La retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán se ha completado en más de un 90%, según anunció este martes el Departamento de Defensa.

El Pentágono aseguró haber entregado oficialmente siete antiguas bases estadounidenses a las fuerzas de seguridad afganas y que evacuó el equivalente a casi 1.000 cargamentos de equipo en aviones C-17 del país, antes de la fecha límite de septiembre para completar la retirada.

Lanzada en respuesta a los atentados del 11 de septiembre de 2001, la guerra en Afganistán ha costado la vida a decenas de miles de afganos y a unos 2.400 soldados estadounidenses, así como una fortuna a la Casa Blanca.

Soldados estadounidenses sentados bajo una bandera estadounidense recién izada para conmemorar el décimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre en la base de operaciones avanzada Bostick en la provincia de Kunar, Afganistán, en una foto tomada el 11 de septiembre de 2011. (Foto AP / David Goldman, archivo)

Los estadounidenses comenzaron a para partir de Afganistán dejando atrás un país profundamente dividido que podría volver a caer en manos de los talibanes, decididos a imponer el mismo régimen fundamentalista que aplicaron cuando estuvieron en el poder entre 1996 y 2001.

Lo que para Estados Unidos había comenzado como una simple misión para expulsar a Al Qaida de sus santuarios se transformó en guerra total contra los talibanes. A pesar de su poderío militar, Washington no logró imponerse.

El futuro de Afganistán tras la partida de las últimas tropas extranjeras, prevista a más tardar el 11 de septiembre, es muy incierto.

Estados Unidos planea completar su retirada de Afganistán al terminar agosto, días antes de lo previsto inicialmente, aunque mantendrá una presencia diplomática en el país, dijo el pasado viernes la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki.

“Ahora mismo, esperamos completarla para el final de agosto”, afirmó Psaki en su rueda de prensa diaria.

INFORMACIÓN/AFP Y EFE

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