Desde 2017, mucho antes de la elección presidencial que ganó López Obrador, el predominio político de Morena en el país ha sido evidente, con muy pocas excepciones estatales, como la reciente de Coahuila, donde en condiciones de división se desplomó el abanderado de la 4T al gobierno local, Armando Guadiana.

En Veracruz, prácticamente todas las encuestas, todas las mediciones de las preferencias ciudadanas sobre política, levantadas después de la sucesión en el gobierno estatal, han dejado claro que la población se inclina más por las opciones presentadas por Morena. Por ello, este partido ganó más curules en la Legislatura local que cualquier otro partido tanto en 2018 como en la intermedia de 2021.

Además, en la competencia por los ayuntamientos veracruzanos, la 4T se llevó casi todo lo que estaba en juego: la capital, Coatzacoalcos, Minatitlán, Córdoba, Poza Rica, Papantla, Tuxpan, Martínez de la Torre y, en términos generales, los municipios más importantes, con las excepciones de Veracruz, que fue para el PAN; Orizaba, Cosoleacaque y Altotonga, feudos priistas.

Hoy, la mayoría de los municipios veracruzanos están en manos de Morena o de algún partido aliado; y lo mismo ocurre en el Congreso local.

Ese predominio político de la 4T en Veracruz se explica en parte por la popularidad presidencial, y por la ventaja competitiva que representa el manejo de los programas sociales, pero también por el hecho de que Morena hace hoy lo que la oposición ha olvidado: promover con brigadas al movimiento y hacer campaña permanente.

Ese trabajo no se ha detenido y por ello el mapa político tanto de Veracruz como de casi todo México se ha pintado con los colores de Morena, que en unos meses gobernará dos tercios de los estados del país.

En esas condiciones, en la entidad Morena se prepara para encarar la sucesión en la gubernatura. De sobra se han manejado en espacios periodísticos los nombres de los aspirantes de la 4T al gobierno estatal: Rocío Nahle, Zenyazen Escobar, Manuel Huerta, Eric Cisneros, Sergio Gutiérrez y Gómez Cazarín; sin embargo, también hay personajes que sin hacer mucho ruido, sin tener en la mira la silla que actualmente ocupa Cuitláhuac García, van avanzando con un trabajo que busca fortalecer a la 4T.

Son los jóvenes de Morena, el relevo generacional que es natural en toda organización política.

Si bien los personajes mencionados líneas arriba no tienen edad para la jubilación y llegarían sin mayores problemas a las elecciones de 2030, es normal que vaya ganando espacio la presencia y la participación de personajes como la secretaria del Trabajo del Gobierno del Estado, Dorheny Cayetano; del dirigente estatal del partido, Esteban Ramírez Zepeta; del coordinador de Comunicación, Iván Joseph Luna; y de cuadros importantes como el de Yair Ademar Domínguez, todos ellos jóvenes y muy cercanos al proyecto del actual gobernador.

Todos los nombres en esa lista serán protagonistas desde diferentes espacios de las elecciones de 2024 en Veracruz.

@luisromero85