El reino animal está lleno de criaturas con ojos de colores extravagantes: los grandes búhos cornudos, por ejemplo, lucen impresionantes ojos dorados, mientras que los gatos ven a través de ojos de color verde brillante, amarillo o incluso naranja. Pero, ¿te has preguntado alguna vez por qué los humanos no muestran tan coloridos ojos? Hoy te presentamos una colección de los ojos más raros del mundo animal. 

En realidad, estos sorprendentes colores de ojos de animales no son tan diferentes de los de las personas.

Cuando las personas hablan sobre el color de los ojos, en realidad nos referimos al color del iris, un anillo muscular (conocido como esfínter) dentro del ojo. Si el iris contiene mucha melanina o pigmento, entonces el ojo aparecerá de color marrón. A medida que disminuye la cantidad de melanina, el color de los ojos aparece como avellana, verde o azul.

El tono naranja es en realidad un ámbar. El color dorado es una variación del marrón y todas las coloraciones son variaciones a lo largo de una línea de color muy común, desde el marrón, pasando a ámbar, avellana, de ahí a verde y a azul.

Con algunas excepciones, como la rana arbórea de ojos rojos, el rojo generalmente no se incluye en esta escala de colores. Es un error común pensar que los individuos albinos tienen ojos rojos. En realidad, sus iris no tienen ningún pigmento, porque el gen que controla la producción de melanina está completamente desactivado en el albinismo. En cambio, el color rojo proviene de los vasos sanguíneos que soportan el iris.

El color de los ojos puede parecer que cambia cuando los ojos de una persona se dilatan o se contraen. Cuando un ojo está dilatado (es decir, cuando la pupila es grande para que pueda captar más luz), el iris se comprime y puede verse más oscuro porque el pigmento está apelotonado en un área más pequeña.

En contraste, cuando el ojo se contrae, en un día soleado y brillante, por ejemplo, la pupila se contrae y el iris crece de tamaño. Cuando esto sucede, el color del iris puede parecer menos intenso, porque el pigmento está más extendido.

Pero independientemente de si un iris está dilatado o constreñido, lamentamos decir que es altamente improbable que los humanos tengan los mismos colores de ojos que los búhos o los gatos.

 

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