Quien diga que el proceso electoral veracruzano transcurrió en paz y tranquilidad vive en otro lugar; no salió de su casa; o simplemente está mintiendo.

Desde tres días antes de la jornada de este domingo comenzó a vislumbrarse lo que podría ocurrir en unas elecciones enmarcadas en un contexto de inseguridad y violencia.

Viernes y sábado, a través de mensajes de texto enviados a teléfonos celulares, se intimidaba a los ciudadanos para evitar la participación en el proceso.

Cientos de personas denunciaron ser víctimas de esos mensajes y de llamadas telefónicas, grabaciones en que un supuesto “comandante” de la delincuencia organizada que afirmaba que la ola de violencia se acrecentaría de forma importante durante el día de las votaciones.

De igual manera, algunos hechos de violencia registrados durante viernes y sábado en diferentes puntos del territorio veracruzano pudieron haber sido utilizados para desalentar la participación ciudadana.

La madrugada del sábado, por ejemplo, fue perpetrado un ataque con armas de fuego contra el domicilio del presidente del Comité Municipal del PAN en Álamo, Guillermo Martínez Sarmiento, quien también es candidato suplente a la diputación local por el distrito IV. En ese caso, aunque se habla del uso de rifles de asalto, los llamados cuernos de chivo, muy usados por la delincuencia organizada, no se reportaron personas heridas o asesinadas.

En otro punto de la geografía veracruzana, Chalma, en la región Huasteca, fue denunciado un ataque contra el vehículo de Jorge Flores Lara, candidato de la coalición “Unidos para Rescatar Veracruz” a la diputación local por el complicado distrito de Tantoyuca.

Posteriormente, por la madrugada de este domingo, personas desconocidas dispararon contra la casa del dirigente municipal del PRI en San Juan Evangelista, José Agüeros Domínguez. Esos hechos se registraron cerca de las 5:00 de la madrugada, tres horas antes del inicio de la jornada electoral, en la zona centro del citado lugar, que colinda con Acayucan, Rodríguez Clara y Jesús Carranza.

No fue todo: en el municipio de Acajete, muy cerca de la capital veracruzana, durante la madrugada del domingo, a las 02:00 horas, sujetos desconocidos prendieron fuego a la casa del presidente municipal, el panista Ranulfo Eleazar Hernández. Como consecuencia de este hecho no se registró un saldo fatal, pero las pérdidas materiales fueron cuantiosas; además de la vivienda, también fue incendiada una camioneta propiedad del presidente municipal.

También este domingo, muy temprano, el diputado local panista Joaquín Rosendo Guzmán Avilés reportó el secuestro de su chofer, Rodrigo Camargo, quien antes del mediodía apareció, muy golpeado, en un camino de terracería cercano a Tantoyuca.

En Pánuco, zona Huasteca, entre la noche del sábado y la madrugada del domingo, bombas molotov fueron arrojadas contra casas de personas identificadas con el Partido Revolucionario Institucional; fueron dos casos: uno, el de un operador de la diputada Octavia Ortega; y otro, en el domicilio de Juana María Balderas, candidata del Partido Cardenista a la diputación por ese distrito.

Así las cosas, podríamos decir que en materia delictiva hubo de todo, como nunca antes, en la jornada electoral veracruzana; desde las amenazas de muerte contra una consejera del OPLE en Orizaba, hasta viviendas incendiadas, vehículos vandalizados, y amenazas e intentos de intimidación para desalentar la participación ciudadana.

Por supuesto, no faltaron los ataques contra partidos políticos y candidatos; un ejemplo ocurrió en Xalapa, donde la sede del Comité Estatal del Partido de la Revolución Democrática fue objeto de un ataque con bombas de fabricación cacera, las llamadas molotov.

El exhorto de la Arquidiócesis

De esa manera, al margen de los resultados de este domingo en Veracruz, lo evidente fue el ambiente de tensión, violencia e inseguridad que podría considerarse como inaudito en la entidad. A ello se debe el exhorto lanzado desde la Arquidiócesis de Xalapa, que convocó a la participación ciudadana, al tiempo que se refirió al contexto de intimidación.

El comunicado firmado por el sacerdote José Manuel Suazo, lamentó el escenario de violencia que rodea al proceso electoral, pero convocó a los ciudadanos a cumplir con su derecho al voto y a participar en la toma de decisiones; en pocas palabras, dar la espalda al abstencionismo.

“Los lamentables hechos de violencia que se han estado dando en nuestro estado y las diferentes agresiones no deben robarnos la participación, ni infundir miedo para disminuir este ejercicio ciudadano donde se expresa la voluntad de elegir a quienes se considera pueden ser buenos servidores públicos”, expresó el comunicado de la Iglesia Católica.

Habría que decir que el de este domingo 5 de junio no es el primer comunicado de la Arquidiócesis de Xalapa que manifiesta su preocupación por los hechos de violencia; el pasado 22 de mayo, luego del levantón ocurrido al interior de la iglesia Santa Rita, en el Puerto de Veracruz, el clero veracruzano calificó el hecho como “una expresión más de la descomposición del tejido social, de la incapacidad de reacción de las fuerzas del orden y de la inseguridad que se respira en cualquier rincón del estado”. @luisromero85