Sugiere que las personas que NO pertenecen al grupo sanguíneo O podrían enfrentar un riesgo ligeramente mayor

Actualmente existen diversos factores de riesgo que inciden e incrementan las posibilidades de sufrir un ataque cardiaco.

Un estudio sugiere una posible conexión entre el tipo de sangre y el riesgo de padecer un infarto, sin que ello signifique causar alarma en la población.

El estudio

El Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, llevó a cabo un estudio que reportó una posible conexión entre el tipo de sangre y el riesgo de padecer un infarto, el cual sugiere que las personas que NO pertenecen al grupo sanguíneo O podrían enfrentar un riesgo ligeramente mayor de enfermedades cardíacas.

Lo anterior, tras analizar, estudiar y dar seguimiento a 50 mil adultos durante siete años, quienes mostraron una mayor coagulación, un factor que podría desempeñar un papel crucial en la salud del corazón y aumentar la probabilidad de sufrir un infarto.

Contexto

Cabe destacar que existen diferentes tipos de sangre entre la población:

— Hay cuatro grupos principales: A, B, AB y O.

— Cada grupo se distingue por la presencia o ausencia de ciertos antígenos en la superficie de los glóbulos rojos, y la combinación de estos antígenos determina el tipo de sangre de un individuo.

— El estudio en cuestión se centró en la relación entre los tipos A, B o AB y un posible aumento en el riesgo de infarto en comparación con aquellos que tienen sangre tipo O.

— Los investigadores observaron que aquellos participantes cuya sangre no era del tipo O mostraron un riesgo un 9% mayor de fallecer por cualquier causa y un riesgo 15% mayor de morir a causa de enfermedades cardiacas, sin duda algo relevante, pero no preocupante, señalaron.

— También se identificó una conexión entre el tipo no O también se asoció con un riesgo 55% mayor de desarrollar cáncer gástrico.

Pese a los hallazgos significativos, existen numerosos factores de riesgo asociados con enfermedades cardiovasculares; el estilo de vida sigue siendo un contribuyente primordial en el estado de salud individual. No se debe perder de vista que la genética, la dieta, el ejercicio y otros hábitos influyen de manera decisiva en la salud del corazón.

Factores de riesgo

  • Edad.
  • Consumo de tabaco.
  • Presión arterial alta.
  • Niveles elevados de colesterol o triglicéridos.
  • Obesidad.
  • Diabetes.
  • Antecedentes familiares.
  • Falta de ejercicio.
  • Dieta no saludable.
  • Estrés.
  • Consumo de drogas.
  • Antecedentes de preeclampsia.
  • Afección autoinmunitaria.

Síntomas de alerta

  • Dolor en el pecho, que puede sentirse como presión, opresión, dolor, o sensación opresiva o de dolor.
  • Dolor o molestias que se propagan al hombro, brazo, espalda, cuello, mandíbula, los dientes o, a veces, a la parte superior del abdomen.
  • Sudor frío.
  • Fatiga.Acidez estomacal o indigestión.
  • Aturdimiento o mareos repentinos.
  • Náusea.
  • Falta de aire.

infobae.com

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