Quienes le piensan para pagar más por una cerveza artesanal se equivocan porque además de que está hecha con amor, una cerveza industrial no es una cerveza de verdad, señala Lucila Vilchez, productora de la marca xalapeña “Chela Chila”.

Expresa que una cerveza industrial es elaborada con maíz, arroz, saborizantes y conservadores e infinidad de productos químicos para darle sabor que no es el de una cerveza de verdad, “ni siquiera le ponen lúpulo”.

“Cuando toman artesanal la gente nota que la diferencia con la industrial es abismal, ya no le sientes el mismo sabor, la artesanal tiene malta, lúpulo, tiene cuerpo…”.

Comenta que “Chela Chila” tiene tres presentaciones: cuartito, media y caguama, así como tres sabores: clara, ámbar y oscura.

La primera elaborada con toques de miel, la dos últimas con avena y piloncillo huasteco, que le dan su toque especial, pero sobre todo “elaborada en casa, en lotes pequeños y con mucho amor”.

“Para el disfrute de una chela única, nosotros mismos tostamos la malta y molemos los granos manualmente, usando granos de tueste especial en casa y recién molidos al momento de hacer la cerveza. Por eso el sabor tan único de Chela Chila, la cerveza casera que te hará amar la cerveza artesanal”.

Cuestionada sobre puntos de venta, responde que esta marca se vende directamente al cliente o consumidor, porque en la cadena de venta mucha gente abusa y terminan llevándose la ganancia en lugar del productor.

“No debería ser así, en ningún lugar y circunstancia, no, uno hace el esfuerzo, trabajo y chamba y si me duele mucho cuando las personas le sacan más lana al venderla, por eso prefiero venderla directamente”.

Para ponerse en contacto con “Chela Chila”, consultar su página de Facebook e Instagram.

AVC

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