En menos de un mes, ha quedado en evidencia la importancia que tiene la Ciudad de México para los grandes cárteles del narcotráfico, un hecho que por años, fue negado por las autoridades locales.

La libertad de operación con la que se mueven los narcotraficantes en plena capital del país, quedó confirmada el pasado 18 de enero, cuando en plena avenida Río San Joaquín y Tercer Anillo de Circunvalación, en la alcaldía Miguel Hidalgo, volcó una camioneta que habría salido de Naucalpan y viajaba a exceso de velocidad. El hecho llamó poderosamente la atención, debido a que, tras el accidente, comenzó a salir un extraño humo blanco y no porque el vehículo se estuviera incendiando.

El chofer huyó, pero antes de hacerlo, logró sacar algunos documentos de la camioneta. Cuando los policías capitalinos llegaron, se llevaron una sorpresa: dentro del vehículo había 475 envoltorios de cocaína que dieron un total de 557 kilogramos.

Los paquetes de cocaína, que traían logotipos de marcas de lujo y cuyo precio ascendería a unos 40 millones de dólares (USD), estaban cubiertos con lonas en uno de los compartimentos de la unidad.

De inmediato surgieron diversas hipótesis: la droga pertenecería al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) debido a que los envoltorios estaban marcados con logos de “Lacoste” y “Tequila”, los cuales presuntamente son usados por la organización criminal. Luego, algunos periodistas especializados en narcotráfico, como el autor del libro Cártel Chilango, Antonio Nieto, aseguraron que eran propiedad de Rafael Caro Quintero y de Ismael “El Mayo” Zambada, líderes del Cártel de Sinaloa (CDS).

Aunque la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC), comandada por Omar García Harfuch, no dio a conocer a qué cártel pertenecía la droga, el hecho destapó el tamaño de la logística y el trasiego de drogas en la Ciudad de México, lo que evidenció el avance de los grandes cárteles en la capital.

Dos semanas después de estos hechos, la policía capitalina dio un fuerte golpe al narco. El pasado 4 de febrero, agentes capitalinos en coordinación con el Ejército, aseguraron 803 kilogramos de cocaína en un domicilio ubicado en el Fraccionamiento Coapa Super 4, en la alcaldía Tlalpan. De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el valor del narcótico asciende a 300 millones 800 mil pesos.

También fueron confiscadas 11 armas largas y 4 armas cortas, equipos de telefonía celular, documentos diversos y tres vehículos, además de que se logró la captura de dos hombres, quienes dijeron ser originarios de Sinaloa.

Ni siquiera había pasado un día del aseguramiento, cuando a 30 minutos de distancia, agentes de la Sedena y la Fiscalía General de la República (FGR) ya montaban otro operativo.

En seguimiento a trabajos de inteligencia fue posible ubicar una bodega en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México. Los agentes llegaron hasta el número 386 de la calle Basílica de Guadalupe, esquina con Glorieta de Colón en la colonia Evolución, en donde encontraron paquetes de cocaína en dos vehículos con compartimentos secretos. El peso total fue de 830 kilogramos con un precio valuado en 300 millones 584 mil pesos.

El martes 9 de febrero, elementos del Ejército y de la policía capitalina realizaron un cateo en un departamento de la colonia Narvarte en donde fueron decomisados 62 kilogramos de cocaína y fue detenido un hombre de origen sinaloense.

Los hechos ocurrieron en el edificio marcado con el número 1610 de la avenida Xola, entre las calles Monte Albán y José María Vértiz, a media cuadra de la estación del Metrobús Dr. Vértiz.

De acuerdo con reportes del periodista especializado en nota roja, Carlos Jiménez, el detenido sería Miguel Ángel Pulido Guerrero, presuntamente oriundo de Sinaloa y quien estaba al cuidado de la droga. El sujeto arrestado rondaría una edad de 40 a 50 años, es calvo y de complexión robusta. Hasta el momento, no ha sido confirmado si el detenido pertenece a alguna organización criminal.

