Los insectos han acompañado al ser humano desde el principio de la humanidad, por tal motivo no es extraño encontrar que su presencia en narraciones mitológicas, novelas y textos científicos, eso fue parte de lo que compartió el booktuber y promotor de lectura Bruno Segura este martes durante la 32° Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil.

Durante su charla “Insectos librófagos… ¿libros entomófagos?” Segura hizo un ameno recorrido por la presencia de diversos insectos como los chapulines, la grana cochinilla, la abeja melipona, las libélulas y los mosquitos en las culturas prehispánicas.

Algunos de estos importantes como las abejas por la utilización de la miel y la cera en la vida cotidiana de los pueblos originarios, otros relacionados con divinidades como las mariposas con Itzpapalotl, diosa patrona de los chichimecas y los habitantes de tula, pero otros motivo de mal agüero como las hormigas:

“Que ellos creían que si veías una hormiga en tu casa significaba que un enemigo te había declarado la guerra, yo francamente ya me hubiera infartado porque frente a mi casa siempre pasan un montón de hormigas” comparte entre risas el booktuber tras comparar las creencias antiguas con las actuales.

Si bien, como recuerda Segura “antes que el libro fue la palabra oral” y por ende para entender la presencia de los insectos en la literatura hay que remitirse a las mitologías de los pueblos, son un tema que trascendieron a lo que ahora conocemos como literatura moderna.

Tal es el caso de los tres libros que el promotor de lectura eligió para establecer este vínculo entre la literatura, la ciencia y los insectos: Cazadores de microbios Paul De Kruif, El origen de las especies de Charles Darwin y La metamorfosis de Frank Kafka.

Respecto al primero de estos libros, “Cazadores de microbios”, Segura comparte que se trata de un libro que muestra las hazañas de científicos como Anton van Leeuwenhoek, padre del microscopio; Theobald Smith quien descubrió que una garrapata causaba enfermedades en poblaciones de Estados Unidos o David Bruce quien dedicó parte de su vida a la investigación de enfermedades tropicales y descubrió que la mosca tsetsé transmitía la nagana o enfermedad del sueño.

Por su parte, la obra más conocida de Kafka “La metamorfosis” es una interesante propuesta que plantea la historia de Gregorio Samsa, un hombre que despierta convertido en un enorme insecto y las implicaciones que esta transformación le causa para comunicarse y mantenerse en contacto con la sociedad.

El último libro es “El origen de las especies” que “puede parecernos un libro aburrido y que sólo deberías leer si vas a estudiar biología, pero en realidad es un libro entretenido en donde Darwin nos muestra lo fabuloso que es el mundo biológico que nos rodea, lo fabuloso que es descubrirlo, nos abre esa ventana para entender lo que hay a nuestro alrededor y que eso motivó la ciencia, la filosofía, el arte”.

Recordando este vínculo entre la filosofía, la ciencia y el arte, Bruno Segura terminó su conferencia invitando a los asistentes a dejarse contagiar por el amor a la literatura y de ser posible, convertirse, al igual que las polillas (temor de todos los amantes de los libros) y devoren cuanto libro puedan:

“Los invito a que ya que estamos en este festín de libros, también se vuelvan librofágos, pero no con el aparato digestivo, sino con estas plataformas que tenemos naturalmente para expresar nuestras ideas: nuestros cerebros”.

AVC

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