La advertencia por la inminente llegada de la fase 3 de la pandemia de coronavirus Covid-19 a México ha obligado a empresas de servicios funerarios establecer protocolos de actuación para minimizar los riesgos de contagio entre su personal y los familiares de pacientes que fallecieron a causa de ella.

En Xalapa, hay funerarias que recibieron los lineamientos para el tratamiento de cadáveres de personas con Covid-19, algunas otras no han tenido información pero entre empresarios se han compartido las guías. El temor que sienten a ser contagiados no les impide asegurar que llegado el momento brindarán el servicio a quien lo necesite.

De acuerdo a los datos de la Secretaría de Salud de Veracruz, al corte de este jueves, la entidad contabilizaba 54 casos positivos de Covid-19 , 482 sospechosos y tres defunciones en : Emiliano Zapata, Tlacotalpan y Poza Rica.La Secretaría de Salud federal emitió los lineamientos y protocolos para el manejo de cadáveres de personas con Covid-19.

Se considera que estos cadáveres podrían suponer un riesgo de infección para las personas que entren en contacto directo con ellos y por lo tanto “deben ser considerados como cadáveres de riesgo biológico”.

El personal de la funeraria y sus directivos no deben realizar actuaciones de limpieza ni intervenciones sobre el cadáver si no se puede garantizar el uso correcto de equipo de protección personal apropiado.

La instrucción es que tampoco se deberá realizar embalsamamiento en caso de no contar con equipo de protección personal y capacitación sobre su uso adecuado.

Se aconseja también evitar la realización de rituales fúnebres que conlleven reuniones o aglomeraciones de personas en contacto con el cuerpo y en caso de realizarse, se recomienda sea menor de 4 horas, con féretro cerrado y con menos de 20 personas.

Cabe destacar que actualmente el Gobierno de Veracruz ya alista centros de atención médica alternos a los hospitales en caso de que los casos graves de COVID-19 rebasen la infraestructura de salud.

Esto debido a que los casos durante la fase 3 se incrementarán debido a los contagios comunitarios, que en Veracruz ya superan el 50 por ciento de los 54 casos positivos registrados.

Funerarias se preparan para la fase 3, se quejan de que materiales se han encarecido

En la Funeraria “Martínez López”, Manuel Landa cuenta que desde que inició la pandemia tomaron la determinación de limitar a 10 el número de personas que ingresan a sus salas de velación, sólo se permite el ingreso a los familiares más cercanos del difunto.

Esto cambiará cuando lleguen cadáveres de personas infectadas con el SARS-Cov2, porque entonces las restricciones serán mayores, los féretros deberán permanecer cerrados y se recomendará a la familia evitar las velaciones.

“No han dado instrucciones sobre restringir los permisos para salas de velaciones, seguimos trabajando con las indicaciones que nos han dado el municipio y el Gobierno federal, se le solicita a la familia que no estén más de 10 personas y que guarden distancia y en caso de que llegue algún familiar enfermo se les pide que los exhorten a retirarse por seguridad”.

Manuel cuenta que aunque ahora están más preparados que cuando al estado golpeó la influenza AH1N1, el reto es que con la contagiosidad de esta enfermedad y la urgencia de equipos de protección estos se han vuelto escasos y caros.

“Los equipos están escasos, ya pedimos los trajes y estamos en espera de que nos lleguen. Hay escasez de trajes, los mandamos a pedir porque la gente nos dejó sin guantes; nosotros tenemos pero hay que conseguir más, los precios se fueron a los cielos”.

Una caja de guantes cuyo costo antes era de 100 pesos, actualmente llegan a venderse hasta en 500 pesos la caja y en algunos casos las cajas no traen más de 10 pares.

“Ni modo, hay que comprarlos, es la cuestión porque es para protección del personal y de las familias”, señala.

Dijo que incluso ya analizan la posibilidad de permitir que los familiares puedan hacer transmisiones de los servicios funerarios, a fin de evitar la concentración de personas en las salas de velación o en los panteones.

“Nadie nos lo ha solicitado, pero no creo que haya problema en caso de que por esta situación haya quienes busquen transmitir los servicios funerarios para que toda la familia pueda acompañarlos vía internet”.

