Si has ido a una revisión ginecológica, reconocerás que, la mayoría de las veces, la peor parte es cuando la doctora te pide que coloques las piernas en posición para meter un artefacto que parece sacado de tu peor pesadilla. El espéculo o “pato” es un instrumento que, aunque viene en muchos tamaños, suele ser molesto y muy incómodo.

Desafortunadamente, este es un mal que necesitamos sufrir para saber que todo anda bien con nuestra vagina, y si no es el caso, poner manos a la obra. Sin embargo, un grupo de diseñadoras estadounidenses ha trabajado, durante meses, en un nuevo modelo que al parecer, será mucho más amigable con la anatomía femenina.

Historia del espéculo

El espéculo o “pato” fue diseñado por J. Mario Sims, conocido como el “padre de la ginecología”. Es muy probable que Mario, al ser un hombre, nunca haya experimentado la sensación de tener un instrumento de ese calibre dentro de su cuerpo, por lo tanto es normal suponer que no tomó en cuenta si su invención lastimaba o no a las pacientes.

Este consiste en un cilindro hueco, ya sea de plástico o metal, que tiene un extremo redondeado que se divide en dos partes, algo así como el pico de un pato. El espéculo se inserta en la vagina para que sea más fácil examinar.

Hacia 2001, otro intento de rediseño salió al mercado. Su nombre es Veda-scope y consiste en un cilindro que infla la vagina con aire limpio, algo menos doloroso para las paredes vaginales pero es mucho más costoso que uno de diseño original. ¿El creador? Un hombre llamado Clemens van der Wegen.

Por fin, un diseño creado por mujeres

Sería lógico pensar que un instrumento médico usado principalmente para las mujeres debía haber sido inventado o aprobado por ellas. Pero esto no fue el caso, aunque afortunadamente la historia está cambiando.

Las inventoras de este nuevo diseño son Sahana Kumar, Hailey Stewart, Rachel Hobart y Fran Wang. Luego de experimentar mucho dolor y ansiedad en sus consultas ginecológicas, decidieron que el tiempo de cambiar la historia y hacer que los instrumentos fueran mucho más cómodos.

Todo comenzó como una idea entre Kumar y Stewart quienes trabajan juntas en la compañía Frog Design, después de platicar la idea decidieron invitar a sus amigas ingenieras Hobart y Wang, al proyecto. Las cuatro mentes brillantes se dispusieron a crear “Yona” (sí como Baby Yoda, pero con n), un nuevo especulo que fuera igual de eficaz pero menos invasivo y doloroso.

Lo primero que hicieron fue realizar un estudio en donde pudieran descubrir si eran las únicas que pasaban por este dolor. SPOILER: obviamente no fueron las únicas.

El equipo de Yona creó un nuevo diseño que ahora está cubierto de silicona quirúrgica y, en lugar de tener dos picos, cuenta con tres hojas que pueden abrirse suavemente, así que también dile adiós al tétrico rechinido de un “pato” mal aceitado.

A pesar de que el nuevo diseño aún es un prototipo, ha recibido muy buenas críticas. Por ejemplo, Lisa Jongewaard, del sitio The Lily, el primer periódico creado por mujeres, señaló que entre los beneficios está que es mucho más amigable para las pacientes y a la vez, es más cómodo para los ginecólogos.

Según Stewart, una de sus creadoras, en 2014, el Colegio Americano de Médicos dejó de recomendar los exámenes pélvicos por “daños, el miedo, la ansiedad, la vergüenza, el dolor y la incomodidad” que provocan en las mujeres, ya que, también afecta los resultados del examen.

La creación de un apartado diseñado por mujeres y para mujeres representa un gran paso en la historia de los instrumentos ginecológicos. Quizá el cambio de perspectiva, con la empatía que conlleva, ayude a la medicina a seguir avanzando

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