En el IMSS no sólo los elevadores están deteriorados: hace dos meses que Daniela Arellano espera un estudio de Rayos X en el IMSS. En la Unidad de Medicina Familiar No. 15 donde se atiende, ubicada en la alcaldía Iztapalapa de la Ciudad de México, los tiempos de espera para acceder a este equipo son largos, pues el equipo deja de funcionar constantemente.

Ante la tardanza, la joven de 32 años prefirió acudir a un laboratorio privado. “Qué tal que me espero y sale algo grave”, expresa.

Como ella, otros derechohabientes enfrentan retrasos en la atención por falta de equipos médicos funcionales. Tan solo en este mes, varios usuarios de redes sociales han denunciado carencias.

“En la clínica 28 del IMSS no sirve el aparato de Rayos X. ¿Qué pasó con el servicio médico como en Dinamarca?”, publicó en Twitter la usuaria AndiiLuch.

“En la clínica 49 no hay Rayos X, ya tiene como tres meses”, denunció el usuario Nicandro.

Las quejas por equipos descompuestos salieron también de las clínicas No. 33 y No. 29, de la Ciudad de México, y del Hospital Vicente Guerrero, de Acapulco.

El propio IMSS reconoce en su Informe Financiero 2023 que el 99% de sus equipos de Rayos X está obsoleto. Este instrumental no es el único. Las clínicas, hospitales y equipo del Instituto en malas condiciones para operar se incrementaron en 2022, pese a que su deterioro puede poner en riesgo la seguridad de los pacientes y los procedimientos médicos.

Aunque el Seguro Social continúa invirtiendo en mantenimiento, son tantos los equipos e instalaciones antiguas, con operación regular y en mal estado, que el gasto en este rubro no alcanza a cubrir todo.

Mientras el IMSS se enfrenta a una infraestructura deteriorada y en mal estado, que ya cobró, al menos, la vida de una niña de seis años que quedó apresada en un elevador del Hospital General de Zona No. 18 de Playa del Carmen, crecen las quejas contra el Instituto por mala atención médica.

Expedientes contra el IMSS

En marzo de 2023, el Seguro Social fue la dependencia del gobierno con más expedientes abiertos ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Según el Sistema Nacional de Alerta de Violación de Derechos Humanos, de enero a marzo de 2022, este organismo abrió 630 quejas en contra del IMSS. Para el mismo periodo de 2023, el número de expedientes aumentó a 1,473, un incremento de 133.8%. De las quejas, 468 continúan en trámite.

La mayoría de los expedientes abiertos ante la CNDH son por la negación de atención, de fármacos, por presuntas negligencias médicas y por “omitir la implementación de la infraestructura necesaria para una adecuada prestación de los servicios de salud“.

Infraestructura en mal estado

Con base en datos oficiales del Instituto, 4.8% de los inmuebles de sus clínicas del primer nivel se encontraban en mal estado de conservación el año pasado. Esto representa un incremento de 5.1 puntos porcentuales, ya que en 2021 se reportó 3.8% de los inmuebles en esta situación.

El IMSS tiene 1,535 clínicas de primer nivel, es decir, que ofrecen servicios básicos de salud. Los inmuebles de estas unidades médicas incluyen los consultorios, quirófanos, pasillos, salas de espera, áreas de encamados, vestidores, baños y áreas de servicios auxiliares y generales.

Para el segundo nivel de atención, el crecimiento de los inmuebles en mal estado fue de 4 puntos. De los 249 hospitales en este nivel, 6.5% de sus inmuebles estaba en malas condiciones en 2021 y la proporción subió a 10.5% en 2022.

La infraestructura del tercer nivel de atención fue la única que mejoró su estado de conservación, al registrar 4.8% de sus inmuebles en mal estado durante 2021 y 0% en 2022.

Las instalaciones, inmuebles y equipos en mal estado “son aquellos que, por su estado de deterioro u obsolescencia, pudieran poner en riesgo la continuidad y seguridad de los servicios, por lo que demandan gastos mayores por concepto de operación y conservación”, explicó el IMSS en su Informe Financiero 2023, publicado en julio de este año.

Los equipos médicos del Seguro Social también han empeorado. En 2021, 6.5% de los dispositivos médicos estaba en mal estado en los hospitales del segundo nivel de atención, y para 2022, el porcentaje subió a 9.5%.

“Debido a la gran demanda de servicios que se proporcionan en el Instituto, los equipos médicos son utilizados bajo intensas jornadas de trabajo y operación, por lo que tienen mayor riesgo de deteriorarse rápidamente”, expone el informe.

Las clínicas y hospitales del IMSS-Bienestar también están deteriorados. De las 4,071 unidades médicas de este programa, 53% tiene más de 40 años de antigüedad y 10% de los inmuebles del segundo nivel estaba en mal estado de conservación.

“En el segundo nivel de atención destaca el fin de la vida útil de los equipos, aún y cuando se realizan labores de mantenimiento rutinario, preventivo y correctivo, ya que actualmente no cuentan con un programa permanente de sustitución”, reconoce el propio Instituto.

A decir de Carolina Gómez, consultora en salud pública y excoordinadora de IMSS-Oportunidades, el Seguro Social enfrenta un gran reto: dar atención a sus afiliados y, ahora, coordinar los servicios para la población abierta del país con un incremento mínimo de recursos.

“No hay forma de que el IMSS-Bienestar ni el sistema de salud puedan otorgar el acceso a la salud que requieren todos los mexicanos”, advierte.

Mantenimiento

Para que funcione de mejor manera el equipo, el IMSS destina presupuesto para el mantenimiento preventivo y correctivo, además de contratar servicios externos para este fin. Sin embargo, en 2022, estos contratos cubrieron únicamente el mantenimiento de 9,676 equipos de los tres niveles de atención médica, los cuales representan 5.4% del total. El IMSS pagó 2,026 millones de pesos por ese servicio.

Además, se identificaron 10,123 equipos médicos con una antigüedad de entre uno y cinco años, y otros 7,145 con seis a 14 años de antigüedad. Estos últimos son equipos de alto riesgo para los que no existe un contrato de servicio de mantenimiento.

El Seguro Social advierte que de esos 7,145 equipos, 41% son obsoletos o han rebasado su vida útil y para su sustitución se requieren 14,258 millones de pesos. En el caso de los aparatos de Rayos X, 99% son obsoletos.

Ante la situación que enfrenta el Instituto, senadores y senadoras del PAN solicitaron a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión citar a comparecer a Zoé Robledo, director general del IMSS, para que exponga el gasto en inversión de la dependencia.

“Urge mejorar las condiciones de la infraestructura médica, con el fin de brindar una atención de calidad a la población derechohabiente. La atención de la salud de las y los mexicanos no ha sido una prioridad de este gobierno, sino todo lo contrario, el IMSS se ha convertido en un instituto desmantelado por la 4T”, señaló el senador Julen Rementería.

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