Por primera vez en la historia reciente, los presidentes de dos de los tres Poderes de la Unión se ausentaron de la conmemoración del Aniversario de la Promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ceremonia que se se llevó a cabo este lunes en Querétaro.

Con la ausencia del presidente Andrés Manuel López Obrador y la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Unión, Norma Piña, el evento fue encabezado por la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, y el ministro Alberto Pérez Dayán, a quien Morena busca llevar a juicio político tras resolver con un fallo la inconstitucionalidad de la Ley de la Industria Eléctrica.

La ceremonia se convirtió así en un espacio para expresar posturas sobre la división de poderes en el contexto del anuncio del presidente de enviar una serie de reformas a la Carta Magna.

El acto comenzó con la bienvenida del gobernador del estado de Querétaro, Mauricio Kuri González, quien lanzó un llamado a la mesura política.

Al tomar la palabra, Kuri González resaltó que la democracia no es canjeable por justicia social, mientras que los contrapesos dijo, «no entorpecen, facilitan porque limitan porque iluminan, porque dan voz a las idea de otros».

«La permanencia de un entramado de instituciones autónomas no son excluyentes, sino un complemento imprescindible de un modelo mejor de país, uno que nos de libertad con igualdad, democracia con progreso y concordia para que juntos y juntos construyamos el bien común que le urge a nuestra nación», mencionó.

«Señoras y señores, no hay mejor momento que éste para hacer un llamado a la mesura, para convocar a la unidad y a la reflexión, se renovaron las poderes públicos para que prosigan los procesos históricos de nuestra nación, una elección no es una confrontación entre hermanos, desde aquí convocamos a la unidad y a la concordia, al respeto y a la tolerancia, demostremos con nuestra actitud que seguimos celebrando a la Constitución de la mejor forma, guardarla y hacerla guardar», expresó el gobernador.

En su oportunidad, el ministro Alberto Pérez Dayán, defendió el espíritu de la Constitución de 1957, a la que auguró una larga vida, así como la independencia, autonomía, honradez e imparcialidad del Poder Judicial que dijo, está libre de remordimientos y comprometido con su vocación democrática.

“El Poder Judicial cumple su cita y da cuenta puntual de su encomienda con independencia, con autonomía, con honradez, con imparcialidad, libre de remordimientos y siempre comprometido con su vocación democrática. No lo duden ni un momento, Hay Constitución, que vida la Constitución de México”, remarcó.

Al parafrasear a Alexander Hamilton, Pérez Dayán destacó que la Constitución es una ley fundamental y así debe ser considerada por los jueces.

El Poder Judicial, acotó, tiene perfectamente claras esas palabras y entiende que por encima de la Constitución no hay poder alguno, nada ni nadie. No permitamos que esto se olvide o se confunda.

Resaltó que la Constitución del 57 fue la que dio a la Corte las facultades suficientes para invalidar cualquier acto que no la respete, independientemente de la fuente que provenga, electa o no electa, sin distinción alguna.

Refirió que los tres Poderes de la Unión cualquiera que sea su origen, son democráticos al surgir precisamente del propio estamento constitucional. “Aquí, ninguno es más democrático que el otro”, comentó.

Pérez Dayán indicó que se entiende por democracia no sólo aquella estructura jurídica y un régimen político, sino un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo. Hacer cumplir la ley es uno de los actos democráticos más genuinos del servicio público-

“Defender a la Constitución, es defender al pueblo mismo, aunque no siempre se quiera atender así. Duele escucharlo, lo sé, pero lo más doloroso sería dejarlo pasar”, enfatizó el juzgador.

También participan las presidentas de las mesas directivas de la Cámara de Diputados y del Senado, Marcela Guerra Castillo (PRI) y Ana Lilia Rivera (Morena), respectivamente.

La diputada Guerra Castillo aprovechó su intervención para recordar a grandes personalidades que confluyeron en el Congreso Constituyente de 1917, donde también se dieron cita obreros, campesinos y diversos sectores, que incorporaron sus demandas en la Carta Magna.

También resaltó que para afirmar la consolidación de una República democrática, laica y federalista existe y seguirá habiendo un intenso debate sobre las medidas para afirmar nuestro republicanismo, en el sentido de dar plenitud a la división de contrapesos entre los poderes y del papel que juegan las instituciones autónomas.

«Dentro de este ámbito, el imperativo de animar la democracia deliberativa en la vida del Congreso y en la dinámica de las relaciones entre sociedad y gobierno, también la obligación de consolidar el régimen democrático en el marco de una transición que perfecciona las normas electorales, pero que debe poner énfasis equivalente en el régimen de gobierno para establecer así un presidencialismo acotado que conjure e impida el riesgo de una exacerbación autoritaria, ahí la imperiosa necesidad de prospectar la más cabal expresión de nuestro federalismo y para impulso del desarrollo de las comunidades y de las regiones del país dentro de la consolidación de la soberanía de todos los estados y evitar los intentos centralistas que siempre están al acecho así aprender del legado que recibimos y transmitirlo por el bien de la patria que busca afirmarse a través del régimen de libertades, del estado de Derecho, de una democracia que se asiente en los grandes acuerdos, en un sistema plural, competitivo…”, sentenció.

Por su parte, la senadora Ana Lilia Rivera expuso que la conmemoración del Aniversario de la Constitución de 1957 también marca el final de la 65 Legislatura, dominada por una mayoría parlamentaria que refleja los tiempos de cambio que vive el país: una revolución pacífica, democrática y popular.

Enumeró que desde 2018, el Poder Legislativo aprobó 23 decretos de reforma constitucional, 62 artículos de la Constitución inspirados en el humanismo mexicano y en la nueva rectoría política de austeridad republicana.

Rivera Rivera aclaró que la Constitución del 57, es, además, una brújula moral y guía en tiempos de desafíos, pues no se trata de un documento estático, sino por el contrario, un testamento dinámico de la constante transformación como sociedad.

“No olvidemos que durante 36 años el modelo neoliberal fue impuesto en México por una minoría oligarca y antidemocrática que impuso reformas a nuestra Constitución para privilegiar el saqueo de nuestra riqueza nacional. A la Constitución la despojaron de casi todos sus principios y espíritus originales”, expresó.

Además, añadió, todas las modificaciones, reformas estructurales o del Estado “como le llamaron”, no fueron otra cosa que la entrega de la soberanía alimentaria, energética, económica, entre otros.

Resaltó que la actual Legislatura que concluye sus funciones detuvo el desmantelamiento del Estado mexicano; “hemos dado nuevos bríos a la convivencia política, al funcionamiento de una verdadera división de poderes y a la institucionalidad de nuevos derechos”.

“Celebremos hoy no solo un aniversario, sino la continuidad de un legado”, remarcó la legisladora morenista.

Expansión

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