dios o con el diablo?” que suele usarse para referirse a personas que no definen sus lealtades, bien podría aplicársele al subsecretario de Educación Media Superior y Superior de Veracruz, Jorge Miguel Uscanga Villalba, un personaje de origen priista, de aparente institucionalidad, que supo colarse en la confianza del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, pero que no duda en desacatar instrucciones-

Van dos botones de muestra. Uno: el 13 de julio de 2020, a través del Oficio número 110/2020, el mandatario veracruzano instruyó a la Secretaría de Educación, ante la necesidad existente en los Tecnológicos del Estado, de cursos y/o talleres de actualización, se exhortara a las instituciones “a privilegiar aquellos cursos que no generen costo para la institución o para los académicos”.

Sin embargo, en diciembre de ese mismo año, a través de la empresa Productividad, Mejora y Calidad S.A. de C.V., creada con prestanombres, facturó 902 mil pesos por un curso ofrecido al Instituto Tecnológico Superior de San Andrés Tuxtla por un programa de formación profesional en robótica, programa en formación en diseño de página web y en administración profesional de proyectos, entre otros conceptos. En la revisión de la Cuenta Pública de ese año, este curso mereció observaciones del Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz (ORFIS) por inconsistencias y falta de documentos.

Pero no sólo eso, ese mismo mes, antes de cerrar el presupuesto, en el mismo centro educativo se cobraron 401 mil 700 pesos por un “Curso para docentes” que al parecer nunca fue dado y así lo hizo constatar el ORFIS en sus observaciones: “Sin evidencia que compruebe el servicio contratado ni soporte como diploma o constancia de participación”. La fecha, según el documento del ente fiscalizador, el 15 de diciembre de 2020. Al otro año, el director José Ángel Nieves Vázquez decidió renunciar por las presiones y hostigamientos de Jorge Miguel Uscanga.

Estos ejemplos muestran cómo se ha operado en dicha subsecretaría, para beneficiar a una empresa en particular, siguiendo los viejos esquemas y prácticas comunes en los gobiernos priistas y panistas, que tanto han criticado los mandatos de la 4T.

Otro caso, de una persona muy cercana y de todas sus confianzas, es el de la maestra Martha Mendoza Rosete, a quien, según el registro 2023 de la plataforma de transparencia, ha tenido cobrando con montos de entre 8 a 15 mil pesos en instituciones como El Colegio de Educación Profesional Técnico del Estado de Veracruz; el Instituto Tecnológico Superior de Huatusco; y el Ayuntamiento del puerto de Veracruz que preside la esposa de Miguel Ángel Yunes Márquez, Patricia Lobeira de Yunes.

Los montos que ha recibido en el gobierno blanquiazul son de 15 mil pesos y los conceptos son de “supervisor” y “auxiliar administrativo”. Su alianza con la familia Yunes no es nueva, viene de mucho tiempo atrás y se consolidó durante el periodo del bienio gubernamental de Miguel Ángel Yunes Linares.

Martha Mendoza Rosete es pieza clave en esta maraña de intereses del subsecretario Jorge Miguel Uscanga Villalba, en donde destaca también la figura de Víctor Manuel Arcos Feria, director del Instituto Tecnológico Superior de Huatusco, uno de los operadores más cercanos en la red del funcionario estatal y de los tan observados “cursos de capacitación”. Además, Arcos Feria ha sido acusado durante su gestión por desorden administrativo, y por tolerar los casos de acoso.

Más allá de la red de complicidades, lo interesante del personaje es la manera en que se mueve, al viejo estilo, poniendo en entredicho la confianza que el gobierno de la 4T le ha dado.

@luisromero85