Todo indica que los veracruzanos vivimos en otra dimensión. Es posible, incluso, que vivamos en otra galaxia y no nos hemos dado cuenta. Esa sería la única razón para creerle a Javier Duarte de Ochoa cuando, en una entrevista publicada este jueves en el periódico El Universal diga, con sobrada estulticia, que tiene las manos limpias y la frente en alto.

Como para no creerle nos sobran razones. Ayer mismo, la Auditoria Superior de la Federación (ASF) denunció penalmente a 14 gobiernos estatales que simularon devolver dinero del Presupuesto Federal, luego de que se les hicieron observaciones en el manejo de los recursos que les fueron asignados y que, al final, no los entregaron, de acuerdo con la Cuenta Pública 2014.

Del monto de denuncias penales relacionadas con simulación de reintegros por 8 mil 025.6 millones de pesos de hace dos años, el estado de Veracruz –gobernado por Duarte– sobresale con mayores simulaciones, con una cifra de 4 mil 770.2 millones, casi el 60 por ciento de los fondos que se deben transparentar, seguido de Michoacán (1,268.3 millones), Guerrero (967.7 millones), Chiapas (253.1 millones), Tabasco (136.1 millones) y Sinaloa (135.6 millones).

Los datos anteriores corresponden solo a la Cuenta Pública de 2014, sin embargo, según datos de la ASF, Veracruz lidera la cuenta total, obteniendo medalla de oro en manejo dudoso de los recursos federales, al tener que transparentar 35 mil 421.7 millones de pesos; la medalla de plata la obtiene Michoacán (28,477.5 millones), mientras que la de bronce le corresponde a Jalisco (21,938.0 millones).

Pese a esas y otras denuncias provenientes de instancias fiscalizadoras, para Javier Duarte de Ochoa, este gobernador de factura intergaláctica, las acusaciones en su contra solo son producto “de una estrategia clara de denostación, de ataques sin fundamento, de ataques incluso ridículos, basados en dimes y diretes”, particularmente provenientes “de quien hoy se denomina presunto gobernador electo del estado de Veracruz”, para bajarle al PRI la dinámica triunfadora que traía desde los comicios federales de 2015.

Cuando le preguntan si se ve en la cárcel, señala: “No, por una simple y sencilla razón. Hay una conseja popular y siempre la conseja popular es muy sabia y dice lo siguiente: “El que nada debe, nada teme”. En este sentido, yo no debo nada. Me he dedicado a trabajar, a contribuir al desarrollo y beneficio de un estado como el nuestro”.

Y es posible que Duarte haya gobernado con base en consejas populares. Cuando le dicen que Miguel Ángel Yunes Linares afirma tener pruebas de su enriquecimiento ilícito, Duarte reacciona: “Es un mentiroso, un hampón, un delincuente, un gánster. Es el primero en estar en la cárcel. Lo que señala en mi contra lo dice sin pruebas, ridículas acusaciones, acusando a personas que ni siquiera conozco”.

Un gobernador pobre

Contra la percepción generalizada no solo de los veracruzanos sino de buena parte de los mexicanos que, con base en los que él llama ‘dimes y diretes’, saben que cuenta con propiedades inmobiliarias al menos en el Estado de México, en España y en el estado de Texas, Javier Duarte mantiene su versión de que es más pobre que sus colaboradores multimillonarios, como el mismísimo exsecretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita.

Cuestionado sobre su declaración 3de3, rechazada por el IMCO por presentar evidentes lagunas a modo, Javier Duarte sostiene que sólo cuenta con dos propiedades cuyo costo en el mercado es de 1.7 millones de pesos, además de tres vehículos cuyo costo de facturación apenas llega al millón: “Es lo que tengo. Ese es mi patrimonio. Ahora sí que es lo que he ganado con mi trabajo”.

El reportero de El Universal le señala que es difícil creer que solo eso sea su patrimonio, y Duarte responde: “Ahora sí que crean lo que cada quien quiera creer. Ese es mi patrimonio. Si tengo más propiedades, mal, y si no tengo propiedades, también mal. No tengo propiedades en el extranjero ni tampoco préstamos”.

Le preguntan sobre Bermúdez Zurita, a quien el portal Aristegui Noticias y, con base en esa información, el periódico Reforma, le atribuyen varias propiedades en Texas, el periodista de El Universal le lanza una bolita. Le señala que las propiedades del extitular de la SSP ponen en duda su probidad y que la seguridad estuvo todos estos años con una persona que puede estar sujeto a proceso.

Y Duarte responde: “Tan es así que él mismo me solicitó su renuncia para poder demostrar la licitud del origen de los recursos con los que adquirió sus propiedades. Estaré atento para que las instancias de procuración de justicia actúen y se llegue a las últimas consecuencias”.

Día invernal en Antón Lizardo

Aunque el calor era sofocante este jueves en Antón Lizardo, Javier Duarte sintió un frío invernal. En la víspera, Duarte se había entrampado en la defensa de su figura pública en los medios capitalinos. No solo había ido, mientras Earl golpeaba a los veracruzanos, con Ciro Gómez Leyva; en el caso de El Universal, obtuvo (no precisamente de manera gratuita) una larga entrevista, de la que hemos rescatado perlas dignas para el azoro.

Aunque en respuesta a este último medio había negado que el presidente Enrique Peña Nieto lo hubiera hecho a un lado (“En lo absoluto. Por su puesto que no”) y que por el contrario mantenía una relación que él calificó de extraordinaria, en la visita relámpago del mandatario mexicano a tierras veracruzanas, Javier Duarte fue ninguneado, alejado de todo contacto con el Presidente e, incluso, en el larguísimo comunicado emitido por la Presidencia de la República, no se le menciona ni por accidente.

Apestado en su propia tierra, Duarte vio cómo Peña Nieto vino a lo que vino. Que la Heroica Escuela Naval Militar tenga su sede en Antón Lizardo, municipio de Alvarado, solo puede señalarse como un accidente geográfico.

Ya sabemos que Peña Nieto no quiere a Veracruz. Pocas fueron las obras comprometidas durante su campaña y menos las que ha cumplido. Aquí perdió la elección ante la candidata panista Josefina Vázquez Mota, que fue tercera en el cómputo nacional. Y es leyenda que el culpable fue Duarte, por instrucciones de Fidel Herrera, a quien le fue estupendamente con el PAN en la Presidencia. Si hubiera ganado Vázquez Mota, su proyecto de mantener la Fidelidad por 30 años hubiera sido pan comido.

En el presídium, la Presidencia de la República colocó a Javier Duarte separado tres lugares del Peña Nieto, después incluso de la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Lorena Cruz Sánchez, cuya designación en enero de 2013 levantó malestar entre grupos feministas por su nula experiencia en el tema que le toca, pero con quien el Gobernador debió conversar sobre el tema de la reforma al artículo 4 de la Constitución local, con que se ha criminalizado el aborto en Veracruz.

Así que la enorme cercanía con el presidente Peña tendrá que esperar otro momento para ser demostrada.

Solo para terminar, veamos la visión que tiene Duarte de lo logrado en su gobierno: “Hemos venido transformando Veracruz. Hoy es otro. Todo aquel que va a Veracruz y que no había ido en tiempo atrás, cuando llega se sorprende de la modernidad, de los cambios que ha habido, de la modernidad”.

¿Usted le cree? Yo, tampoco.

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