Si Fidel Herrera, que acaba de cumplir años, tuviera salud lo más probable es que estaría operando para hacer ganar a Morena.

Político muy pragmático Fidel estaría con Morena no por razones ideológicas ni nada parecido a eso, simplemente habría visualizado la conveniencia de estar con ese bando.

Identificado con el PRI durante toda su vida activa, porque era el partido que daba los cargos y en el que se podía hacer carrera hasta llegar al puesto que como mínimo se ponen de meta o aspiran los políticos, el de gobernador, cuando vio muy cerca esa posibilidad presionó advirtiendo que de no darle la candidatura aceptaría ser el abanderado del PRD.

Finalmente esa advertencia-presión que hizo sentir al entonces gobernador Miguel Alemán -no había presidente priista- más las maniobras de José Murat ante Roberto Madrazo, a la sazón dirigente del PRI, hicieron que fuera postulado como candidato a gobernador de Veracruz, ganando por un muy escaso margen.

Así ha sido, es y será la política, alejada en la realidad de ideologías y totalmente pegada a intereses individuales o de grupos (por cierto, no está Fidel operando para Morena, pero sí numerosos fidelistas).

Hoy lo vemos en Veracruz, en las campañas. Los intereses que prevalecen en diversos casos son los mencionados.

En Morena, donde al parecer la candidata ya no requiere los servicios del alcalde con licencia de Martínez de la Torre, Rodrigo Calderón, quien supuestamente fue el coordinador de la precampaña, está muy claro esto de los intereses sobre la pretendida ideología que tienen los partidos.

Algunos grupos morenistas deben estar muy seguros de su triunfo -falsa seguridad- y dejan solos a candidatos de su organización.

Ahí está de ejemplo lo sucedido al arrancar su campaña al candidato al Senado, Manuel Huerta, quien anduvo «solo» por Catemaco, Los Tuxtlas y Hueyapan. Ningún alcalde ni ningún diputado de esa zona se hizo presente ni le hizo sentir un apoyo mínimo, como para cumplir siquiera con las formas.

Los legisladores Fararoni y Gómez Cazarín así como la diputada Escobar debieron tener otras actividades y no les interesó el arranque de campaña de su candidato al Senado.

Esto solo es un ejemplo, pero así están en Morena en otros distritos y así están en otros partidos.

Tal vez por hechos así es que en Morena es muy comentado que a su candidata a la gubernatura, Rocío Nahle, ya le mandaron a varios morenistas foráneos para que tengan participación directa en su campaña, por indicaciones, se asegura, de su abanderada a la presidencia, Claudia Sheinbaum.