Tal como se advertía, a Morena está complicándosele la definición de las candidaturas en la Ciudad de México, Veracruz y los otros siete estados que renovarán sus gobiernos locales en 2024.

La secretaria general del partido obradorista, Citlalli Hernández, declaró anteayer al diario La Jornada que no será una decisión fácil elegir a los candidatos a las nueve gubernaturas, ya que por el criterio de paridad habrá que dejar fuera a varios hombres aunque ganen la encuesta si hay también una mujer que sea competitiva.

La senadora comentó que el 10 de noviembre, cuando se conozcan los resultados de las encuestas, la Comisión de Elecciones de Morena deberá tomar una decisión a fin de no poner en riesgo ningún triunfo del partido, pero priorizando la competitividad de las mujeres que por disposición del INE deben ser postuladas en cinco de las nueve entidades.

Al preguntársele si no temen una rebelión de los aspirantes varones que resulten punteros en las encuestas y tengan que ceder la candidatura a una militante –como sería el caso de Veracruz, donde el secretario de Gobierno, Eric Cisneros, y el exdelegado de la Secretaría del Bienestar, Manuel Huerta, se han declarado ganadores, al igual que la secretaria de Energía, Rocío Nahle–, doña Citlalli respondió: “Espero que no. No es una decisión fácil, pero los compañeros tienen que entender que literalmente es tiempo de las mujeres, que si no provocamos la participación de candidatas cada vez más, nunca vamos a alcanzar una paridad real en la que estemos en igualdad de circunstancias participando en política”.

Simultáneamente, el diario El Universal entrevistó a otros senadores de Morena que alertaron de focos rojos por mayores fisuras y renuncias en la bancada y en el partido guinda por el eventual éxodo de legisladores y liderazgos a otras fuerzas políticas debido a las diferencias internas a causa del mal manejo de las encuestas por parte de las dirigencias nacional y estatales.

Los senadores guindas consultados por el diario capitalino apuntaron que se está dejando fuera y maltratando a cuadros que podían ganar el proceso interno y las elecciones constitucionales, así como por posturas “antidemocráticas” en el partido contra quienes opinan diferente.

Citaron el caso de la senadora por Campeche, Cecilia Sánchez García, quien la semana pasada se sumó a la bancada del PRI, así como del anuncio de dimisión –que se encuentra en impasse– de Malú Mícher, cercana al e canciller y aspirante presidencial Marcelo Ebrard.

Por su parte, la senadora Lucy Meza, con 30 años de militancia en la izquierda, advirtió que su exclusión de la encuesta de Morena fue motivada por el gobernador Cuauhtémoc Blanco, quien ha hecho hasta lo imposible para evitar que ella ocupe el cargo.

“¿Cómo es posible que siendo yo la mujer más conocida y mejor posicionada en Morelos no fuera tomada en cuenta para competir?”, se preguntó Lucy Meza, al tiempo que reveló que la comisión de Morena la descalificó “según porque el fiscal (Uriel Carmona, enemigo político del gobernador) habló bien de mí”.

“Por ello me dejaron fuera. Mintieron, robaron y traicionaron. Le tuvieron miedo a la democracia, (…) a Lucy Meza y le tienen miedo al pueblo de Morelos. Con mi exclusión ilegal, quedó deslegitimado su proceso interno”, subrayó la legisladora.

Por otra parte, en redes sociales Rafael Echazarreta Torres, exasperante a la candidatura para gobernador de Yucatán por Morena, quien podría romper en las próximas semanas con el oficialismo, ha denunciado la inclusión de perfiles provenientes del PRI, como Jorge Carlos Ramírez, al que señaló de que hace apenas unas semanas denostaba a la 4T y al Presidente, y que hoy está siendo impulsado por las dirigencias estatal y nacional del partido guinda.

A esta situación se suma también la postura crítica o diferente de algunos senadores que están votando contra iniciativas presidenciales o por lo menos se abstienen, como fue el caso de los fideicomisos del Poder Judicial de la Federación, lo cual podría derivar en un ajuste de cuentas del partido y del Ejecutivo federal rumbo a las candidaturas a diversos cargos por parte de la dirigencia de Morena.

