“Carlos José Reyes Hernández, Carlos Lico, es el autor de La boa”. Aportación cultual nuestra

Desde que arrancó su gestión como presidente de México, el político tabasqueño Andrés Manuel López Obrador se instaló en el púlpito donde quería estar para manipular los destinos de un país al que conoce como la palma de su mano. Un pueblo con el que conecta con mucha facilidad, ocupando todos los espacios públicos con un show mañanero diario, giras por el interior del país con la frecuencia posible, usando un lenguaje en su discurso a la altura de sus simpatizantes, con ocurrencias de toda índole pero, sobre todo, de esas que el sector académico o intelectual de México considera ofensivas a la inteligencia.

Durante mucho tiempo, los gobiernos de México se preocuparon por mantener un deficiente modelo educativo. Un sistema que generara egresados de las escuelas del nivel de primaria con un conocimiento sobre la realidad política de su país; hablando cuando menos dos idiomas, obviamente español correctamente e inglés; y con capacidades de reflexión y análisis bien desarrollados, interesados en la situación de sus comunidades y con un sentido crítico aunque sea incipiente.

Mantener al pueblo en la ignorancia fue el gran capital electoral priista que luego aprovecharon los panistas: mientras más ignorancia, mejor.

En México, cerca del 80 por ciento de sus habitantes, ciudadanos en edad de votar, son muy limitados intelectualmente aunque cuenten con una carrera profesional. Contados son los casos de profesionistas que, en calidad de autodidactas, se dieron a la tarea de investigar, leer, prepararse académicamente mas allá de lo que su universidad hizo por ellos.

Ahí es donde López Obrador tiene su veta más importante. El se mostró ante el electorado como el líder que el país necesitaba; el que combatiría la corrupción e impediría que una pandilla de políticos se robara el dinero, ofreció repartirlo entre todos los mexicanos a través de programas sociales, y en eso está, aunque la corrupción al interior de su equipo sea más perversa que en el panista y en el priismo; se les fue encima a los empresarios porque representan a la clase privilegiada, a los ricardos, a los dueños del capital, y a ninguno le reconoce esfuerzo legitimo de trabajo para amasar fortuna: implantó la máxima de que quien tiene dinero es un ladrón, exacerbando el resentimiento social.

Y su especialidad, se puso al nivel de sus seguidores inventándoles cuentos que solo ellos le creen, como que el coronavirus no era real; que era innecesario el confinamiento; antes, desapareció las estancias infantiles, desapareció instituciones porque estaba adelgazando ese elefante obeso que significaba la burocracia, sobre todo, las que tenían que ver con el arte y la cultura; decidió y lo hizo público no combatir a la delincuencia porque son ciudadanos como nosotros; ha manejado a su antojo las cifras de la pandemia; endrogó al país; durante un evento en su natal Tabasco en medio de un aguacero que le impedía decir su discurso comentó: no se preocupen, ya parará, ya parará, como decía nuestro paisano el ilustre músico tabasqueño “Chico Che” en su canción… ya parará y se siguió cantando ante el entusiasmo de decenas de tabasqueños; inventó lo de la venta el avión presidencial, que fue otra vacilada… y lo último, porque en año y medio se pueden contar por docenas las tomaduras de pelo, salió con la “revelación” de que lo quieren quitar del poder para lo cual hasta un proyecto específico hay, denominado “BOA”, con lo que puso a chambear a todo mundo quitando la mirada de la gravedad de la pandemia del Covid, tan mal manejada, del crédito millonario que pidió aún cuando prometió no endeudar más al país, de la terrible ola de violencia que tenemos encima y de la crisis económica que padecen millones de mexicanos como resultado de la pandemia.

Hay quienes nos comentan: Claro, López Obrador conoce la conducta humana del mexicano, sabe qué tipo de cosas le gustan, conoce al dedillo el nivel y aprovecha  para destruir instituciones, violar la ley, proteger corruptos y lo que sea, total con una gracejada que lance el pueblo bueno es feliz, feliz.

El pensador francés Joseph de Maistre acuñó la frase: “cada pueblo o nación tiene el gobierno que merece”, mientras que otro francés, André Malraux, la modificó y dijo que no es que “…los pueblos tengan los gobiernos que se merecen, sino que la gente tiene los gobernantes que se le parecen”. Suena más decente pero resulta igual de trágico. De nuestro continente tenemos el aporte de  José Martí (1853-1895)  «Pueblo que soporta a un tirano, lo merece». Cualquiera de las tres modalidades resulta muy fuerte  para la una sociedad como la nuestra.

Avanzamos en transparencia

En la administración estatal veracruzana hay cosas muy positivas, sobre todo en materia de finanzas públicas, solo en el informe presentado por la consultora ARegional este martes 9 de junio, mediante el Índice Anual de Transparencia y Disponibilidad de la Información Fiscal de las Entidades Federativas (ITDIF), el estado de Veracruz pasó del último lugar en 2019 al lugar número 13 en 2020, siendo el estado con mayor avance de la República.

En este estudio se mide el desempeño sobre el grado de cumplimiento de los estados de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, la Ley de Disciplina Financiera, el acatamiento de las normas de armonización contable; así como el manejo, administración y ejecución de los recursos públicos.

Este índice evalúa la información publicada en los portales oficiales de los Gobiernos, específicamente en lo relacionado con la disponibilidad y calidad de la información presentada hasta el mes de mayo.

Veracruz pasó de tener una calificación de 39.32 en 2019 a 82.15 en 2020, avanzando 16 lugares en el ranking, y estando por encima de la media nacional que es de 78.40 puntos. El segundo estado que mayor avance tuvo fue Tabasco (+11 lugares), y el tercer lugar fue Nuevo León (+6 lugares). La mejoría que presentó Veracruz es de 42.83 puntos en tan solo un año, lo cual habla del compromiso y las buenas prácticas en materia de transparencia y rendición de cuentas.

Recientemente, Veracruz se ha considerado en otros informes como ejemplo en el manejo de finanzas, como es el caso del primer lugar en reducción de la deuda pública, con una disminución de 3,000 millones de pesos.

El Secretario de Finanzas y Planeación, José Luis Lima Franco, ha declarado en repetidas ocasiones que el saneamiento de las finanzas del Estado es una realidad, y que lo primero que debe hacer el Gobierno es recuperar la confianza de los ciudadanos que dejaron de creer en sus autoridades por la opacidad, el dispendio y el abuso de las administraciones del pasado.

Si se toman en cuenta los reportes de las calificadoras, el sistema de alertas de la SHCP, la reducción de la deuda y ahora el reporte de ARegional, Veracruz podría ofrecer certeza para las inversiones con las prácticas de gobierno que se han aplicado en materia financiera.

Reflexión

Casi seis mil muertos por Covid habrá en Veracruz para los primeros días de agosto. ¿Y ahora qué madre hacemos si el contagio se toleró?… Lo raro del asunto es que titulares de dependencias estatales, que nunca se han puesto ni siquiera un cubrebocas, hacen vida normal sin preocupaciones… ¿será que ya fueron inoculados?

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