Chiapas.- Migrantes de distintas nacionalidades acusaron la desatención del Instituto Nacional de Migración (INM) en la frontera sur de México, en lo que han considerado una política de retención para evitar que lleguen hasta el centro y norte del país.
La crisis migrante se agudiza en la frontera sur del país, con cientos de extranjeros varados en condición precaria en los márgenes del río Suchiate, la división natural de México y Guatemala.
Desde hace cuatro semanas, decenas de ciudadanos provenientes de todo Centroamérica y países como Venezuela, Colombia, Cuba y Haití siguen a la espera de obtener un permiso de residencia temporal en el país.
En este punto de cruce internacional, decenas de casas de campaña han sido montadas o improvisadas, donde cocinan, duermen y realizan sus necesidades fisiológicas sin ningún tipo de control sanitario.
Los afectados señalaron que, en su desesperación, los extranjeros comienzan a caminar por la carretera que lleva de Ciudad Hidalgo a Tapachula, pero muchos son detenidos sobre la marcha por agentes migratorios, que esperan a que los grupos sean pequeños para implementar redadas y llevarlos a la Estación Siglo XXI, donde son encerrados.
Mientras tanto, otros son trasladados en autobuses a Tuxtla Gutiérrez, donde son liberados con permisos de diez días que después se vuelven inútiles, pues pese a transitar hacia la frontera norte con este documento son detenidos y enviados de vuelta a la frontera con Guatemala, según denunciaron los migrantes.
Los que no se han atrevido a avanzar, suplican por dichos permisos y al pasar de los días la situación se complica para muchos.
“Llevamos aquí siete días y no avanzan las listas de familias en las que nos hemos apuntado, yo no puedo avanzar porque vengo con mis tres hijos y es peligroso, seguiré esperando, pero no entiendo por qué migración mexicana no nos quiere atender”, apuntó Norma Leticia Calderón, proveniente de Venezuela.
El Centro de Dignificación Humana, una organización civil que ayuda a migrantes en Tapachula, ha denunciado la red de corrupción que supuestamente impera en el INM.
“Sólo avanzan bien aquellos que tienen dinero, que pagan a funcionarios de la delegación de migración en Chiapas para avanzar cómodamente hasta la Ciudad de México o hasta la frontera con Estados Unidos“.
“Pero los pobres, los que no tienen para pagar esos miles de dólares, son los que están siendo maltratados en el río Suchiate y en otras ciudades del sur de Chiapas”, declaró Luis García Villagrán, director de la asociación.
Según estimaciones de defensores de derechos humanos, todos los días por la frontera sur ingresan más de 500 migrantes. Muchos se quedan a la espera de estos documentos a orilla del río Suchiate.
Actualmente, al menos mil 200 extranjeros permanecen en las inmediaciones del módulo inoperante del INM en Ciudad Hidalgo.
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