Terminaron las precampañas y en Veracruz la conclusión sería que, al día de hoy, no hay nada para nadie pues está diluida la ventaja con la que arrancó Rocío Nahle. Claro, aún falta ver mucha agua correr.

Por lo pronto la impresión es que, por el lado de Morena, la persona más interesada en Veracruz es Claudia Sheinbaum, la candidata presidencial que arrancó y tuvo uno de sus precierres de precampaña en esta entidad.

Cierto que Veracruz es el cuarto padrón electoral, pero por encima están la Ciudad de México, Estado de México y Jalisco y el interés por las tierras jarochas es notorio. ¿Ya da por perdido Jalisco?, ¿ve un buen control en el Edomex?, ¿está consciente de sus negativos en la CDMX y no quiere exponerse en reuniones que no sean masivas?, ¿qué no ve bien en Veracruz que la hecho estar por acá ya dos veces?

Por cierto, somos ahora el cuarto padrón electoral porque simple y sencillamente hay menos ciudadanos veracruzanos, con relación a los otros estados, de los que había hasta hace pocos años, lo que también nos ha llevado a tener menos distritos electorales y por lo tanto menos diputados federales, solo 19 y antes eran 21.

¿Hay muy buenas políticas para el control de la natalidad? Lo que existe es una muy fuerte migración de veracruzanos, tanto a las entidades del norte del país como a Estados Unidos, ante la falta de oportunidades.

En fin, seguramente veremos a Claudia Sheinbaum seguir viniendo lo más que pueda a Veracruz porque necesita reforzar a Nahle, quien estaría consciente que hasta ahora no las tiene todas consigo, como correspondería a una candidata a gobernadora de Veracruz que supuestamente tiene el respaldo presidencial directo.

Nahle es desconfiada, según se ha visto, por lo mismo, si bien no ha desplazado a los morenistas locales que están ligados al gobierno, porque finalmente los necesita, sí ha puesto distancia.

Zenyazen Escobar es una clara muestra, pues al apenas finalizar la precampaña da muestras de desgaste. De aspirante a la gubernatura pasó a casi seguro candidato al Senado (tras la primera reunión con, en el momento de la junta, aún secretaria de Energía) y ahora tendrá que ir, si finalmente eso se concreta, a pedir el voto al distrito de Córdoba para ser diputado federal.

Y por lo pronto debe seguir exhortando a maestros de diversos sindicatos a que asistan a los mítines de la candidata de Morena a la gubernatura, exhortos que lógicamente cada vez encuentran más resistencia.

¿Qué seguirá en la campaña de Morena? El respaldo desde arriba no puede seguir siendo vía concentraciones como las de antes, en las que además van dejando huellas de apoyos que no serían legales.

Habrá suficientes recursos, pero no los han sabido aprovechar correctamente y se empieza a dar la imagen como que desde mero arriba ya no la ven igual, ¿tendrá que ver en esto los escándalos trascendidos por la forma que se entregaron contratos en la construcción de la refinería de Dos Bocas, escándalos que han salpicado muy cerca del Presidente?

Como decíamos líneas arriba, aún veremos correr mucha agua en el agitado mar de la política veracruzana.