No obstante, sabe que llegado el momento será difícil pedirle a los dolientes que no se despidan cara a cara de su familiar, porque las normas dictan que se tendrían que suspender los servicios de velación y las estancias en los panteones no deberán ser prolongadas.

“Esa es la parte más difícil porque cuando se llegue a dar la orden de que no hay velaciones será lo más difícil porque es algo cultural, somos muy fuertes y unidos tanto en la vida como en la muerte”.

En tanto se declara la fase 3 de la pandemia y se registran muertes por esta enfermedad, las funerarias toman precauciones, desinfectan tres veces al día sus salas y en cada una de ellas se cuenta con agua, jabón y gel antibacterial, todo a disposición de la gente que acude.

Por ahora, tampoco se brinda el servicio de transporte de familiares de las funerarias a los cementerios, en parte porque no hay suficientes personas que acudan a los velorios, en parte porque también los transportistas han tomado medidas para evitar contagios.

“No hay transporte, solo que sea contratado a través de particulares pero ahorita no hay autobuses. Es una línea muy delgada porque todos estamos corriendo un riesgo. Quienes vienen son solo familia directa, ya son muy pocas las personas, algunos vienen a dar el pésame y se van, la gente sí está siguiendo la recomendación de quedarse en casa por cuanto hace a los servicios funerarios”, cuenta Manuel.

Estamos al pie del cañón

En funerales San Francisco, Miguel Rivas lamenta que hasta ahora las autoridades no hayan informado sobre los protocolos a seguir, aunque eso no les ha impedido informarse con otros empresarios para tomar medidas a fin de evitar contagios.

“Hasta el momento, oficialmente no nos han enviado ninguna información las autoridades sanitarias, posiblemente haya algunas indicaciones pero a nosotros en lo personal no nos ha llegado”.

Por ello, relató que han establecido que cuando haya un caso en el que hay dudas sobre la causa de fallecimiento de las personas se le hace saber al familiar las indicaciones sanitarias: “el cuerpo no se puede manipular mucho, se hace un trabajo con protección y el cuerpo no se embalsama y no hay velación, se va directamente al crematorio”.

Dice que hasta ahora no han recibido un cadáver de un paciente con Covid-19, pero aún así limitaron el acceso a 50 personas por sala.

“Se les hace la indicación de que el máximo de personas que pueden estar en la sala son 50 personas, y cada uno distanciado. Se les hace la indicación de que al entrar hay gel antibacterial y que los baños cuentan con suficientes agua, jabón, toallas para secarse las manos”, cuenta.

Aquí también se preparan para atender servicios funerarios de riesgo, admite que tendrán que manipular el cuerpo lo menos posible, y que el personal que acuda a retirar el cuerpo del hospital o domicilio deberá ir protegido con cubrebocas, mascarillas, googles, batas y guantes.

Para entonces, Funerales San Francisco sólo permitirá el acceso a familiares allegados, un máximo de 20 personas, aunque admite que las medidas serán difíciles de aplicar.

“Desgraciadamente es un momento doloroso y difícil pero es necesario que sepan que hay que guardar estas medidas porque va la salud de por medio, la de ellos, la nuestra y la de nuestras familias”.

También señala que los equipos de protección son escasos y caros y ya no los venden en la ciudad, por eso hay que pedirlos a la Ciudad de México u otros lugares.

“La cuestión están bastante difícil, nosotros tratamos de concientizar con los familiares para que se tomen las precauciones debidas. Les hacemos ver que es un momento difícil para ellos y para todos, porque tenemos el riesgo de contraer la enfermedad porque hay personas que pueden ser portadoras y no lo sabemos”.

Pese a todo ello, Miguel Rivas asegura que quienes se dedican a los servicios funerarios prestarán sus servicios en un momento en el que la sociedad los necesita más que nunca.

“Estamos al pie del cañón, estamos muy expuestos, porque no solo somos nosotros, también nuestras familias se verían afectadas, pero daremos el servicio”.

Estos son los lineamientos para el manejo de cadáveres de Covid-19

Cabe destacar que las autoridades han emitido los lineamientos y protocolos para el manejo de cadáveres de personas con COVID-19.

