El Chat GPT puede escribir, realizar cálculos matemáticos, generar imágenes, programar, monitorear, aprender estrategias e incluso escribir ‘poemas’. Pero aunque pueden sustituir decenas de tareas de distintas profesiones, hay una habilidad que no podrán alcanzar y que salvará a los humanos de ser desplazados por los chatbots.

Una investigación de la Universidad de Princeton enumeró las 20 profesiones con más probabilidades de ser sustituidas por un chatbot de inteligencia artificial, al estilo de ChatGPT. Y la propia empresa creadora de este programa, OpenAI, también lanzó su propio estudio para analizar el nivel de riesgo que tiene cada profesión ante la llegada de esta tecnología.

Sin embargo, existe un debate sobre cuál es la capacidad real de la IA para remplazar profesiones cuyo componente principal es el pensamiento complejo. Aquí enumeramos las profesiones que supuestamente corren más peligro y los argumentos en contra.

Profesiones en riesgo por la IA

La Universidad de Princeton realizó un modelo donde enumera las siguientes profesiones o, mejor dicho, industrias más expuestas ante la llegada de programas como ChatGPT:

  • Vendedores de call center
  • Profesores de Literatura
  • Profesores de lenguas extranjeras
  • Profesores de Historia
  • Profesores de Derecho
  • Profesores de Filosofía y Religión
  • Profesores de Sociología
  • Profesores de Ciencias Políticas
  • Profesores de Justicia Penal y Aplicación de la Ley
  • Sociólogos
  • Profesores de trabajo social
  • Profesores de Psicología
  • Profesores de Comunicaciones
  • Politólogos
  • Profesores de estudios culturales
  • Árbitros, mediadores y conciliadores
  • Jueces y magistrados
  • Profesores de Geografía
  • Profesores de Biblioteconomía
  • Psicólogos clínicos, de consejería y escolares

El método utilizado por los investigadores consistió en un desglose de las habilidades que requiere esta ocupación y en una medición de la exposición a los avances de las diferentes aplicaciones de la IA.

No obstante, aún no está claro si el resultado final de la aplicación de las nuevas inteligencias artificiales redundará en una sustitución completa o simplemente en cambios en los roles del trabajo. En algunos casos complementará las habilidades de los profesionales y elevará su productividad.

El estudio de OpenAI

La empresa que creó el ChatGPT también realizó su propia medición, cuyo resultado sugiere que el 80% de los trabajadores se verán afectados en el 10% de sus tareas diarias. Mientras casi el 20% se vería afectado en la mitad de sus tareas.

Destacan algunas ocupaciones que, en el modelo de OpenAI, tienen el 100% de sus tareas expuestas al desarrollo de la Inteligencia Artificial. Es decir, que todas esas tareas podrían ser realizadas por un programa como ChatGPT.

Estas carreras son, por ejemplo, matemáticos, asesores fiscales, Analistas Financieros Cuantitativos, Escritores, Diseñadores de páginas web, auditores, secretarios y asistentes del área legal, entre otros.

Ambos estudios , sin embargo, coinciden en que estas estimaciones pueden significar que la Inteligencia Artificial podrá ayudar a ahorrar tiempo, automatizar tareas y elevar la productividad, pero no necesariamente sustituir por completo las ocupaciones.

La inteligencia humana contra la inteligencia artificial

La inteligencia artificial, como la del chat GPT, está diseñada para “aprender” de manera ilimitada, pero es incapaz de distinguir por sí misma lo posible de lo imposible, de acuerdo con el lingüista Noam Chomsky . Esta característica está contrapuesta a la inteligencia humana, cuyo proceso de pensamiento se basa en posibles explicaciones y corrección de errores. Lo cual limita gradualmente las posibilidades que se pueden considerar racionalmente. “Los sistemas de aprendizaje automático pueden aprender tanto que la tierra es plana como redonda”, señala el filósofo.

Es decir, la capacidad deductiva e inductiva del pensamiento humano dista mucho de la capacidad de recopilación, síntesis y descripción de datos en que se basan los programas como el Chat GPT.

El humano puede tener un pensamiento crítico y esta característica es esencial para algunas profesiones donde se requiere interpretar, contrastar, deducir y, finalmente, tomar decisiones en torno a dicho resultado. Los jueces, por ejemplo, podrían no estar tan amenazados después de todo, aunque algunos procesos útiles para sus deliberaciones podrían ser automatizados.

¿Cuánto elevará la productividad el ChatGPT?

Esta tecnología está en constante evolución y sus aplicaciones apenas comienzan. Sin embargo, un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) hizo un experimento con 444 trabajadores de «cuello blanco», oficinistas o también llamados godinez.

Un grupo de trabajadores utilizó el ChatGPT para reaizar un cúmulo de tareas administrativas. Al final, tenían que evaluar el trabajo y su mejora en términos de eficiencia, velocidad de realización de las tareas y calificar si el chatbot realmente ayudó o hizo más confusas las tareas.

El resultado fue que el grupo que usó el chatbot fue 37% más rápido que quienes no lo hicieron, con un nivel de calidad muy similar que, además, fue mejorando en la medida que los trabajadores se adaptaban más a la incorporación del chatbot a sus tareas.

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