La noche del jueves 2 de junio Marlon “N” debió sufrir de insomnio. Horas antes la diputada Anilú Ingram Vallines había llevado a la tribuna del Congreso una iniciativa para reformar el artículo 345 del Código Penal y castigar a quien encubra o financie a presuntos feminicidas. Y la pura iniciativa lo dejó en la indefensión.

Es casi seguro que quien lo protegía debió sentirse presionado y habló con él para decirle que una cosa era ayudarlo de cuates y otra muy distinta ir a prisión por encubrirlo. “Así que con la pena Marlon, pero te vas a tener que ir”.

Quizá por eso el presunto asesino de la joven Montserrat Bendimes Roldán, llegó el viernes temprano a la Comisión Estatal de Derechos Humanos para decir que se entregaría, pero que le garantizaran que no lo maltratarían en prisión.

Lo que dijo la Fiscalía General del Estado horas después mediante un comunicado (Policía ministerial detiene a Marlon ‘N’ tras cateo en la casa de su abuela en Mérida, Yucatán…) fue una vil falacia.

De las oficinas de la CEDH en Xalapa hablaron a la FGE para decir: “Acá está el presunto feminicida de Monse, vengan por él”. Por lo que su detención no fue un triunfo de los agentes ministeriales que lo andaban buscando a 1,200 kilómetros de distancia y tampoco de la Fiscal Verónica Hernández Giadáns.

Pero en plena euforia por el Salsa Fest, el gobernador Cuitláhuac García escribió en sus redes: “Felicidades Fiscal, tu profesionalismo y eficacia han demostrado que la procuración de justicia se transforma en Veracruz para garantizar cero impunidad, particularmente en las agresiones a las mujeres”.

Es decir, el gobernador volvió a meter la pata.

Quizá para evitar que le sigan diciendo despistado, medio enderezó las cosas al manifestar ayer lunes que Marlon se entregó porque se sentía acorralado y la FGE nada tuvo que ver en su aprehensión. Pero la metida de pata ya la había dado.

Lo cierto es que la Fiscal se hizo bolas y armó un enredijo con la detención que puso en ridículo (una vez más) al señor gobernador.

Reitero lector, pienso que el detonante que dejó en el desamparo a Marlon fue la propuesta de la diputada Anilú Ingram (nacida del colectivo Brujas del Mar y otras organizaciones feministas); que debió doblar a quienes lo escondían y obligó al presunto feminicida a entregarse.

Otro caso que se ha enturbiado y no precisamente por la eficiencia de la Fiscal, es el de Viridiana Moreno desaparecida en Cardel el 18 de mayo y presuntamente asesinada en Chachalacas el 25 de ese mes.

Los padres de la joven de 31 años, dijeron que el trabajo de Hernández Giadáns carece de credibilidad pues no ha demostrado a satisfacción que el cadáver que les presentaron sea el de Viridiana.

La señora Aurora Vázquez Rosales, madre de la desaparecida, dijo en conferencia de prensa que hay al menos cinco inconsistencias que le permiten afirmar que los restos humanos que vio no corresponden a los de su hija, como tatuajes y cicatrices que tenía Viridiana y no aparecen en el cadáver que vieron en la morgue.

El abogado Tomás Mundo Arriasa, asesor jurídico de la familia, anunció que pedirá que se practique en un laboratorio de la Ciudad de México un cruce del ADN de los padres y de las partes del cuerpo que les mostraron, además de la prueba de antropología forense para determinar si esos restos son los de Viridiana.

Por este caso la Fiscal está una vez más contra la pared.

Contra lo que piense el gobernador, Hernández Giadáns no ha mostrado ni profesionalismo y mucho menos eficacia al frente de la FGE.

Más de 2 mil detenciones arbitrarias por “ultrajes a la autoridad”; juicios amañados como el de July “N” condenada a 60 años de prisión por un crimen que no cometió, la retención en prisión de José Manuel “N” a pesar de que un juez ordenó su liberación, el ridículo que hizo al detener y acusar de asesinato a un joven cuyos nombres resultaron homónimos de un presunto delincuente, son algunas muestras de su ineficacia y falta de profesionalismo.

Este lunes anunció la detención de Armando “N”, presunto asesino de las reporteras Yesenia Mollinedo y Sheila Johana García y las redes comenzaron a repiquetear: ¿Segura Verónica que ese sí es el asesino? ¿No se tratará de otra homonimia?

Verónica Hernández no sólo es un ejemplo palpable de la ineptitud de un funcionario, sino que se ha convertido en la botana de los veracruzanos que ya le perdieron el respeto, si es que alguna vez se lo tuvieron.

También se ha convertido en un lastre para la 4T en Veracruz; tan es así que al parecer Cuitláhuac revisa con atención las fichas curriculares de un posible reemplazo.

¿Será verdad el trascendido o el gobernador la seguirá aguantando?

Veremos.

bernardogup@nullhotmail.com