En total, en menos de un mes, han sido incautadas 2.2 toneladas de cocaína, una cifra histórica, toda vez que representa el 30% de todos los estupefacientes decomisados en México durante el 2020.

Pero el trasiego de drogas no es el único hecho que ha puesto en alerta a las autoridades y a los habitantes de la capital del país.

El atentado que cimbró a la capital del país

A las 6:38 de la mañana del 26 de junio de 2020, el sonido de las balas despertaron a los vecinos de una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México.

Apenas comenzaba a amanecer, cuando en el cruce de Paseo de la Reforma y Prado Norte, varias camionetas con hombres que portaban armas de grueso calibre, atacaron el convoy en el que viajaba el jefe de la policía capitalina, Omar García Harfuch.

28 sicarios que viajaban a bordo de dos camionetas, dispararon contra García Harfuch, desencadenando una balacera en una de las avenidas más importantes de la Ciudad. El cruce de los proyectiles perforó la camioneta blindada en la que viajaba el secretario, quien recibió tres impactos de bala y varias esquirlas.

Además, dos escoltas del jefe policiaco y una mujer que transitaba por el lugar para ir a trabajar, perdieron la vida.

La Suburban negra quedó sobre uno de los carriles de Prado Norte, con decenas de impactos de armas Barret calibre .50. También fueron encontradas granadas de fragmentación que los sicarios no alcanzaron a utilizar y un equipo para bloquear señales de teléfono, esto para evitar que el funcionario o sus escoltas pudieran pedir ayuda.

Apenas habían pasado dos horas de los hechos, cuando el propio Omar García Harfuch denunció lo ocurrido a través de su cuenta de Twitter y acusó al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) de ser el autor del atentado.

“Esta mañana fuimos cobardemente atacados por el CJNG, dos compañeros y amigos míos perdieron la vida. Nuestra Nación tiene que continuar haciéndole frente a la cobarde delincuencia organizada. Continuaremos trabajando”, informó el funcionario.

El ataque fue registrado por las cámaras de vigilancia de la ciudad, en las que se observaba que los presuntos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación ya esperaban a García Harfuch desde las 04:00 horas. A pesar de ello, los mismos policías que monitorean las cámaras no enviaron elementos para detener a los sicarios.

Pero ese convoy no era el único desplegado por el Cártel Jalisco en su afán por liquidar al secretario de seguridad. Otro grupo de matones esperaba a García Harfuch en las calles Florencia y Hamburgo, en plena Zona Rosa. Ahí fue encontrado un vehículo abandonado con armas largas y chalecos tácticos con el logotipo de un zorro.

Tras ser intervenido quirúrgicamente en un hospital privado, Omar García Harfuch se recuperó rápidamente. En ese lapso, las autoridades capitalinas detuvieron a 19 personas relacionadas con el atentado , entre ellos un sujeto identificado como José Armando Briseño de los Santos, alias el “Vaca”, supuesto jefe de sicarios del CJNG y uno de los autores intelectuales del ataque a Omar García Harfuch.

Briseño de los Santos, responsable de enrolar pistoleros a la organización criminal y entrenarlos para las ejecuciones, habría ofrecido 100 mil pesos a los sicarios que acabarían con la vida del jefe de la policía capitalina, pero sólo recibieron unos cuántos miles.

Luego de ser detenido, “El Vaca” reveló que además de querer acabar con la vida de Omar García Harfuch por los “golpes” en contra del CJNG, su líder, Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, también planeaba asesinar al actual gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, sobre quién numerosas versiones periodísticas aseguran que tiene vínculos con el narco.

A casi 8 meses del atentado contra el jefe de la policía de la Ciudad de México, queda en evidencia que el avance de los cárteles con intereses trasnacionales sigue imparable en plena capital del país.

INFORMACIÓN/INFOBAE

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