El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, INEGI,  dio a conocer los resultados de una encuesta sobre el impacto económico generado por la pandemia de Coronavirus. No son buenas noticias.

De acuerdo con la fuente, de las empresas encuestadas, poco menos de 5 mil, casi la mitad instrumentó paros técnicos o cierres temporales como medida de prevención.

La muestra de INEGI incluyó a la industria minera, de electricidad, suministro de agua y gas, construcción y manufacturas, comercio y servicios, incluyendo transportes. No fueron consideradas agricultura, cría y explotación de animales, pesca y acuicultura y gobierno.

Establece dicho estudio demoscópico que el 93.2 por ciento de las empresas registró al menos un tipo de afectación debido a la contingencia sanitaria.

La mayor afectación tiene que ver con la disminución de los ingresos, con 91.3 por ciento. A ello siguió la baja demanda que a nivel nacional se reportó en 72.6% de las empresas consultadas.

Dice INEGI que la mayoría de las empresas priorizó el no despido de personal; ese dato, sin embargo, contrasta con la información aportada de forma reciente por el Instituto Mexicano del Seguro Social, instancia que indicó que sólo durante junio pasado se perdieron más de 83 mil 300 empleos en todo el país; en tanto que en los recientes 4 meses, de marzo a junio, la cifra de las plazas laborales perdidas superó el millón 100 mil.

Por cierto, informa el INEGI que del total de las empresas encuestadas, solo 7.8 por ciento declaró haber recibido algún tipo de apoyo, mientras que el resto, 92.2 por ciento, no recibió ayuda de ninguna índole.

La mayor parte de los apoyos que obtuvieron las empresas (88.8%) provinieron de los gobiernos (federal, estatal o municipal). La causa principal para no recibir apoyos fue porque no tenían conocimiento, con 37.4 por ciento.

La realidad, al margen de los fríos números, es que los empresarios, pequeños y medianos, la mayoría, pasan las de Caín por una crisis económica que amenaza con extenderse y afectar a prácticamente todos los sectores productivos.

Los despidos de trabajadores tarde o temprano comenzarán a intensificarse porque no hay PyME que aguante seis meses sin ventas ni ingresos y con el costo que implica pagar nómina, insumos, renta, seguridad social e impuestos.

El Covid-19 es un problema mundial de salud, cuyas repercusiones económicas para las empresas podrían extenderse por un par de años más.

Hasta que la muerte nos alcance

Los mexicanos aprendemos a la mala y los veracruzanos no somos la excepción. A pesar de los miles de contagios y muertes que ha generado la pandemia de COVID-19, la gente no se cuida.

El municipio de Xico es el mejor ejemplo de irresponsabilidad social y gubernamental, unos, por realizar aglomeraciones en las calles y otros, por asumir una actitud permisiva.

La población insiste en llevar a cabo las festividades religiosas en honor a su patrona Santa María Magdalena.

A pesar de las declaraciones de la alcaldesa Gloria Galván Orduña en el sentido de que no se realizaría ninguna actividad que implique reuniones masivas, la realidad es totalmente contraria al anuncio oficial.

Entre algunos habitantes del pueblo mágico existe la sospecha de que la propia presidenta municipal consiente las celebraciones con la finalidad de quedar bien con miras a las elecciones municipales del próximo año, pues pretende dejar en el cargo a su hija, Carolina Galván.

Si bien las creencias religiosas de los xiqueños se encuentran sumamente arraigadas, también es cierto que esa misma devoción podría costarles muy caro.

Solamente hasta que la muerte llega es como se entiende, pero ya será demasiado tarde. @luisromero85