El Palacio de Gobierno, sede del Ejecutivo, situado en el Centro Histórico de Quito, amaneció este miércoles con un fuerte resguardo militar en momentos en que el país afronta una arremetida de violencia, atribuida a grupos de la delincuencia organizada, que las autoridades señalan de terroristas.
Unos 700 militares y alrededor de 400 policías, según reportes de la prensa local, resguardan la zona del Centro Histórico de la capital ecuatoriana, donde está también la vicepresidencia, la alcaldía y otros estamentos oficiales.
Quito amaneció sin el ritmo habitual por la disposición del Ministerio de Educación de realizar las actividades escolares en modalidad virtual.
Las clases a distancia dispuestas para varias instituciones públicas, así como privadas, redujeron considerablemente la circulación en ciudades que, como Quito, amanece con escaso tránsito de vehículos.
También hay poco movimiento ciudadano en las estaciones del Metro de Quito, que se mantiene en funcionamiento con vigilancia policial, pero no militar, como ocurrió el martes.
Sin embargo, la seguridad propia del Metro, que fue inaugurado el 1 de diciembre de 2023, se mantiene con sus cámaras de vigilancia y el control específico de paquetes sospechosos.
Según fuentes del Metro de Quito, la reducción de usuarios de ese medio de transporte a primera hora del día era notable, pese a lo cual se mantuvo el normal funcionamiento con sus 15 estaciones.
La alcaldía de Quito retomó el sistema “pico y placa” de restricción de circulación, dependiendo del último número de la matrícula de los vehículos, que la tarde del martes se suspendió ante la situación de emergencia.
Continúan las alertas
La policía informó de una alerta recibida la noche del martes por una amenaza en una gasolinera, en la que se encontró un vehículo incinerado con dos cilindros de gas en su interior.
Las fuerzas de seguridad acudieron de inmediato al lugar, en el sur de Quito, y retiraron los cilindros sin que se registraran daños ni víctimas.
Además, un presunto artefacto explosivo fue retirado sin causar daños ni víctimas en Yacupungo y Libertadores, al sur de Quito, “tras la rápida intervención de unidades especializadas”, indicó la Policía Nacional en sus redes sociales.
Por otra parte, los servicios en el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, de Quito, se mantienen con la restricción de paso únicamente para los viajeros.
Los accesos al aeropuerto se han reforzado y los agentes controlan el paso de los vehículos, empleando espejos con los que revisan la parte inferior de los autos, para prevenir la presencia de explosivos.
La ciudad costera de Guayaquil, considerada el nudo económico de Ecuador, amaneció también con poco movimiento y escasa afluencia de personas en las estaciones de transporte.
“Pronto estaremos de regreso”
El canal TC televisión, con sede en Guayaquil, no tuvo a primeras horas de este miércoles transmisión luego de que el martes un grupo de encapuchados armados ingresaran en sus instalaciones mientras realizaban un programa en vivo.
Trece personas fueron detenidas por su presunta participación en la ocupación del canal, que dejó la transmisión abierta durante la mayor parte de la crisis que vivió el martes, y que terminó gracias a la intervención de la policía.
“Pronto estaremos de regreso”, se leía este miércoles en la pantalla de la señal de TC Televisión.
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, decretó el pasado lunes un estado de excepción en todo el país debido a la acción violenta de grupos de delincuencia organizada, sobre todo por disturbios en unas seis cárceles y la fuga de reos considerados de alta peligrosidad.
El incendio de vehículos, el secuestro y amenazas a agentes de policía y penitenciarios, ataques con explosivos y la irrupción de encapuchados armados al mencionado canal de televisión de la ciudad de Guayaquil, desbordó la situación en Ecuador, que el martes vivió una jornada de terror, en la cual Noboa declaró un conflicto armado interno y dispuso la acción militar.
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