El reclutamiento de Marcos a las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN) sucedió en el segundo semestre de 1979, cuatro años antes de la fundación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Marcos se incorporó al EZLN en 1984. A partir de entonces se convirtió en pieza clave de la consolidación del grupo que desde 1983 empezó a poblar la selva de Chiapas, en la clandestinidad.

Con el levantamiento armado del 1 de enero de 1994, Marcos ha sido el artífice para obtener visibilidad y empatía nacional e internacional en favor del EZLN.

El 9 de febrero de 1995, un año después del levantamiento zapatista, el gobierno de México hizo pública la que dijo era la filiación del subcomandante Marcos. Lo identificó como Rafael Sebastián Guillén Vicente, originario de Tampico, Tamaulipas.

Las FLN fueron fundadas hace 54 años. El EZLN tiene 40 de existencia y Marcos 44 como guerrillero, primero en las FLN y luego como integrante del naciente EZLN.

Guillén Vicente fue reclutado en la Universidad Autónoma Metropolitana, campus Xochimilco, por la profesora Silvia Fernández conocida en las FLN como Sofía y Gabriela. Fernández es la compañera de vida y de armas del comandante Rodrigo, que legalmente se llama Federico Ramírez.

En septiembre de 2023, Ramírez publicó el libro Secretos del clandestinaje; las vidas que alumbraron el levantamiento zapatista, de Ediciones del Lirio. En ese texto, escrito a manera de novela, recreó cómo fue reclutado Guillén Vicente a quien en esta parte de la novela llama Gil y a Silvia, Amalia.

El comandante insurgente Germán, líder de las FLN desde 1977, ofreció algunos datos sobre la llegada de Marcos a las FLN, quien se convirtió en figura mundial. En 1996, la firma italiana de ropa Benetton le propuso a Marcos ser su modelo, lo que el guerrillero declinó, según Paolo Landi, responsable de propaganda de la compañía Benetton.

COMO CUALQUIER RECLUTA

El arquitecto Fernando Yáñez Muñoz, conocido como comandante Germán, dijo que el ingreso de Marcos a las FLN fue “como todos, recibiendo el entrenamiento de la política, con la idea de formar un ejército y en ese camino muchos desistían, no participaban”.

Explicó que todos los reclutas, incluido Marcos, tenían que hacer trabajos urbanos. “Entrenas y te quedabas en las ciudades, ayudando en la logística, consiguiendo cosas, llevando y trayendo materiales que se adquirían, a veces hasta en Estados Unidos, radios, equipos y luego se trasladaban a la selva y en eso participaba él (Marcos), como muchos”.

El jefe de las FLN explicó que cuando un recluta, como lo fue Marcos hace más de 40 años, ya lleva tiempo en esas labores “se le invita, se le dice: ‘¿quieres ir a probar a la selva?’ ‘Sí’. ‘Va’. Al tiempo se le dice ‘¿cómo vas, sigues?’, y siguió”.

Germán mencionó que Marcos “simplemente era un compañero que llegó igual que todos y se le dio oportunidad de participar en trabajos urbanos primero; como los cumplió tuvo oportunidad de ir a la montaña, porque es muy dura la vida en la montaña. Él cumplió los trabajos urbanos, estoy hablando de 1981, 82, estaba en las ciudades; en 83 y como al 84 se le dice, ‘¿te quieres probar?’. ‘¡Vamos!’. Y aceptó; y fue a la montaña y empezó el entrenamiento y él y todos los que llegaban tenían que ir a la cacería, ir a la caravana, la góndola que se llama (cargar cosas), participar en trabajos políticos de cátedra, explicación”, dijo el comandante Germán, quien le mencionó a Iván Garza de Influencer social, que Marcos fue nombrado como el responsable militar del EZLN, secretario de guerra.

GUILLÉN CONVERTIDO EN GIL

En la versión novelada de lo que Federico Ramírez vivió desde 1973 como integrante de las FLN y del EZLN, en Secretos del clandestinaje; las vidas que alumbraron el levantamiento zapatista, presenta un capítulo sobre el reclutamiento de Rafael Sebastián Guillén Vicente. Ramírez confirma lo publicado por Carlos Tello en 1995 en La rebelión de las cañadas.

Tello publicó que Silvia Fernández era coordinadora de Diseño de la comunicación en la Universidad Autónoma Metropolitana. “Ahí reclutó, hacia fines de los 70, a quien sería después el artífice del EZLN: Marcos”.

La verdad literaria que presenta el comandante Rodrigo en su libro publicado en 2023 se trata del paso definitivo a la clandestinidad de Marcos. Formalmente no se sabe cuántos seudónimos tuvo antes de llamarse Marcos. Se ha difundido que también pudo haber sido Zacarías.

“Instalada en un cómodo sillón en la sala de maestros de una facultad universitaria, Amalia (Silvia) estudia un comunicado de las FLN mientras espera la llegada de Gil (Rafael Sebastián), maestro a quien intenta reclutar como militante. Es media tarde y no hay otro profesor en el recinto. Alza la vista y ve a su candidato en la puerta. Viste como cualquier alumno: pantalones vaqueros, contestatarios tenis rojos, playera con la imagen de Mao según Warhol. Interrumpe su lectura y dobla el documento sobre el regazo. Sin levantarse, le hace al recién llegado señas de que se acerque.

