Veracruz, Ver.- El Gobierno del Estado decidió ceder el estadio Luis “Pirata” Fuente y el Centro de Alto Rendimiento (CAR) a las Secretarías de Salud y de Protección Civil con la finalidad de que se habiliten para la atención de la epidemia provocada por el virus SARS-CoV2 (COVID-19).

El acuerdo de destino de los inmuebles a las dependencias estatales, con número de oficio DGPE/SBI/019/2020, se publicó en la Gaceta Oficial del Gobierno del Estado, con número extraordinario 490, tomo IV, de fecha 8 de diciembre, y fue firmado por el subsecretario de Administración y Finanzas de la Sefiplan, Eleazar Guerrero Pérez.

“Se asignan y destinan a la Secretaría de Salud, al Organismo Público Descentralizado Servicios de Salud de Veracruz, y a la Secretaría de Protección Civil (…) los inmuebles (…) para el cumplimiento de los fines de orden público e interés social, por los que se instruyen las medidas extraordinarias y de excepción relativas a la epidemia de la enfermedad generada por el virus SARS-CoV2”, establece la publicación.

El acuerdo sobre la cesión y el destino de los inmuebles a las dependencias estatales entró en vigor al día siguiente de su publicación en la Gaceta Oficial del Estado.

En ese sentido, la Secretaría de Salud, los Servicios de Salud de Veracruz y la Secretaría de Protección Civil tendrán a su cargo la organización, administración, vigilancia y mantenimiento del estadio Luis “Pirata” Fuente y del Centro de Alto Rendimiento, así como su adecuado uso y destino para los fines de orden público e interés social establecidos en el acuerdo.

“Esta Subsecretaría de Finanzas y Administración emite el presente acuerdo de destino en términos de ley, respecto de los citados bienes, a efecto de proteger y garantizar administrativamente que el uso permanente de dichos bienes inmuebles sea para desarrollar las actividades relacionadas con la atención de la emergencia sanitaria en tareas de salud y protección civil para los veracruzanos”, establece la publicación.

AVC/José Juan García

Conéctate con Formato Siete:

DE RAZONES Y PASIONES | ¿A quién se le cayó el negocio de UBER?