Dries van Agt, primer ministro de Países Bajos entre 1972 y 1982, y su esposa, Eugenie Krekelberg, murieron este 5 de febrero tomados de la mano después de que a ambos se les aplicará la eutanasia debido al deterioro progresivo de su salud física, indicó la fundación Rights Forum, fundada por van Agt.
Eligieron morir por lo que se conoce como «dúo eutanasia», una tendencia creciente en los Países Bajos, donde a un pequeño número de parejas se les ha concedido su deseo de morir al unísono en los últimos años, generalmente por una dosis letal de una droga.
El expolítico y su esposa tenían 93 años. Acababan de celebrar sus bodas de Titanio, es decir, el aniversario 70 de su boda.
La pareja practicaba el catolicismo, pero decidieron optar por la eutanasia por su estado de salud, que había sido delicado desde que sufrió en 2019 una hemorragia cerebral de la que no pudo recuperarse. Los problemas de salud de su esposa permanecieron privados.
“Siento que es un poco hermoso, honestamente, que hayan vivido su vida juntos, resulta que ambos están gravemente enfermos sin posibilidad de mejorar, están listos para ir, y les gustaría ir juntos”, dijo al Washington Post Maria Carpiac, directora del programa de gerontología de la Universidad de California en Long Beach.
El matrimonio tuvo tres hijos: Eugenie, Frans y Caroline. Tuvieron seis nietos, incluida la la ciclista profesional Eva van Agt de 26 años, participante del Tour de Francia Femenino.
Van Agt, después de ser primer ministro, fue embajador de Países Bajos en la Unión Europea, Estados Unidos y Japón. Un viaje suyo a Israel en 1999 lo hizo tomar consciencia de la situación de los palestinos, por lo que se volvió un activo activista a favor de la causa palestina.
En un comunicado público, la familia real holandesa dejó patente que Dries van Agt «asumió la responsabilidad administrativa en una época turbulenta y consiguió inspirar a muchos con su llamativa personalidad y colorido estilo”.
La eutanasia en Países Bajos
Desde 2002, la eutanasia y el suicidio asistido son legales en los Países Bajos siempre y cuando se lleven a cabo con el control de los especialistas pertinentes.
Morir en pareja se está convirtiendo poco a poco en algo habitual en este país del noroeste de Europa ya que, según las estadísticas, en 2020 fallecieron 26, al año siguiente la cifra aumentó a 32 y en 2022 se batió el récord con 58.
«Es probable que esto suceda cada vez más a menudo», dijo al Post Rob Edens, oficial de prensa de NVVE, una organización holandesa centrada en la investigación, el cabildeo y la educación sobre el suicidio asistido y la eutanasia en los Países Bajos.
El suicidio asistido es cuando una persona se autoadministra una dosis letal mientras un médico está presente, mientras que la eutanasia es cuando un profesional médico administra la dosis. Los dos procedimientos están permitidos en Países Bajos con criterios específicos.
En América Latina, solo Colombia despenalizó la eutanasia, en 1997. En Ecuador, la Corte Constitucional despenalizó la eutanasia el miércoles 7 de enero. Uruguay, Chile y Cuba discuten proyectos al respecto y en México existe la llamada ley del «buen morir», que autoriza al paciente o su familia a solicitar que la vida no sea prolongada por medios artificiales.
AFP
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