Las esquelas tienen la finalidad de informar cuando una persona falleció dentro de su entorno más cercano, ya sea familiar o amistoso, y fue una tradición que evolucionó a los obituarios, un tipo de aviso en periódicos donde las familias comunican el fallecimiento de un ser querido. Sin embargo con la pandemia por Covid, este tipo de prácticas también se digitalizaron y con ellas un tipo de fraude: los obituarios pirata.

Conocida como Obituary Pirating, esta práctica logró en 2020 hacer que Echo vita, una página de ‘obituarios falsos’ lograra ganar 5 millones de dólares, además de 160 millones de vistas. Este número fue dado por el fundador de la página Pascal Leclerc, que tuvo que hacer un testimonio tras una demanda por parte de Afterlife, una plataforma también dedicada a los mensajes post mortem.

Por ese caso, Afterlife terminó pagando 20 millones de dólares canadienses a los afectados, mientras que Echo vita también fue regulada y ahora ofrece obituarios digitales.

Hace unos meses, el medio de tecnología Wired , publicó la manera en cómo este tipo de fraude es efectiva. De acuerdo con la publicación, los ‘piratas’ usan información de obituarios que fueron publicados en periódicos o medios de comunicación y a partir de esta información crean páginas con vídeos donde se habla de la muerte de la persona a la que pertenecía originalmente el obituario.

Así que los seres queridos que buscan información sobre su ser querido terminan encontrando una avalancha de vídeos de bajo presupuesto que resumen crudamente las esquelas de la persona que han perdido. Y en muchas ocasiones, las posibles intensiones de intentar llegar a tener más información se traduce en compras no fidedignas que no llegan a ‘los seres queridos’.

Aunque existen sitios como Legacy, que se distinguen de este tipo de prácticas, muchos usuarios no saben diferenciar si se trata de un obituario hecho de manera legitima o no. Y la clave está en la optimización dentro de los buscadores.

Los sitios web de piratería suelen tener la suficiente habilidad en la optimización de motores de búsqueda como para llegar a los primeros puestos de los resultados de búsqueda, y utilizan el tráfico resultante para cobrar una prima por los anuncios digitales que aparecen junto a textos extraídos al por mayor de funerarias, periódicos locales y otros obituarios autorizados.

Y en ocasiones estos sitios piratas van un paso más allá, manipulando a las personas en duelo para que compren regalos de condolencia , como velas o flores, y se queden con el dinero.

De acuerdo con el periodista especializado en Tecnología, Thomas Balmaceda, esta práctica lleva varios años existiendo, pero aumentó con la digitalización que trajo la pandemia, pero también el incremento de decesos.

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