Se considera que estos cadáveres podrían suponer un riesgo de infección para las personas que entren en contacto directo con ellos y por lo tanto “deben ser considerados como cadáveres de riesgo biológico”.

El personal de la funeraria y sus directivos no deben realizar actuaciones de limpieza ni intervenciones de tanatopraxia o tanatoestética sobre el cadáver si no se puede garantizar el uso correcto de equipo de protección personal apropiado.

No se deberá realizar embalsamamiento en caso de no contar con equipo de protección personal y capacitación sobre su uso adecuado.

Los deudos podrán recibir el pésame de los familiares y conocidos en su hogar siempre y cuando se encuentren asintomáticos, no involucren concentraciones de personas en áreas pequeñas, se asegure la adecuada ventilación del área de recepción y se mantenga sana distancia.

Se aconseja evitar la realización de rituales fúnebres que conlleven reuniones o aglomeraciones de personas en contacto con el cuerpo y en caso de realizarse, se recomienda sea menor de 4 horas, con féretro cerrado y con menos de 20 personas.

No es recomendable realizar autopsias por parte de los servicios de anatomía patológica; sin embargo, si la investigación médica lo requiere en periodo de contención deberán considerarse todas las medidas necesarias que eviten su propagación.

Durante el traslado desde sala o espacio de aislamiento el cadáver debe ser transferido lo antes posible al depósito después del fallecimiento.

Antes debe permitirse el acceso de los familiares restringiéndolo a los más cercanos, para una despedida no prolongada, sin establecer contacto físico con el cadáver ni con las superficies u otros enseres y todos deben entrar con bata desechable, guantes y una mascarilla quirúrgica.

Quienes participan en el traslado debe ser el mínimo posible de personas y que hayan sido capacitados, con equipos de protección individual, que incluyen guantes, delantal de plástico impermeable, vestidos de manga larga, googles antiniebla, protector facial N95 y máscara quirúrgica, así como una bolsa de eliminación para residuos biológicos, jabón y agua o detergente y desinfectante para superficies.

El cadáver debe introducirse en una bolsa sanitaria biodegradable y de traslado, que debe tener resistencia a la presión de los gases en su interior. La bolsa debe limpiarse con desinfectante de uso hospitalario. Luego se puede colocar en el ataúd o enviarlo al crematorio.

Se determina que las sábanas que estén en contacto con cadáveres con COVID-19 deben ser eliminadas como residuos infecciosos y en caso de que la muerte ocurra en casa, la ropa, las sábanas del cadáver deben separarse, lavarse con agua y jabón ordinario o a máquina a 60-90 grados centígrados con detergente ordinario y dejarse secar por completo.

Los procedimientos de autopsia deberán ser autorizados por el responsable sanitario de la Unidad Hospitalario, y señala que la escasa bibliografía recomienda solo procedimientos de forma parcial mediante toma de biopsias de los principales órganos.

En el vestidor se debe reemplazar la ropa y zapatos de calle por el atuendo completo de protección o el equivalente, además de las botas para entrar a la sala de autopsias donde se halla el cuerpo.

Esto porque los pulmones y otros órganos todavía pueden contener virus activos y es preciso tomar medidas de protección respiratoria complementarias durante los procedimientos que generan aerosoles de partículas pequeñas, por ejemplo el uso de motosierras y el lavado de intestinos.

Recomiendan reducir el número de personas que realicen la autopsia y deben comunicar cualquier síntoma en los 14 días posteriores a la última exposición.

Tras finalizar la autopsia se deben limpiar y desinfectar las superficies que se han contaminado con tejidos, líquidos y secreciones corporales y se deben limpiar las superficies con agua caliente y detergente.

Para el transporte del cadáver se deberán usar vehículos de uso exclusivo para el servicio y una vez finalizado se debe limpiar y descontaminar.

Cabe destacar que actualmente el Gobierno de Veracruz ya alista centros de atención médica alternos a los hospitales en caso de que los casos graves de COVID-19 rebasen la infraestructura de salud.

Esto debido a que los casos durante la fase 3 se incrementarán debido a los contagios comunitarios, que en Veracruz ya superan el 50 por ciento de los 54 casos positivos registrados.

AVC/Perla Sandoval

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