Tal fue el caso de la senadora y ministra en retiro Olga Sánchez Cordero, que en la pasada sesión de la Cámara Alta mantuvo firme su punto de vista en favor de conservar al menos 5 de los 13 los fideicomisos del Poder Judicial que fueron extinguidos, pues argumentó que su eliminación afectaría las prestaciones y derechos laborales de más de 45 mil trabajadores e intervenía en la esfera de otro poder.

Y el del senador Alejandro Rojas Díaz-Durán, quien desde tribuna señaló que “hay una mentira monumental” al afirmar que los ministros de la Suprema Corte se benefician de dichos fideicomisos, y afirmó que su partido, Morena, estaba violando flagrantemente la Constitución.

Ayer, el suplente del senador con licencia Ricardo Monreal difirió también acerca de la estrategia presidencial sobre el desastre del huracán Otis en Acapulco. Rojas Díaz-Durán convocó a conferencia de prensa en el Senado para proponer que el mandatario convoque a un Acuerdo Nacional por la Reconciliación y la Unidad en favor de Acapulco y Guerrero, proponiendo cinco acciones concretas para su reconstrucción.

Rojas dijo que “la fractura” que se dio la semana anterior “se puede ahondar por la antidemocracia y el veto a la pluralidad ideológica en el partido, donde se busca imponer un pensamiento único. Yo creo que esta fractura tiene un origen en la antidemocracia, soberbia, la intransigencia, pero sobre todo es la falta de respeto a la pluralidad ideológica de Morena, porque quieren imponer un pensamiento único y una disciplina ciega y sumisa.

“Eso no puede operar en un partido que viene de un movimiento y origen tan plural, tan diverso. Esa es la riqueza de Morena”, apuntó.

Consideró que Morena está convirtiéndose muy aceleradamente “en un partido estalinista en donde quienes no pensamos igual o no nos agachamos ante el pensamiento único y no nos arrodillamos o no tenemos una lealtad ciega y sumisa, empieza la persecución política, la denostación y los epítetos de traidores que son conductas típicas del estalinismo o de un partido muy autoritario”.

Cuestionado si este panorama que priva en la dirigencia de Morena de cara a las encuestas en nueve entidades para elegir gobernador puede derivar en más rupturas, dijo que “se puede dar un cisma mayor” porque se están tomando decisiones a través de encuestas con graves exclusiones a actores políticos relevantes, a liderazgos estatales.

Sobre estos visos de fisura en la bancada mayoritaria, el senador José Ramón Enríquez –en entrevista con el diario El Universal– recomendó que la dirigencia nacional de Morena, pero también las estatales, deben realizar un trabajo político que evite estas rupturas que se están reflejando en la conformación de la bancada en el Senado.

“Yo creo que falta oficio político en la dirigencia que encabeza Mario Delgado, les falta humildad para construir la unidad”, apuntó.

Consideró que hay focos rojos no sólo por más renuncias en las próximas semanas y meses en la bancada de Morena, sino en todo el país, en estados como Chiapas, Yucatán y Morelos, ente otros, por esa actitud de “ceguera política”, de dejar fuera a cuadros importantes, pero no sólo así, sino también denostarlos, como fue el caso de las pasadas elecciones en Durango, donde se perdió por encuestas a modo.

“La soberbia no les permite ver bien los focos amarillos y rojos que hay en el partido ante las rupturas que vienen y que ponen en riesgo no sólo esos estados, sino todo el proyecto electoral y presidencial en 2024”, añadió.

Según consignó el diario capitalino, muchos liderazgos de senadores y ex morenistas ya han manifestado que tienen invitaciones de la oposición, principalmente de Movimiento Ciudadano, para analizar si son candidatos a diversos cargos de elección popular. Y señaló que senadores como José Narro también han destacado la importancia de que en la encuesta en la Ciudad de México se reconozca la trayectoria de quienes siempre han militado en la izquierda, en alusión a la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, quien disputa la candidatura al gobierno capitalino con el exjefe policiaco Omar García Harfuch, impulsado por la exmandataria Claudia Sheinbaum, virtual candidata presidencial.