Algunos “amigos” –así, entre comillas– y excolaboradores de Javier Duarte están sorprendidos por los más recientes comentarios que, en medio del disputado proceso electoral, ha publicado en las redes sociales el último exgobernador de Veracruz surgido del PRI, partido que lo expulsó de sus filas en cuanto la entonces Procuraduría General de la República (PGR) giró orden de aprehensión en su contra y huyó a Guatemala en octubre de 2016, dos meses antes de que concluyera su administración.

Anteayer, por ejemplo, Duarte de Ochoa comentó en su cuenta de X, antes Twitter, lo siguiente: “Ante la reacción de mis enemigos políticos derivado de mi última publicación en esta red social considero importante aclarar que yo no es que apoye la candidatura de @rocionahle, simplemente es que encuentro aberrante apoyar un proyecto en donde participe el pederasta @YoconYunes”, en alusión al exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares, que lo sucedió en 2016 y cuya familia y grupo político, el más fuerte del PAN, ha cerrado filas con el precandidato a la gubernatura Pepe Yunes Zorrilla, un priista con el que no le une ningún parentesco.

Los comentarios de sus seguidores en la red social de Elon Musk fueron muy desfavorables. Inclusive aludieron a su ex esposa Karime Macías, quien desde 2017 radica en Londres, donde actualmente enfrenta un proceso de extradición. “Quien se excusa se acusa, dicen por ahí”, comentó uno; “igual de aberrante que creer en ti después de todo lo que robaron!”, le recriminó uno más; “perfecto y correcto, ¿pero por qué siendo gobernador nunca presentaste denuncias sobre ese tema o alguno otro?”, le echó en cara otro.

En efecto, uno de sus “amigos” recuerda también que, como gobernador, Javier Duarte se reunió en la sucesión presidencial de 2012 con Yunes Linares en uno de sus apartamentos que el mandatario tenía en una espectacular torre construida durante el fidelato en la bahía de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río. En esa discreta y prolongada reunión que habría terminado hasta la mañana siguiente, el entonces mandatario priista habría pactado con su ex contendiente que le apoyara para que el exgobernador priista del Estado de México, Enrique Peña Nieto, ganara la elección en Veracruz, y que él, a su vez, maniobraría para que su hijo Fernando Yunes Márquez, a la sazón diputado local del PAN con licencia y candidato al Senado, asegurara el escaño senatorial por el principio de primera minoría, pues por el PRI habían sido postulados Pepe Yunes Zorrilla, que encabezaba la fórmula, y Héctor Yunes Landa, primo hermano de Miguel Ángel.

De esa reunión entre Yunes Linares y Duarte de Ochoa quedó como evidencia una entrevista que, supuestamente a petición de su invitado, el entonces mandatario estatal del tricolor, eufórico y en presunto estado etílico, concedió al diario porteño NOTIVER, muy cercano al panista, en la que Javier declaró que sus diferencias con Miguel Ángel eran cosa del pasado, que la contienda electoral del 2016 ya había quedado atrás, y que Veracruz necesitaba de hombres valiosos como él.

Hace año y medio, el 26 de julio 2022, tres meses después de su última publicación en redes sociales, Duarte de Ochoa reapareció con un peculiar mensaje.

Su cuenta de Twitter volvió a ser activada para compartir una plegaria por el ex fiscal yunista Jorge Winckler, que había emprendido investigaciones en su contra y acababa de ser detenido en Puerto Escondido, Oaxaca.

Pero Winckler no fue el único incluido en las peticiones de Duarte, pues también incluyó en sus oraciones al ex gobernador Miguel Ángel Yunes, quien fue su sucesor en el gobierno de Veracruz de 2016 a 2018.

“Dios Todopoderoso ‘Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden’, humildemente te pido Señor bendigas a @YoconYunes y a @AbogadoWinkler, que no sea torturado nadie para fabricarles delitos a ellos, ni a sus esposas y que ellas no sean perseguidas”, publicó en Twitter.

Luego, en un segundo tuit, Duarte deseó que los hijos de Winckler no sufrieran dolor “por no ver a su padre durante varios años”, esto, después de que la Fiscalía General del Estado (FGE) de Veracruz impusiera prisión preventiva de un año en contra del ex fiscal de Yunes, periodo en el que se investigaría su probable participación en los delitos por los cuales fue imputado.

Y es que Winckler había sido una de las principales figuras en las investigaciones en contra del ex gobernador priista preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, en donde cumple una pena de nueve años que le fue impuesta en 2018, cuando se declaró culpable por los cargos de lavado de dinero y asociación delictuosa. Además de los nueve años en prisión, a Javier Duarte se le impuso una multa de 58 mil 890 pesos, que para él representa una bicoca, así como el decomiso de 40 bienes inmuebles en posesión de supuestos prestanombres. El comienzo de su sentencia privado de la libertad fue considerada a partir de abril de 2017, año en que fue detenido en el municipio de Panajachel, en Guatemala, procesado y extraditado a México.

“Si por investigar a Javier Duarte y sus presuntos cómplices, @PartidoMorenaMx y @CuitlahuacGJ pretenden vulnerar mi autonomía como Fiscal General del Estado de #Veracruz, atacarme y amenazarme, me siento honrado”, escribió Winckler en un tuit de octubre de 2018, un año antes de ser inhabilitado y destituido finalmente por el Congreso local controlado por la bancada mayoritaria del partido guinda.