Junto con Fidel Herrera y Miguel Ángel Yunes, Dante Delgado es uno de los políticos contemporáneos más destacados de Veracruz.

Fue gobernador del Estado –aunque no ganó el cargo en las urnas, sino como sustituto de Gutiérrez Barrios–, embajador de México en Italia, dos veces senador, y diputado federal, además de fundar un partido que ha logrado permanecer y crecer en las preferencias: Convergencia por la Democracia, hoy Movimiento Ciudadano.

De esa colección de cargos, Delgado Rannauro sólo pasó dos veces por la prueba de las boletas electorales: hace casi cuatro décadas, en 1985, cuando fue diputado federal por el PRI; y en 2006, cuando llegó al Senado postulado por la alianza PRD-Convergencia-PT.

Su lista de derrotas incluye dos intentos por ocupar el gobierno estatal, en 2004, cuando perdió contra Fidel Herrera; y en 2010, cuando fue derrotado por Javier Duarte.

Por otro lado, en la hoja de vida de Dante Delgado está la fundación de uno de los pocos partidos políticos que ha permanecido vigente desde hace 24 años; y a pesar de que tres de sus más importantes cargos fueron por designación –como la gubernatura, la embajada y el actual escaño en el Senado por representación proporcional– no se le puede discutir su capacidad política, que le ha llevado a permanecer en dicha actividad desde hace más de 40 años.

Hoy, el nombre de Dante Delgado vuelve a sonar previo a un nuevo proceso electoral; no como aspirante a la gubernatura de Veracruz, sino como posibilidad para aparecer en las boletas en el contexto de la sucesión presidencial.

Este martes, el veracruzano se encartó como una posibilidad de MC para buscar la Presidencia de la República en 2024; y aunque soltó otros cuatro nombres (Luis Donaldo Colosio, Jorge Álvarez Máynez, Samuel García y Patricia Mercado), su inclusión en la lista llamó la atención en Veracruz.

No es que no le vean posibilidades de asumir una candidatura competitiva; tampoco que sus más de 70 años sean un impedimento; no se le observa incapacidad o falta de un discurso articulado; es un tema de cálculo político electoral: si bien el MC es gobierno en dos estados –Nuevo León y Jalisco–, de acuerdo con el más reciente proceso, 2021, este partido no representa ni siquiera el 7 por ciento de los votos.

Este partido fue fundado en 1999; y hasta hoy nunca ha participado sin alianza en una contienda presidencial: en el año 2000 se sumó a la “Alianza por México”, que con PRD, PT, Convergencia, PAS y PSN postuló a Cuauhtémoc Cárdenas; en 2006 integró junto con el Sol Azteca y el PT la “Coalición por el Bien de Todos”, con López Obrador como abanderado; en 2012 impulsó al Movimiento Progresista (PRD-MC-PT) una vez más con AMLO; y en 2018, MC se fue con Ricardo Anaya a la alianza “Por México al Frente”, con el PAN y PRD.

Todos esos procesos tuvieron un común denominador para MC: en las elecciones presidenciales, el partido naranja no ha participado en solitario; y nunca ha integrado una alianza ganadora.

La única duda es si 2024 será la primera experiencia de MC en una elección por la Presidencia de la República, o si el partido de Dante Delgado sólo estira la cuerda para negociar en mejores términos su incorporación a la alianza opositora.

@luisromero85