De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México es uno de los países que más invierte en educación.

El porcentaje que destina a este rubro es el 5.2 por ciento de su Producto Interno Bruto, es decir, un titipuchal de miles de millones de pesos.

Sin embargo, existen en el país más de siete millones de analfabetas, cientos de escuelas se están cayendo (como las telesecundarias de las que tanto presumió Adolfo Mota), miles de jóvenes abandonan sus estudios y los programas educativos son deficientes.

En síntesis, el rezago es brutal.

De acuerdo con la OCDE la mayor parte de ese 5.2 por ciento del PIB, se emplea en pagar salarios a los maestros. Pero aquí debe haber un error.

Si eso fuera verdad, tres cuartas partes de los mexicanos seríamos egresados de alguna escuela magisterial.

Lo cierto es que un gran porcentaje de ese dineral se utiliza en darles su buena mochada a los líderes sindicales; no sólo a los afines al gobierno, sino a dirigentes magisteriales llamados de izquierda como los zánganos de la CNTE.

Este jueves el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares anunció que del presupuesto de 113 mil millones de pesos que solicitará al Congreso estatal, 42 mil millones serán destinados al rubro de la educación.

¿Será que lleguen a su objetivo?

Para que te des una idea lector, esa cantidad es el doble de lo que se destinará a los 212 municipios que recibirán en total 21 mil millones de pesos. Algo así como 99 millones para cada municipio en caso de que les repartieran parejo.

Vamos a suponer que de esos 42 mil millones, 35 mil millones de pesos sean para el pago a maestros, agua, luz, combustible y mantenimiento. ¿Qué onda con los 7 mil millones restantes?

Con 2 mil millones o menos, alcanzaría para rehabilitar e incluso rehacer las telesecundarias de Adolfo Mota y reparar las escuelas dañadas por los sismos. Con otros mil millones se crearían buenos programas para erradicar el analfabetismo en Veracruz que rebasa los 700 mil analfabetas, y quedarían 4 mil millones de colchón.

Pero verás cómo al final del 2018 el porcentaje de analfabetas será más o menos el mismo y las escuelas seguirán igual o peor de fregadas.

Lo que se hace con la educación en México es un crimen de lesa humanidad que poco importa a los políticos. Si tantitas ganas tuvieran de escarbar en el lodazal de la corrupción educativa, concretamente aquí en Veracruz, tiene rato que Adolfo Mota Hernández estaría sentado en el banquillo de los acusados, para responder por el multimillonario desvió de recursos que hubo en la SEV los tres años que estuvo como titular de esa dependencia.

Que no te engañen con cifras rimbombantes lector. Si tanto dinero aprueban los diputados al rubro de la educación, es porque saben que las secretarías del ramo son utilizadas como cajas chicas para las campañas electorales y para agenciarse votos. Y uno de los sindicatos más grandes de América Latina (con casi dos millones de votantes cautivos) es el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

¿De dónde crees que salió la fortuna de Elba Esther Gordillo?

Moraleja: el dinero que se destina presuntamente a la educación, es jineteado, desviado y literalmente tirado en otros menesteres.

Amena charla

Quienes estuvimos en la reunión con el delegado de la Secretaría de Gobernación en Veracruz, Ángel Issac Ochoa, nos topamos con un funcionario agradable y abierto al diálogo.

Gracias a él supimos que hay en la entidad 63 delegaciones federales; que ninguna está al servicio del gobernador sino del gobierno federal; que ahora los delegados van a donde están los problemas y no nada más se rascan la barriga en sus oficinas. Y que la ayuda a los damnificados por los huracanes y terremotos provino del gobierno federal y no del estatal, como se anduvo cacareando por ahí.

Ah, y también dijo algo muy importante; que ninguna de las dos delegadas que andan aceleradas por ser candidatas al Senado ha recibido el visto bueno de allá arriba.

¿Se irán a quedar con las ganas?

bernardogup@nullhotmail.com