Una nota publicada este lunes en El Universal y firmada por el periodista Esteban David Rodríguez, produjo escalofríos con sólo leer el primer párrafo.

“Adultos, niños y jóvenes desaparecen en Veracruz por las noches, por las tardes o al amanecer. Camino al trabajo, al salir de la escuela, al ir o regresar de una fiesta, al salir a la tienda, en jueves, en domingo, cualquier día de la semana, e incluso en sus casas, de acuerdo con el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas” dice el periodista.

Las desapariciones no terminaron cuando Javier Duarte se fue del poder; han continuado con su sucesor Miguel Ángel Yunes Linares, que cerró su primer año de gobierno con 202 casos que pusieron a Veracruz en segundo lugar a nivel nacional, sólo debajo de Guerrero que tuvo 347.

Esto es terrible.

Aquí no se vale que el gobernador descalifique al medio. Aquí el hecho real es que hay 202 casos de personas desaparecidas, perfectamente documentados, que su gobierno tiene la obligación de investigar y resolver.

El sábado anterior y después de su junta número 60 con el Grupo Coordinación Veracruz, Yunes Linares dijo textual: “Me da mucho gusto informar a los veracruzanos que por segunda ocasión consecutiva, se mantiene a la baja la incidencia delictiva en general. Reitero, se mantiene a la baja la incidencia delictiva en general…”

Imagino que tras su reiteración, esperaba los aplausos del respetable o al menos de los reporteros que cubrieron sus actividades, pero éstos nunca llegaron porque la percepción de la población sigue siendo opuesta a su optimismo.

Y es que no falla; cada vez que presume sus avances en seguridad alborota el avispero delincuencial. Este fin de semana se registraron al menos diez ejecuciones, entre ellas la de un menor de 12 años. Eso sin contar con que fueron encontrados ocho cuerpos en fosas clandestinas.

Y también sin contar que en lo que va del 2018 han ocurrido diez feminicidios.

Hay quienes piensan que lo más sano es que el gobernador se abstenga de dar a conocer sus informes semanales porque en primer lugar nadie los cree, y en segundo, da pie a que los delincuentes lo desmientan a balazos.

Tampoco ayudan en nada los promocionales televisivos donde nos dicen que “antes” la violencia se había empoderado de la entidad, pero ahora Veracruz es un estado seguro.

Por Dios, qué ganas de verle al ciudadano la cara de pelmazo.

Lo cierto es que la violencia sigue y cuando baja es porque se disparará a la siguiente semana.

Esa es la cotidiana realidad.

Esteban David Rodríguez termina así su nota sobre los desaparecidos en Veracruz: “Sus familias los buscan primero con familiares y amigos, y en el último lugar en que fueron vistos. En hospitales, Ministerios Públicos, reclusorios, depósitos forenses y, por último, en fosas o sepulcros clandestinos, auténticos abismos fragmentarios de datos, historias y crímenes”.

Sí, la nota estruja, entre otras razones porque es verídica.

Independientemente de los desaparecidos de Duarte, que deben seguir siendo buscados, hay 202 desaparecidos en el gobierno de Yunes Linares a quien buscar.

Por favor, nada de que la nota fue hecha con ganas de fregar, nada de que es mala leche del diario porque el gobierno estatal se niega a establecer un convenio publicitario. Nada de amenazar con demandar.

Estamos hablando de 202 vidas extraviadas en un estado donde la gente sale de su hogar y en algunos casos ya no regresa.

Estos desaparecidos son prueba de ello. Por desgracia.

bernardogup@nullhotmail.com