Veracruz será clave en las próximas elecciones del 2 de junio de 2024 como el cuarto padrón electoral más grande del país con seis millones de electores y una participación ciudadana en las urnas estimada en 64%.
En las elecciones del 2018, Veracruz destacó como el tercer estado con mayor apoyo al entonces candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, al aportar 1.7 millones de votos. En la actual elección, no solo se juega el cambio de gubernatura, también posiciones en la Cámara de Diputados y el Congreso local, así como senadores.
Los partidos se han agrupado en dos grandes alianzas. Por un lado, la exsecretaria de Energía y senadora por Veracruz con licencia, Rocío Nahle, abandera la coalición “Sigamos haciendo historia” de Morena, PVEM, PT y Fuerza por México.
En la otra coalición, el priista José Yunes Zorrilla va por tercera ocasión por la Gubernatura, pero ahora con la coalición “Fuerza y corazón por Veracruz”, que integran el PRI,PAN y PRD.
Mientras el tercer candidato en la contienda es el expanista Hipólito Deschamps Espino Barro, quien ahora compite por Movimiento Ciudadano.
Para el académico Alberto Olvera, la próxima elección representa la continuidad de Morena con sus vicios y prácticas, o la curiosa vuelta al poder de un PRI que paradójicamente se presenta como una opción más democrática, que Morena.
“En ausencia de otros actores políticos nuevos. Entonces la cosa es clara: continuidad autoritaria morenista, contra la alternancia que implica el regreso al poder de los viejos autoritarios, pero que paradójicamente en el corto plazo podrían significar una corrección a los excesos del morenismo en el poder”, considera.
El analista político Fernando Vázquez señala que la participación ciudadana será clave para lograr un cambio en Veracruz. Para lograrlo la votación debería ser histórica, con los votos del 70% del padrón electoral.
Según los datos del Organismo Público Local Electoral (OPLE), el voto se concentra en personas de 18 a 29 años de edad, donde están cerca de 1.5 millones de votos.
Morena cambió la reconfiguración política
Veracruz ha vivido la alternancia política de tres partidos en el poder en los últimos ocho años.
Entre 2010 y 2016, Veracruz fue gobernado por el PRI de Javier Duarte de Ochoa, actualmente preso en el Reclusorio Norte en la Ciudad de México, acusado de los delitos de asociación delictuosa y enriquecimiento ilícito.
En 2016, la alianza PAN-PRD terminó con 86 años del PRI y el estado fue gobernado por Miguel Ángel Yunes Linares por dos años. En 2018, Cuitláhuac García de Morena quien competía por segunda vez por la gubernatura, ganó con una votación de 1.4 millones de sufragios.
La llegada de Morena al poder reconfiguró el mapa político de Veracruz. En 2021, enfrentó su primera elección intermedia y ganó 103 municipios, 26 diputaciones en el Congreso local y 18 en la Cámara de Diputados, arrebatando los bastiones panistas y priistas que por años dominaron varias regiones del estado.
Para Esteban Ramírez Zepeta, dirigente estatal Morena, estos resultados convierten a Veracruz en un bastión del partido en el país: “Esto nos permite apoyar al Presidente Andrés Manuel López Obrador y a Claudia Sheinbaum y ahora Rocío Nahle quien representa la continuidad en proyectos clave del presidente”, considera en entrevista.
Un gobierno de Morena cuestionado
La llegada de Morena, representó para varios sectores de Veracruz una esperanza de cambio ante los saqueos de gobiernos priistas. Pero con el control político de Veracruz, Cuitláhuac García, se convirtió en mandatario cuestionado por su polémico estilo de gobernar.
En 2022 fue criticado por favorecer a Rocío Nahle originaria de Zacatecas, cuando cambió la Constitución Política para reconocer como veracruzanos a quienes tuvieran hijos nacidos en Veracruz. Y así sortear uno de los requisitos para ser gobernador.
Aunque la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalidó la reforma, permitió que puedan gobernar personas con más de 5 años de residencia en el estado. Nahle asegura que ha vivido más de 30 años en Coatzacoalcos.
Los partidos de oposición como el PAN-PRI y PRD, lo han acusado de intentar amedrentar a la oposición con la estrategia de encarcelar a personajes políticos algunos de alto perfil como: José Manuel del Río Virgen de Movimiento Ciudadano y secretario técnico del Senado, el exsecretario de gobierno, el perredista Rogelio Franco, el exfiscal de Veracruz, Jorge Winckler y la jueza Angélica Sánchez.
Alberto Olvera, investigador de la Universidad Veracruzana considera que estas acciones demuestran que en Veracruz, lejos del cambio hubo la imposición de un régimen autoritario. “ Desde que llegó Morena al poder se restablecieron las peores prácticas de gobiernos priistas, las más radicales. Hemos tenido un autoritarismo subnacional, es decir, más autoritario el gobierno estatal que el gobierno federal”, dice.
Pero Cuitláhuac García al igual que Rocío Nahle son políticos consentidos del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en más de una ocasión ha salido al paso para defenderlos.
El presidente ha dicho en Veracruz, “el amor con amor se paga”. Y en el estado están varios de sus proyectos estratégicos como la industria petrolera y petroquímica y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec que instalará cinco de los diez polos de desarrollo industrial en el sureste del estado.
El presidente López Obrador, asegura que proyectos servirán como una cortina para impedir la migración en Veracruz, uno de los seis estados más pobres del país.
Otro de los logros que el gobierno de Morena ha destacado es que en la última medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo Social (Coneval), las cifras de pobreza disminuyeron al pasar del 60.2 % en 2018 al 51.7% en 2022, es decir, 4.2 millones de veracruzanos.
Pero en contraste, más de dos millones de personas pasaron a tener carencias en servicios de salud.
Una elección violenta
Aunque el gobernador Cuitláhuac García ha presumido que en Veracruz la estrategia de “abrazos, no balazos” ha funcionado con la disminución de homicidios dolosos y secuestros. En lo va de su gobierno, suman 5,511 asesinatos, 348 feminicidios y 535 secuestros, de acuerdo a las cifras del Sistema Nacional de Seguridad.
Mientras otros delitos han repuntado, como el robo de gas LP, robo a autotransporte, el narcomenudeo y la extorsión.
Sobre el tema, el presidente de la Coparmex Veracruz, Manuel Liaño Carrera, alerta en entrevista que en el estado hay cifras negras. “Los empresarios tienen miedo, no denuncian porque no confían en la eficacia de las investigaciones para resolver el tema”, asegura.
La numeralia de crímenes puso alertas en el primer bimestre del año, cuando fueron asesinados Manuel Hernández Hernández, aspirante a diputación local por Morena, Policarpio Ramírez Coria, primo del actual dirigente del PRI en Veracruz, el presidente del comité municipal del PRD en el municipio de Cuitláhuac José Alejandro Nadero y Efraín García Sala, excandidato del partido Fuerza por México fue privado de su libertad sin que a la fecha se tenga noticias de su paradero.
Expansión Política/Flavia Morales
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