La madrugada del domingo 22 de mayo del 2016, hombres armados entraron al antro La Madame, ubicado en la periferia de Xalapa, y dispararon indiscriminadamente contra los asistentes matando a cuatro e hiriendo a siete.

La violencia que se manifestaba con toda su crudeza en varias partes de la entidad, había llegado a Xalapa. Y de qué forma.

Esto lo aprovechó el entonces candidato de la alianza “Unidos para rescatar Veracruz”, Miguel Ángel Yunes Linares, para enviar un mensaje a los medios de comunicación:

“Como ciudadano de Veracruz, como padre de familia, como abuelo, preocupado por sus nietos, pero también por toda la sociedad veracruzana, exijo a Javier Duarte que cese de inmediato al secretario de Seguridad Pública Arturo Bermúdez… También demando al gobierno federal a que de inmediato implemente en todo Veracruz, un comisionado (de seguridad) y con más fuerzas federales para garantizar la paz y la tranquilidad a todos los veracruzanos”.

El gobierno mandó refuerzos, pero Duarte no le hizo caso.

Un año y un mes después y ya como Gobernador, Yunes no solo se olvidó de su exigencia, sino que fustigó acremente a quienes pedían a ese Comisionado de Seguridad: “No tienen ni idea de lo que están pidiendo” dijo el 26 de junio del 2017.

“Quieren sacar raja política, no tienen ni la menor idea de qué se trata, quieren dar la impresión de que el gobierno no hace nada. Si el tema se resolviera nombrando a quien fuera, yo lo firmó hoy, no tengo problema. Quien piense que se puede nombrar a un señor que tenga una solución mágica que nos digan quién es y lo voy a buscar a donde sea”.

Y para cerrar el fastidioso asunto dijo que el Comisionado no serviría para disminuir la violencia.

Como respuesta, los delincuentes se encargaron de hacer del 2017 el más violento en la historia de la entidad; un año donde los feminicidios, secuestros, robos con violencia y las ejecuciones, se dispararon a cifras nunca antes vistas.

Para la historia quedará el primer lugar en secuestros dado a conocer por la organización Alto al Secuestro que preside Isabel Miranda de Wallace.

Y ante la violencia que no para, nuevamente se alzan las voces de actores políticos, principalmente de Morena, que piden la llegada de un Comisionado de Seguridad. Y nuevamente surgen las descalificaciones.

Esta vez estuvieron cargo del candidato del PAN-PRD a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Márquez, que les dijo cobardes a los peticionarios. “Creo que es una posición cobarde, lavarse las manos y tirársela a alguien más (sic). Los veracruzanos tenemos la capacidad de atender el tema”.

A ver a ver, señor candidato; si los veracruzanos tuviéramos la capacidad de enfrentar la inseguridad y acabar con violencia, su papá jamás hubiera ganado la gubernatura.

Alguien debería recordarle al joven Yunes Márquez que si más de 940 mil ciudadanos votaron por Yunes Linares, fue porque ofreció acabar con la inseguridad en seis meses, un militar de alto rango para la Secretaría de Seguridad Pública y un Comisionado de Seguridad.  Y no ha cumplido ninguna de sus tres promesas.

Por mucho que se quieran tapar las cifras macabras, éstas dicen que en el renglón de la seguridad estamos peor que en el sexenio JDO. Y eso nadie lo puede soslayar.

Las elecciones están prácticamente a la vuelta de la esquina y si Yunes Márquez y el Gobernador están apostando a la mala memoria de los veracruzanos, pueden llevarse un chasco el próximo primero de julio.

Un chasco que echará por tierra el sueño de Miguel Ángel Yunes Linares de alargar su gobierno a ocho años.

Predial en Alvarado ¿problema en ciernes?

Con tres semanas de atraso, la Tesorería del municipio de Alvarado abrió el pasado 24 de enero sus ventanillas para la recaudación del impuesto predial. ¿El motivo? La administración saliente borró la información del software donde se registraba este pago.

A pesar de que el Ayuntamiento dio a conocer que los descuentos se extenderán hasta el último día de marzo, el cobro de este impuesto será tortuoso ya que sólo se están dando 100 fichas por día y son miles y miles los predios que deberán regularizarse. Esto sin contar las decenas de unidades habitacionales y zonas residenciales que hay en la periferia del municipio.

Cien fichas para una ciudad con miles predios, crearán un cuello de botella que dificultará el pago de este gravamen, muy socorrido por las administraciones municipales para cubrir el sueldo de sus trabajadores y otros gastos.

bernardogup@nullhotmail.com