Entre las 20 reformas presentadas por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, hay una donde propone prohibir la siembra y consumo humano del maíz transgénico, una decisión gubernamental que abrió una disputa comercial con Estados Unidos y hasta hoy no ha sido dirimida entre las partes.

“Declarar a nuestro país libre de maíz genéticamente modificado, como el transgénico, para siembra y consumo humano, así como el reconocimiento del maíz como alimento básico y elemento de identidad nacional”, dijo el mandatario.

“El avance de la ciencia y la tecnología ha llevado a la producción de organismos genéticamente modificados, comúnmente conocidos como transgénicos, que son producto de técnicas in vitro que superan las barreras fisiológicas naturales de la reproducción o de la recombinación que no son utilizadas en la reproducción y selección tradicional”, agregó López Obrador.

La siembra de transgénicos en los países implica un mayor riesgo debido a su intromisión irreversible en la cadena evolutiva de las especies cultivadas y silvestres, de acuerdo con el mandatario.

El jefe del Ejecutivo presentó 18 reformas constitucionales y dos legales, las cuales fueron entregadas por Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación (Segob), a la presidenta de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra Castillo-

En abril de 2020, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador publicó la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo, que en sus artículos 3 y 4, reconoce legalmente a la producción, comercialización, consumo y tradicional diversificación constante del maíz como manifestación cultural nacional y como garantía del derecho humano a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad.

El 10 de julio de 2020 entra en vigor el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), que en el artículo 24.8.2 reconoce los compromisos internacionales en materia de medio ambiente de los países parte, entre los que se encuentra precisamente el Convenio sobre la Diversidad Biológica y el Protocolo de Nagoya.

Para diciembre de 2020, se publica un decreto presidencial que ordena abstenerse de otorgar permisos para el uso y liberación o siembra de maíz transgénico. En febrero de 2023, se sustituye por un nuevo decreto que busca garantizar la inocuidad de la masa y la tortilla de maíz en la ingesta mexicana, lo que es compatible con el objetivo del capítulo 9 del TMEC.

El 17 de agosto de 2023, a Secretaría de Economía fue notificada formalmente por la Oficina de la Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) sobre su intención de dirimir, a través de un panel arbitral del Capítulo 31 del T-MEC (Solución de Controversias), las diferencias entre ambos gobiernos en torno a la regulación mexicana del maíz genéticamente modificado.

Aún y con lo decretos, la importación de maíz amarillo procedente de Estados Unidos y Brasil continuó y tuvo un crecimiento de 5.78 por ciento entre enero y noviembre de 2023, de acuerdo con Banco de México. Hasta noviembre de 2023, México compró más de 5 mil 488 millones de dólares en el extranjero de maíz.

Estados Unidos considera que ciertas disposiciones del Decreto por el que se establecen diversas acciones en materia de glifosato y maíz genéticamente modificado publicado en el Diario Oficial de la Federación el 13 febrero de 2023, podrían ser incompatibles con disposiciones de los Capítulos 2 (Acceso a Mercados) y 9 (Medidas Sanitarias y Fitosanitarias) del T-MEC. México no coincide con la posición de Estados Unidos.

“En México, el maíz es resultado de un proceso evolutivo de domesticación y diversificación continua mediante técnicas de agricultura tradicional, que por milenios se han desarrollado. Nuestro país es el centro de origen y de diversidad genética del maíz en el orbe”, dice la iniciativa de reforma propuesta por AMLO.

Añadió que la diversidad genética del maíz puede advertirse con las variantes en sabor, tamaño, textura, color de mazorca y de grano, también con la capacidad de adaptabilidad a condiciones climáticas muy diversas como la altitud, la precipitación pluvial, y los tipos de suelo. Es, además, el cultivo de mayor producción en el mundo.

Según el presidente de la República, el cultivo milenario del maíz mediante estos métodos llevó al desarrollo de las culturas asentadas en lo que hoy es el territorio mexicano y forma parte de nuestra cosmogonía, de nuestra alimentación y de nuestra soberanía.

A diferencia de la mayor parte del mundo, donde se consume como forraje, en México, el maíz es el alimento más importante; cada persona consume en promedio 328 gramos diarios (solamente en tortillas), lo que le provee del 39 por ciento de las proteínas, del 45 por ciento de las calorías y del 49 por ciento del calcio diariamente requerido.

“En México, la práctica de selección de semillas de maíz para la obtención de mejores alimentos representa el patrimonio vivo más importante del país y una reserva genética mundial frente al cambio climático”, concluyó López Obrador.

Forbes

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