La penetración de las drogas sintéticas en el mercado nacional ha provocado que los hospitales del país experimenten una “transición epidemiológica” con el objetivo de atender la escalada de pacientes que ingresan por el uso de metanfetaminas.
De acuerdo con el Informe 2023 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) el consumo de metanfetaminas, éxtasis y estimulantes en México aumentó 218 por ciento entre los años 2017 y 2022.
La ONU retoma datos aportados por el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas en las cuales señala que durante 2017 al menos seis estados habían registrado ingresos por consumo de metanfetamina y esa cifra aumentó a 21 estados en 2022.
La preocupación por la subida del consumo de drogas sintéticas en el país se sostiene en que dichas sustancias provocaron más del 46 por ciento de las solicitudes de tratamiento por estupefacientes en los nosocomios del país.
De esta manera las drogas tradicionales como la cocaína y la mariguana se han visto desplazadas con el paso del tiempo por las nuevas experiencias que ofrecen drogas procesadas en laboratorios.
En este mismo tenor, la amenaza del fentanilo se mantiene latente en nuestro país, pues a pesar de que la cifra de personas adictas es todavía muy baja, ha ido creciendo en los últimos años de manera sostenida.
Los reportes de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), señalan que en 2020 se recibieron 72 casos de consumo de fentanilo, mientras que para 2021 la cifra creció hasta las 184 atenciones.
El informe de la JIFE, el cual es auspiciado por la Organización de Naciones Unidas, señala que las incautaciones de fentanilo y metanfetaminas realizadas por la Guardia Nacional aumentaron en los últimos años de registro, al pasar de 50 kilogramos decomisados en 2020 a una suma de 168 kilos en 2021.
Además, la cantidad de metanfetaminas arrebatadas a los grupos criminales se triplicó en 2022, y por el contrario, los decomisos de drogas como cocaína, cannabis, heroína y sustancias psicotrópicas cayeron de manera importante.
Para la organización internacional, el actuar del crimen organizado sigue siendo uno de los principales factores que generan el aumento del consumo de sustancias ilegales que generan la violencia.
“La fabricación y el tráfico de drogas por cárteles y grupos delictivos siguen contribuyendo a la existencia de altos niveles de violencia en México. Según datos de la UNODC, si bien las tasas de homicidio intencional en el país han disminuido ligeramente en los últimos años, la tasa de homicidios sigue estando entre las más altas del mundo”, sostiene el informe.
Sobre las acciones realizadas por el gobierno de México para combatir el tráfico de drogas, la JIFE destaca que se ha ido destruyendo de manera continuada equipo y estupefacientes ilícitos incautados.
Incluso retoman el caso llamativo ocurrido el 25 de junio de 2023 cuando la Fiscalía General de la República destruyó cerca de 36 toneladas de estupefacientes y precursores diversos y más de 735 mil comprimidos de fentanilo en un laboratorio clandestino ubicado en Sinaloa.
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