Luego de ocho meses consecutivos a la baja, se espera que la inflación se vea presionada al alza en la recta final del año, dando batalla al Banco de México (Banxico) en su lucha por llevarla a la meta oficial de 3%.

El índice nacional de precios al consumidor (INPC) cerró septiembre en 4.45% a tasa anual, de acuerdo con datos del Inegi.

Ligero repunte

Economistas consultados por Expansión dijeron que se espera un repunte en la inflación para el cierre de 2023. Banco Base estima que el índice terminará el año en 4.6%, Finamex Casa de Bolsa contempla que cerrará cercana a 4.7%, mientras que Valores Mexicanos (ValMex) prevé 4.85%.

“Esto obedece principalmente a que concluye el subsidio a la energía eléctrica en la primera quincena de octubre y la primera quincena de noviembre. Entonces, hay un repunte en los precios de la electricidad”, explicó Víctor Ceja, economista en jefe de ValMex.

Sin embargo, agregó que existe la posibilidad de que los descuentos de El Buen Fin ayuden a contener la presión inflacionaria.

Dado el panorama que se tiene para la inflación, se espera que el Banco de México (Banxico) mantenga la tasa de interés de referencia en 11.25% un periodo más largo. Los efectos de la política monetaria están por comenzar a sentirse. «Hay que esperar, por lo menos, hasta agosto del próximo año para ver el efecto total de lo que se ha hecho hasta ahora», apuntó Esteban Polidura, director de inversiones para las Américas de la firma Julius Baer.

“Pensamos que la tasa de fondeo va a permanecer ahí más tiempo del que habíamos esperado. Antes, considerábamos la posibilidad de un primer recorte en febrero de 2024, ahora lo esperamos hasta julio”, adelantó Víctor Ceja.

A pesar de que la inflación se ha desacelerado, aún se ven presiones en el índice subyacente, particularmente en otros servicios “todavía vemos un comportamiento errático, ahí es donde está el principal foco de preocupación de su trayectoria a la baja”, comentó Jessica Roldán, economista en jefe de Finamex Casa de bolsa.

“Lo más importante en esta quincena fue para el componente de otros servicios, fueron loncherías, fondas, torterías y taquerías tuvo un repunte importante. En la primera quincena se ubicaron en 6.03% y ahora 6.61%. Mientras no bajen los servicios, la inflación subyacente va a permanecer elevada”, complementó el economista en jefe de ValMex.

En lo que respecta a la inflación no subyacente, es decir aquella que elimina los productos y servicios más volátiles, Jessica Roldán comentó que ya no tendrán un papel tan importante en el descenso de la inflación hasta llegar a la meta del banco central de 3%, más menos un punto porcentual.

Los especialistas coincidieron al señalar como riesgos al alza los factores climáticos que podrían presionar el precio de algunos alimentos a nivel internacional, así como un aumento de los energéticos a raíz del conflicto entre Israel y Hamás en Medio Oriente.

El peso sigue debilitándose frente al dólar, y el actual programa económico expansivo, que es contradictorio con la política monetaria restrictiva de Banxico también son riesgos para la inflación, añadieron.

Inflación subyacente

El índice subyacente representa el 75% del índice nacional de precios al consumidor, y el no subyacente el 25% restante, explicó Ceja.

Para la inflación subyacente, dado el peso que tiene en el INPC, el punto de referencia para Banxico es de 4%. En septiembre registró 5.76%.

Uno de los motivos por los que el índice subyacente no ha bajado tiene que ver con “la fortaleza de la economía. El que tengamos un consumo relativamente fuerte, que tengamos algunos subsectores de la economía que se están recuperando, regresando a los niveles previos a la pandemia, van a hacer que todavía no veamos una reducción de esas presiones. Otro elemento que también es importante es: la fortaleza del mercado laboral, han hecho que los ingresos de los trabajadores y de los hogares se mantengan relativamente fuertes. Tenemos que esperar a que la política monetaria haga su labor y que esos elementos de fortaleza comiencen a reducirse un poco para ver los movimientos a la baja en la inflación subyacente”, añadió.

¿Por qué ha bajado la inflación?

La inflación comenzó a elevarse debido a que, durante la pandemia, los gobiernos de países desarrollados destinaron recursos para ayudar a la población que se quedó sin empleo debido al cierre de actividades.

Eso provocó que hubiera recursos en los hogares, pero las mercancías llegaban con retraso y caras porque no había un flujo normal en el comercio mundial.

“Un contenedor de Asia a América, típicamente, tienes un costo de entre 2,000 y 3,000 dólares, con la pandemia, como no había flujo y el precio del petróleo se fue a los cielos, la renga del contenedor se fue hasta los 15,000 dólares”, recordó Polidura de Julius Baer.

“La inflación ha bajado, pero el consumo sigue alto, porque no es un reflejo total de las tasas (de interés), sino de muchas otras cosas”, añadió.

Hay dos factores que han provocado que la inflación baje: la reapertura del mundo y la normalización de las cadenas de suministro, lo que se tradujo en la reducción de alimentos y diversos productos. El segundo factor tuvo que ver con una disminución en los precios del petróleo.

Expansión

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