La biblioteca de Harvard retiró la piel humana utilizada en la encuadernación de un ejemplar del libro «Des destinées de l’âme», del escritor francés Arsène Houssaye, pese a que conocía su origen desde 2014, anunció la institución.
El libro, una meditación sobre el alma y la vida después de la muerte, llegó a la biblioteca de la universidad en 1934 por el diplomático estadounidense y exalumno de Harvard John B. Stetson. Veinte años más tarde su viuda Ruby Stetson lo donó oficialmente.
Considerado como un libro raro, el ejemplar pasó a la Biblioteca Houghton en 1944, donde había permanecido hasta ahora, pese a que la procedencia humana de la piel utilizada en la encuadernación fue confirmada en 2014.
El médico y bibliógrafo francés Ludovic Bouland, primer propietario del volumen, decidió encuadernarlo con piel humana con la excusa de que «un libro sobre el alma humana merecía tener una cubierta humana».
«Pedimos disculpas en nombre de la Biblioteca de Harvard por los fallos cometidos en el pasado en nuestra gestión del libro», dice en un comunicado fechado el miércoles, Tom Hyry, encargado de archivos y colecciones especiales de la Biblioteca Houghton.
«Podemos tener una certeza razonable de que Bouland extrajo y utilizó la piel sin consentimiento», dijo por su parte Anne-Marie Eze, bibliotecaria adjunta de la Biblioteca Houghton en el mismo comunicado.
«En marzo de 2024, Des destinées de l’âme fue desencuadernado, eliminando la cubierta de piel humana», agrega el texto.
En una nota que acompañaba al libro, escrita por John Stetson y que se ha perdido, se decía que Bouland utilizó la piel del cuerpo de una paciente desconocida de un hospital psiquiátrico francés.
El libro en sí, sin la encuadernación, ha sido digitalizado y está a disposición del público, afirma Hyry.
«La piel humana utilizada para encuadernar el libro no está disponible, ni en persona ni digitalmente, para ningún investigador», aseguró, tras precisar que la biblioteca empezó a «imponer restricciones al acceso (del libro) en 2015 e instituimos una moratoria total en febrero de 2023».
La biblioteca consultará con las autoridades competentes de la Universidad y de Francia para «determinar un destino final respetuoso para estos restos humanos».
El pasado 12 de enero entró en vigor una normativa federal que obliga a los museos a obtener el consentimiento de los descendientes de los pueblos originarios para la exhibición de su patrimonio cultural, sagrado y funerario.
Aunque está prohibida la exhibición de restos humanos en los museos, la nueva normativa da a las instituciones plazo hasta el 2029 para preparar dichos restos y objetos fúnebres y devolverlos a sus lugares de origen.
En cumplimiento de esta normativa, museos como el Peabody de Arqueología y Etnología de la Universidad de Harvard, el Museo de Ciencias Naturales de Nueva York o el Museo de Arte de Cleveland, han retirado objetos sensibles del patrimonio cultural y sagrado de pueblos originarios del país.
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