El ahora ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, dejó el cargo en el máximo tribunal pero no ha renunciado a la llamada “pensión dorada” que ha repudiado el proyecto de la «cuarta transformación», algo que desde Morena se ha considerado un privilegio indebido de los altos mandos del Poder Judicial Federal.

En estricto sentido, Zaldívar no gozará de una pensión, pero sí de un cuantioso haber de retiro vitalicio, al que hasta ahora no ha declinado públicamente, pero que es un derecho que tienen todos los ministros cuando dejan el cargo. Esa percepción será por un monto muy superior al salario del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha fustigado que haya servidores públicos que tengan más ingresos que él, como titular del Ejecutivo.

Ahora, el beneficiario de estos altos ingresos será miembro de la corriente de la 4T. Pero, a diferencia de otros ministros que concluyeron sus mandatos, Zaldívar tendrá ese haber de retiro mientras, como él mismo anunció, se dedique a colaborar con la hoy precandidata presidencial de Morena Claudia Sheinbaum y a favor de su proyecto.

La Constitución, en su artículo 94, establece que los ministros de la SCJN durarán en su encargo 15 años “y, al vencimiento de su periodo, tendrán derecho a un haber por retiro”, en tanto que el artículo 183 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, agrega: “los ministros tendrán derecho a un haber de retiro de carácter vitalicio, del 100 % su percepción mensual los primeros dos años”.

Este pago será “del 80% durante el resto del tiempo, del ingreso mensual que corresponda a las y los ministros en activo. Cuando las y los ministros se retiren sin haber cumplido 15 años en el ejercicio del cargo, tendrán derecho a la remuneración a que se refiere el párrafo anterior de manera proporcional al tiempo de su desempeño”.

Por eso, de acuerdo a esa ley y al Manual de Remuneraciones del Poder Judicial de la Federación para 2023 y por haber cumplido 14 de 15 años, a Zaldívar no le tocará haber de retiro completo, pero sí proporcional.

Es decir, tendrá al menos una cantidad de 192,461 pesos mensuales, ya libres de impuestos, monto que es la parte proporcional correspondiente a los años ejercidos en el cargo, 93.3% de su periodo.

En diciembre próximo, además de su remuneración mensual, podrá recibir la parte proporcional de su aguinaldo; y aunque no completó el año laboral, le tocará un aguinaldo de 371,090 pesos por casi 11 meses trabajados, cantidad menor al medio millón de pesos que normalmente recibirán los otros ministros: 445,309 pesos.

Además, sumará a sus ingresos de diciembre próximo un “pago por riesgo” de 416,754 pesos, por lo que a fines de año, en que ya no estará en funciones, recibirá una suma de al menos 980,305 pesos.

Después de diciembre 2023, para los próximos dos años, el ahora ministro en retiro podrá disponer de ingresos anuales por 2.3 millones de pesos ya libres de impuestos. Pero el monto sumará poco más de 3 millones de pesos si se consideran los beneficios de aguinaldo y bono por riesgo, a los que tiene derecho.

Tras dos años, retiro «plateado»

A partir de finales de 2025, ya transcurridos los dos primeros años de retiro, y siempre que no renuncie a esos beneficios, el hoy ministro retirado tendrá el 80% de la percepción mensual que le corresponda por haber cubierto el 93% de su periodo de 15 años, más aguinado, y ya no gozará del pago contemplado como bono de riesgo.

De acuerdo a la ley citada, no se incluye ese pago como parte de los beneficios de los ministros retirados, pero en respuesta a una solicitud de información sobre el pago de pensiones de 2020 y la que recibe la también ministra en retiro, Olga Sánchez Cordero –hoy senadora de la República por Morena–, la Dirección General de Recursos Humanos de la SCJN precisó que ese monto no es un bono.

Pero el pago sí se realiza los dos primeros años y no se entrega a los ministros que ya no están en funciones, a partir del tercero.

El “pago por riesgo, sólo procede durante los 2 primeros años, posteriores al retiro. Se hace del conocimiento que la Ministra no recibe pago por concepto de bono”.

Tampoco está en la ley, pero de acuerdo a los morenistas que han demandado fin a los excesos, al retirarse los ministros conservan los vehículos que tuvieron asignados, “dos personas de apoyo” para estar a su servicio durante la jubilación, pagadas por la SCJN.

El 9 de mayo pasado el ahora senador con licencia de Morena, Ricardo Monreal, acusó que los altos mandos del Poder Judicial “son una casta aislada de la sociedad” y desglosó, en el marco de la denuncia de los privilegios de que gozan, que cuando dejan el cargo los ministros también gozan de “seguro de separación individualizado, de aproximadamente 20 millones de pesos al final de sus 15 años de servicio”.

Este monto se integraría con aportaciones individuales de cada juzgador más otra suma aportada por la SCJN, beneficio que, de acuerdo al legislador, en tendrían ministros retirados como ahora lo es Zaldívar.

El 11 de mayo, en su conferencia mañanera, el presidente López Obrador criticó los llamados «retiros dorados», pues tienen “pensión vitalicia con casi la totalidad del sueldo cuando se retiran. O sea, lo que tenían los expresidentes, ellos lo siguen manteniendo”.

Además, retomó la exposición de Monreal y le hizo agregados: “(tienen) dos vehículos blindados tipo Suburban, con valor de 6 millones de pesos, los cuales se renuevan cada dos años. Al concluir su mandato se quedan con las últimas camionetas que se les entregaron”.

Para el integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Tito Garza Onofre, el haber de retiro de manera vitalicia tiene como espíritu evitar que un ministro de la Corte, cuando se retira, se dedique a atender asuntos que lo pudieran colocar en conflicto de interés.

“La idea de que existan estos haberes de retiro, por así decirlo indemnizaciones tan altas para aquellos que se desempeñaron como ministros de la Suprema Corte es precisamente para que no jueguen el papel de juez y parte, que no incurran en puertas giratorias en donde una persona que resolvió asuntos –por ejemplo- de un partido político, ahora trabaje con él, sino que tenga distancia e Independencia por el alto cargo que ocupó”, expone.

Por eso lamenta que el ministro Arturo Zaldívar haya decidido renunciar a la Corte y, además, hacer público que se integra a un proyecto político.

“Lo que estamos viendo aquí, pues es claramente una persona sin ningún tipo de principios que lo que hace es darle la vuelta a la ley y hacer trampa a la misma, para salir ganando en las dos pistas», considera Garza Onofre.

“Tener un retiro lleno de privilegios que no corresponde con el espíritu de esos altos pagos que es evitar corromperse”, y por otro dedicarse a tareas “que por la investidura que ocupó está éticamente impedido”.

En igual sentido el jurista Ernesto Guerra recordó que han sido los partidos de la llamada cuarta transformación los que han cuestionado las altas percepciones:

“Ellos son los que han tenido esa narrativa de que son burocracia dorada y con lujos” por lo que toca a Zaldívar ahora, que ha decidido apoyar a ese proyecto, tomar una decisión respecto a esos privilegios.

“Si un ministro aspira a pertenecer a un movimiento de esa naturaleza, que ha cuestionado esos haberes, debería desistir de esos privilegios, que tienen una lógica y fueron pensados con la idea de mantenerse mientras no puedan ocupar otros cargos o empleos”, indica el analista.

“Si tuviera un mínimo de congruencia Arturo Zaldívar, debería renunciar propiamente a ese haber de retiro que le corresponde por los años trabajados en la Corte… y si quisiera involucrarse en actividades políticas, tendría que esperar por lo menos dos años, como lo mandata la propia Constitución”, remata Onofre.

Expansión Política

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