Después de saludarse con un beso en la mejilla, él toma asiento, al tiempo que ella le pregunta, sin mayor preámbulo:

—¿Cómo estás, profe? ¿Qué te pareció nuestra revista? Espero que te animes a participar.

El joven se pasa la mano sobre la barba bien recortada. Responde:

“Directo al corazón, sin anestesia, ¿eh? Siempre te has distinguido por tu franqueza. Pues… estoy de acuerdo con las conclusiones del artículo sobre la militancia, pero tengo dudas sobre cómo perciben la situación actual.

A FAVOR DE LA REVOLUCIÓN

Ella alza las cejas.

El profesor dice:

“En principio, me inclino por la revolución, amiga. No tengo bronca con eso. Sin embargo, creo que una de las condiciones que la justifican es, precisamente, la violencia del Estado. Pregunto: ¿No captan ustedes un cambio en ese terreno? ¿La actividad represiva no ha disminuido con el nuevo gobierno? (eran los tiempos de José López Portillo). Eso alejaría las posibilidades inmediatas de que el pópolo se sume a la guerrilla, ¿no?

–Justamente estaba yo estudiando un comunicado que trata ese punto, despliega entre sus manos el documento que había estado leyendo. Pasa una página, y en la siguiente señala con el índice un renglón. Le entrega el papel, mira: desde aquí.

Gil toma el escrito, y lee…

En el libro aparece en cursivas un fragmento del comunicado que supuestamente Fernández entregó a Guillén Vicente.

El texto de la novela de Federico Ramírez sigue:

Después de leerlo, Gil devuelve el comunicado a la maestra, quien dice: Espero que responda tus dudas.

—Mmm… Sí. Bastante claro. Para serte sincero, no necesito saber nada más. En otras palabras pueden contar conmigo. Y ahora, ¿qué sigue? ¿Firmo un contrato?

—!Ja, ja! Y un seguro de vida nombrándome beneficiara. Hace una pausa, y en otro tono agrega: En serio, me da gusto que te hayas decidido. Tienes mucho qué aportar.

—¿Por dónde empiezo?

—Vamos a ver, contesta Amalia, al tiempo que saca de su bolso una agenda y la abre, antes que nada ponerte un pseudónimo.

Ante el pensativo silencio del recluta, ella prosigue: eres capaz de ponerte Althusser, o Balibar, lo mejor sería que te llames como un santo que aparezca al azar, lee en la agenda, San Martín, es perfecto.

—¿Qué?, exclama, incrédulo el compañero Martín se toma un momento para resignarse, protesta débilmente, supongo que sin el ‘San? Y cuál es tu nombre de guerra?

SU DEPA, UN “DESMOTHER”

—Elena, a tus órdenes. Sigamos. Número dos, tú mismo fija una cuota mensual, para sostener la orga. Tres, ve pensando, de tus familiares y amigos, quiénes podrían colaborar. Acuérdate, hay varios niveles de participación, y todos son necesarios. Si te hacen falta documentos para tus prospectos me dices. Del bolso saca un pedazo de metal y se lo entrega. Cuatro, fíjate: ve a una ferretería y compra dos tiras de aluminio. No sé cuánto midan de largo; pero el ancho y grueso tienen que ser como esta muestra.

Martín toma en sus manos el cuadrito metálico que le entrega Elena. Lo mira con atención y pregunta:

—¿Qué es esto?

—Aluminio. Con las tiras que compres, los compañeros hacen hebillas inoxidables para las correas de mochilas que se usan en el monte. Llévate esta muestra para que cheques las medidas.

—¿Y eso te lo traigo aquí a la universidad? Oye, no sé qué tan largas sean las varillas que me pides; pero, si son grandes, pueden llamar la atención.

—Te me adelantaste. Lo mejor sería que nos viéramos en otro lugar. ¿Tú vives cerca, no?

—Ehm… Sí; pero… Vivo como si fuera estudiante.

—¿Y cómo es eso? -pregunta Elena.

—Quiero decir que mi depa es un desmother. Me daría pena que llegaras a barrer.

—¡Jaja! ¡Ni lo sueñes, chiquito! Además, muy pronto te voy a poner en contacto directo con un compañero de tiempo completo que será tu responsable. Yo saldré del escenario.

—¿Qué quieres decir?

—Luego te explico. Tal vez… ehm… salga de viaje.

—¿Ya no vas a trabajar aquí en la universidad? -baja la vista y se toca con suavidad la barba. De aquí en adelante conviene guardar cierta reserva.

—Todavía seguiré… por poco tiempo. Luego te platico mis planes. ¿A qué hora te desocupas el jueves?

—Termino con el último grupo a las dos.

—¿Nos vemos a las dos y media en “El Naranjito” de Tlalpan.

—Sip -dice el nuevo militante, y lo anota en un cuaderno.

Con los datos conocidos, hay 4 fechas posibles del reclutamiento de Guillén Vicente en 1979: 23 de julio; 5 y 23 de septiembre; 10 de octubre y 5 de noviembre, fechas del santoral de Zacarías.

Excelsior

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