Agua Dulce, Ver.- En noviembre de 2016 se decretó la primera Alerta de Género por violencia feminicida en Veracruz, que abarcó a 11 municipios de la entidad. Sin embargo, a casi año y medio de la declaratoria, los índices de feminicidios, homicidios, violencia y desapariciones son constantes y, además, apuntan a evidenciar una falta de intervención por parte de los tres niveles de Gobierno, lo que los volvería omisos de estos fenómenos en los que destacan municipios sureños como Las Choapas, Minatitlán y Coatzacoalcos.

De acuerdo con la declaratoria de la Secretaría de Gobernación, los municipios asignados a la Alerta de Género fueron: Boca del Río, Coatzacoalcos, Córdoba, Las Choapas, Martínez de la Torre, Minatitlán, Orizaba, Poza Rica de Hidalgo, Tuxpan, Veracruz y Xalapa.

Estadísticas

La Universidad Veracruzana cuenta con el Observatorio Universitario de Violencia contra las Mujeres (OUV Mujeres) que realiza un monitoreo en medios de comunicación que informan sobre tipos y modalidades de violencia, agresiones, desapariciones de mujeres, homicidios y feminicidios. Por lo tanto, las estadísticas que arrojan son inferiores a las reales, pero no dejan de ser abrumadoras en este 2018.

Tan sólo entre enero y junio de este año, se han documentado 266 casos de violencia, de los cuales 142 se cometieron en la región sur: Acayucan lidera esta lista con 45 casos, le sigue San Andrés Tuxtla con 29 casos y Coatzacoalcos está en cuarto lugar con 10 menciones, mientras que en noveno puesto está Minatitlán y en décimo lugar, Las Choapas. De este ‘top 10’, cinco municipios son del sur y tres cuentan con la Alerta de Género.

La violencia que persiste en la zona sur es la psicológica combinada con violencia física, seguida de la violencia psicológica junto con la violencia patrimonial y la violencia psicológica junto con la sexual. Es decir, que 7 de cada 10 casos de violencia registrada en la región sur implica insultos y vejaciones combinados con golpes, afectaciones monetarias y abuso sexual o violaciones.

En desapariciones, el OUV Mujeres lleva el registro de 28 casos en la zona norte, 48 en el centro y 49 en el sur haciendo un total de 125. Acayucan, Minatitlán y Coatzacoalcos ocupan el primer, segundo y cuarto sitio respectivamente y Las Choapas y Agua Dulce tienen dos casos cada uno.

En el caso de feminicidios, la región norte cuenta con 11 casos, la región centro tiene 30 incidencias y la región sur tiene 17 menciones para sumar 58 en todo Veracruz. De acuerdo con el OUV Mujeres, Coatzacoalcos encabeza la lista con 5 casos y Las Choapas también tiene 1 mención.

Mientras que en homicidios, Coatzacoalcos tiene 6 eventos y Las Choapas también uno. A nivel estado hay 32 asesinatos de mujeres, consideradas como homicidios al no encontrar una razón de género, de los cuales 6 se cometieron en el norte, 12 en el centro y 14 en la zona sur.

Cabe señalar que en ambas estadísticas, feminicidios y homicidios, Agua Dulce no aparece aunque sí cuenta con el asesinato de Sheila Moreno Sánchez. Los casos a los que hace mención de Las Choapas serían los Francisca Hernández Velázquez, una mujer policía, así como el de una mujer de 23 años que fue “emboscada” y asesinada a balazos sobre la carretera Producción.

Omisión es crimen

La doctora Estela Casados González, antropóloga, investigadora de la Universidad Veracruzana e integrante del Centro de Estudios de Género, explica que para llevar las estadísticas del OUV Mujeres resulta fundamental que los medios de comunicación documenten casos de violencia de género, pues si no aparecen en ellos —especialmente en versiones digitales— muchas veces no logran conocerlos y contabilizarnos, lo que refleja que la situación de asesinatos de mujeres en Veracruz es todavía más grave que lo que este Observatorio lleva contabilizado.

Según la entrevistada, la diferencia entre un feminicidio y un homicidio radia en que se cumpla alguna de las siete razones de género que se incluyen en el Código Penal y básicamente implica que el feminicidio “es un crimen de odio, misógino, en donde hay una relación de poder, en donde se le mata a la mujer por ser mujer, pero sobre todo es que es un crimen de Estado por la omisión”.

La investigadora explica que lo que pasó en Minatitlán en días pasados, en donde una mujer de 26 años fue asesinada mientras amamantaba a su bebé, además de que ella había intentado denunciar antes, pero el DIF no le hizo caso, “ejemplifica que un feminicidio es un delito misógino y observamos que hay una omisión por parte de los tres órdenes del Gobierno”.

La omisión a nivel federal se da por el hecho de que no se han visto los recursos para los municipios en donde hay Alerta de Género com Minatitlán, Coatzacoalcos o Las Choapas. “¿Cuáles son los recursos que el municipio de Minatitlán ha visto o que el gobierno del estado ha visto?”, apunta Estela Casados.

A nivel estatal, las autoridades tampoco han actuado en realizar las investigaciones correspondientes, dentro de los funcionarios “no hay una sensibilización y no se le da la importancia” a este tipo de casos, mientras que a nivel local los municipios no se esfuerzan en contar con refugios ni infraestructura, de modo que las mujeres no tienen de donde guarecerse de la violencia.

Esto se puede ver reflejado en Las Choapas, en donde los crímenes, las desapariciones y los casos de violencia física, psicológica, sexual y patrimonial son una constante, pero son mínimos aquellos en donde se aplica la justicia, además de la protección a las mujeres vulneradas.

“No se está atendiendo bien a las mujeres, este tipo de cosas no pasarían; pero con la violencia normalizada es más fácil echar la culpa a las víctimas”, sentencia la antropóloga, quien explica que el machismo vive insertado en la sociedad, pero también la normalización de la violencia, pues cada vez ocurren feminicidios con más frecuencia sin que eso provoque un levantamiento de la voz de la población ni la preocupación de las autoridades.

Violeta Santiago/Avc