Y continúo con la enumeración de las aguerridas mujeres priistas que están buscando la candidatura a la diputación local por sus distritos para la elección del año entrante, en donde harán campaña junto con quien finalmente sea el abanderado hacia la gubernatura de dos años.

Hay mucha carnita en esta lista, porque está compuesta de verdaderas campeonas del priismo veracruzano, quienes han dado batallas épicas, junto y a menudo adelante de los varones tricolores que blasonan tantos triunfos electorales.

Este inventario de precandidatas podría ser también la totalidad del escalafón partidario de un sector que antaño había sido desdeñado y aventado al rincón de las asociaciones mujeriles químicamente puras y que servían para nada. Al ver las historias de lucha que representan muchas de ellas, no podemos menos que pensar que han cambiado las reglas del juego de antaño, cuando para subir y conquistar posiciones sólo se pedían cabellos largos e ideas cortas, una figura atractiva y un criterio amplio, sea lo que sea que esa expresión quiera significar.

Hoy hay mujeres pensantes, preparadas académicamente, con conciencia social, con criterio político y una presencia que produce respeto y consideración, no deseos insanos y malos pensamientos (en el sentido confesional de la expresión).

Bueno, decía ayer que en el Distrito 2, de Tantoyuca (de nueva creación, que incluye además de la cabecera los municipios de Naranjos, Citlaltépetl, Chalma, Chiconamel, Chicontepec, Chontla, Ixcatepec, Platón Sánchez, Tancoco y Tepetzintla), se la deben desde hace mucho a una priista incontrovertible, militante de siempre, con reconocimiento entre las bases, Sandra Soto Rodríguez. Formada en la región indígena de Chicontepec y en la cultura del esfuerzo, ella es actualmente Presidenta de la Asociación Nacional de la Unidad Revolucionaria en Veracruz y consejera política estatal del PRI, y fue coordinadora del Programa Estatal de Mujeres y suplente de diputada local plurinominal. Muy apegada al dirigente nacional de la Asociación, Humberto Roque Villanueva, no se duda que tendrá su apoyo y el de muchos ciudadanos en su región natal, lo que le garantiza el triunfo para el tricolor en ese distrito, que se puede volver conflictivo si no lleva el partido a un candidato bien visto y aceptado, como es el caso de Sandra.

En el Distrito 3, Tuxpan, mucho tendrá que opinar el diputado federal y exalcalde Alberto Silva Ramos, quien tiene la fórmula de ganar las elecciones para su partido en su municipio y su distrito. Entre las mujeres se mueve cercana a Beto la ex alcaldesa de Cerro Azul, Ludivina Ramírez Ahumada, y también levanta la mano la diputada federal suplente de Poza Rica, Michelle Gustin Cárdenas, exesposa del alcalde de Tihuatlán, José Luis Rodríguez Rivera.

Por el Distrito 4, Temapache, campea en busca de su primera oportunidad Norma Adelaida Castillo Solís, quien ya quiso ser alcaldesa y diputada. Tendremos que ver si por esta vez se ve beneficiada por la equidad de género y consigue la anhelada nominación.

En Poza Rica, las mujeres no se duermen y aunque es terreno sindical, por los petroleros y los profesores, muchas están creciendo por cuenta propia. Pero eso -si me perdonan la vida, como a Scherezada en Las mil y una noches– lo dejaremos para mañana…

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