Mucho se dice que además del “veto total” a Eric Cisneros por “no cuadrarse” cuando debió hacerlo (a pesar de los múltiples avisos que le mandaron desde CDMX), hay molestia (de adentro y de la propia precandidata Nahle), hacia la actitud mostrada por el diputado Javier Gómez.

Y es que se sabe de sobra (y no es algo que alguien en la campaña morenista aceptará públicamente), que cuando Nahle fue ungida con la candidatura, el presidente de la Jucopo quiso ser “todoabarcador” y se mostró como si fuera el “operador político en jefe”, situación que molestó a la extitular de energía.

De esta manera (y a pulso propio), Gómez fue reorientado y regresado al lugar político que le corresponde: uno que lo ubica en igualdad de condiciones respecto al resto de sus compañeros. Y ahí permanecerá hasta que la precandidata le dé alguna encomienda especial.

Por su parte, el resto de los “cabecillas” en el equipo tienen claro que si desean seguir en la primera línea de batalla (y contemplados para el gabinete en caso de ganar), deberán someterse a sus funciones, pues de otra manera podrían “correr” la suerte de Gómez.

Si bien es cierto el diputado morenista continúa contemplado y dentro del esquema, debió reconsiderar y entender que con Nahle no tendrá (al menos por el momento), el mismo poder que con el gobernador García.

Por otro lado, de acuerdo a información del equipo cercano de Xóchitl Gálvez, los frentes de batalla más parejos en Veracruz se encuentran en las senadurías y en varias diputaciones federales.

Veremos qué ocurre.

X: @aaguirre_g