Por: Samuel Aguirre Ochoa

Con anterioridad he sostenido que el estado de Veracruz se encuentra hecho un desastre en todos los ámbitos de la vida y la renuncia del Secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, el pasado 20 de octubre es el preludio del desmoronamiento de la administración del morenista Cuitláhuac García Jiménez. Veamos.

En el terreno económico es el segundo estado con el mayor número de pobres en el país; en el 2022 la industria decreció en 6.3 por ciento con relación al 2021, con su respectivo incremento en el desempleo; la población con ingresos inferiores a la línea de pobreza es del 64.5% y la economía decreció, pues de acuerdo al Observatorio de Finanzas Públicas y Desarrollo Regional de la Universidad Veracruzana, el Producto Interno Bruto Estatal (PIBE) cayó en -3.9 % durante el periodo de 2019-2021.

En lo social, la población sin acceso a los servicios de salud se duplicó del 2018 al 2020; un millón 389 mil veracruzanos tienen problemas con la vivienda por calidad y carencia de espacios; y en términos porcentuales los veracruzanos tienen el tercer lugar nacional en rezago educativo (15.5% de la población), puntaje superior a la media nacional que es de 10.9%; no se ha formado una sola reserva territorial para dotar de lotes de interés social a la población de escasos recursos económicos y en el campo se quitaron los apoyos de fertilizantes y semilla subsidiada que ayudaban al productor a incrementar la producción y productividad.

En seguridad, de acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en menos de dos años se han cometido en el estado de Veracruz más de 2 mil 407 homicidios dolosos, 180 feminicidios y 428 secuestros. Y a eso súmele que de acuerdo con el INEGI, más del 90 por ciento de los delitos perpetrados no se denuncian, se han incrementado los secuestros, el cobro de piso, las extorsiones, etcétera.

El nepotismo y la corrupción están a la orden del día, pues es conocido el enriquecimiento ilícito de varios funcionarios públicos quienes están al frente de las dependencias estatales, las constantes caídas en subejercicio por parte de gobierno del Estado, curiosamente ningún presidente municipal morenista ha denunciado a su antecesor del mismo partido por las inconsistencias administrativas encontradas en el proceso de entrega recepción, la existencia de despachos contables encargados de limpiar las cuentas públicas y el reciente caso del diputado local morenista Juan Javier Gómez Cazarin, flamante presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), quien fue evidenciado a través de un audio en redes sociales instruyendo a su hermano “El Chiqui” para que amenace a la alcaldesa de San Andrés Tuxtla, María Elena Solana Calzada, para que le entregue los moches que acordaron que la misma le aportaría, cuando la hizo candidata a la presidencia de ese municipio por Morena.

Y en lo político, son del todo conocidos los métodos represivos utilizados por el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez y sus operadores políticos para golpear a sus adversarios, quienes utilizan la fuerza pública para reprimir manifestaciones de sectores que solicitan atención del gobierno; han utilizado la ley para fabricar delitos a sus opositores y encarcelarlos, utilizan a sicarios para sembrar el terror entre las organizaciones y presidentes municipales que no son de su partido y las amenazas en contra de los periodistas que critican sus malas políticas. Las puertas de palacio de gobierno están cerradas al público desde el inicio de la administración de Cuitláhuac García, a pesar de ser la casa de los veracruzanos, no se atienden las demandas y necesidades de los colonos, de los campesinos y de los estudiantes y hay un intento por conculcar los derechos de petición y libre manifestación conquistados por el pueblo a lo largo de sus luchas históricas.

Se utilizan a grupos de choque y a la propia policía en los procesos electorales para favorecer a los candidatos de MORENA.

Por todo lo anterior, el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez está desprestigiado ante la opinión pública, sin embargo, esto no parece importarles y están dispuestos a eternizarse en el poder a costa de lo que sea, utilizando todos los métodos ilegales, violentos y sucios a su alcance y la trilogía encargada de operar esta atrocidad la encabezan el secretario de Gobierno, Erick Patrocinio Cisneros Burgos, el ahora ex secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutierrez Maldonado y el presidente de la junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, el diputado Juan Javier Gómez Cazarin.

Esta trilogía creyó que los veracruzanos son incapaces de razonar correctamente y que pueden abusar de ellos, pero están equivocados, tal como les ha sucedido a otros políticos que han menospreciado la capacidad de los ciudadanos y que el tiempo se ha encargado de ubicarlos en el basurero de la historia.

Esta trilogía ya empezó a desgranarse y así seguirán cayendo poco a poco empujados por los veracruzanos pensantes y valientes que no están dispuestos a dejarse manipular ni asustar por aprendices de sátrapas: pues ya cayó la cabeza de uno de ellos, Hugo Gutiérrez Maldonado, ex titular de la Secretaría de Seguridad Publica y sus mandos policíacos, señalados por vínculos con el crimen organizado, tortura, asesinatos y una desaparición forzada, la del ex director de la Polícia Via, el “Archie”, la bomba que lo echó de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz.

Además, este personaje tiene un negro historial, en noviembre de 2016, fue destituido del cargo de director del Centro de Operaciones Estratégicas de la Procuraduría de Justicia de Nuevo León por presuntos vínculos en la ola de secuestros y cobro de piso ocurridos en ese estado. Y, también, en 2012 fue despedido de la Secretaría de Seguridad en Saltillo, Coahuila, por haber sido vinculado a secuestros, cobro de piso y violaciones a derechos humanos.

Como era de esperarse, el gobernador de Veracruz salió en defensa de este ex funcionario simplemente por ser de Morena, está consciente del perverso papel que jugaba pero no pudo retenerlo en el puesto debido al involucramiento del ex funcionario en acciones fuera de ley. Tenía que salir en su defensa tal como ha defendido el presidente Andrés Manuel López Obrador a Cuitláhuac García por su fallido gobierno.

El gobernador dirá misa, pero los actos de corrupción de sus funcionarios, la creciente problemática social en Veracruz y su incompetencia para gobernar serán la causa de que las clases trabajadoras veracruzanas tarde que temprano los saquen del poder. El desconocimiento de la economía, la falta de una visión de Estado, la falta de trayectoria en la lucha social y de una filosofía verdaderamente humana y científica harán explotar a la 4T.