Las manos que han escarbado la tierra para buscar restos óseos de personas desaparecidas, hoy hicieron lo mismo para hacer un hoyo en el parque “La Estación”, donde depositaron un árbol de encino, que promete echar raíces, crecer y sostener la foto de un ser querido del que nada se sabe.

Al parque ubicado en la avenida Miguel Alemán, arribaron 15 madres de igual número de personas desaparecidas, algunas iban acompañadas con sus otros hijos, las nueras, los nietos o el esposo, y otras más llegaron solas.

En una de las pendientes del bosque, Maurilia Cruz Contreras, madre de Jorge Antonio Torres Cruz, desaparecido desde el 20 de abril de 2012, en Xalapa, sembró su árbol.

“Lo hago con mucho cariño para mi Jorgito, todos los días le hablo a su foto y le he digo: Mijo dónde quiera que estés cuídate mucho, regresa mijito, te estoy esperando, en tu casa con tu papá. Yo le digo: Mijo si ya tuviste otra familia por donde andas, tu ven, con uno o dos nietos más yo te recibo con los brazos abiertos, y si frijolitos como yo, frijolitos comerán mis nietos. Dónde quiera que estés mijo que te llegue el mensaje: te sigo buscando, te sigo esperando”, dijo Maurilia Cruz.

En el lugar estaban las integrantes de los colectivos “Buscando Corazones Perdidos Xalapa”, Nancy Bolaños Rodríguez, y Por la Paz Xalapa, Sara González Rodríguez, y la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Namiko Matzumoto Domínguez.

Otro de los árboles fue sembrado por la madre de Jesús Cástulo González Aguilar, desaparecido el 05 de noviembre de 2011 en el tramo de Banderilla a Xalapa.

La madre de Jesús Cástulo no quiso dar su nombre, sin embargo recordó su hijo tenía 35 años en el 2011, y ahora mismo tiene 45 años, por ello recomendó a las familias cuidar a sus hijos e hijas jóvenes y tener comunicación con sus adolescentes.

“Para las mamás ha sido mucho dolor el andar buscándolos, por eso hablen con sus hijos, la juventud está demasiado intolerante por la pandemia, quisieran salir a divertirse pero en esas divertidas desgraciadamente nos enteramos que los vemos salir de casa, pero en ocasiones ya no regresan” expuso.

Otra mamá de nombre María, expresó que la siembra del árbol le ocasionó “mucha tristeza”, porque aunque siembre mil árboles, sabe que nada suple la presencia de su hijo Jesús Antonio Ramírez Hernández desapareció el 14 de abril del 2012 en Xalapa.

“Nos da la oportunidad de sembrar el árbol y asociarlo con la desaparición de nuestro hijo, es cómo tener algo ahí de él, o tener un lugar donde visitarlo, es representativo, y aunque sembrara miles de árboles, ningún árbol suplirá la ausencia de nuestros hijos, pero reforestar es bueno, y éste árbol lo dejaré para que se acuerden de mi hijo” explicó la señora María.

Los 15 árboles fueron donados por el ayuntamiento local, y con la asesoría de la ingeniera forestal, Alma Edith López Hernández se prevé que los árboles podrán alcanzar una altura de tres metros, porque son nativos de la región y estarán cuidados por los familiares de personas desaparecidas.

En voz de Sara González y Nancy Bolaños expresaron que este proyecto se hizo posible con el apoyo de la fundación “Toda Vida Vale”, que dirige Ana Cecilia Carmona Ortega.

“Queremos reforestar más áreas verdes de Xalapa, después lo queremos hacer a nivel estatal, queremos que esto cruce el estado de Veracruz y se vaya por toda la República Mexicana, hoy iniciamos con los Colectivos Buscando Corazones perdidos Xalapa y Colectivo por la Xalapa, cada árbol va a llevar el nombre de nuestros desaparecidos” finalizaron.

AVC/Veronica Huerta

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